Top

La Llorona y su Jardín de Dragones: "Cuidarse que hasta el mal suele olvidarse"

Música

En diálogo con la banda local, nos cuentan sobre su proceso artístico, la manera de vincular el arte con el cotidiano y la actualidad. Además, adelantan información sobre un próximo álbum. | Por Virginia Gómez

Fotografía por Capitana de Cristal





La Llorona y su Jardín de Dragones es un proyecto musical  inclasificable (a propósito), que se viene desarrollando desde 2022. Su último lanzamiento fue la live session de Emma disponible en Youtube y Spotify. Actualmente están preparando múltiples fechas en vivo, como la del sábado 4 de Mayo en el Puerto cultural Libertad. 

En su público no hay restricción de edad: niños, jóvenes y adultos suelen empaparse con la mezcla de estéticas y conceptos de cada uno de sus shows. Tanto en el formato dúo en el que Camila Plaate y Jose Félix Llomplat usan una guitarra y sus técnicas actorales. O en el formato banda, que es cuando se suman “el Negro” Burgo, Julio Zavalia, Juan Elsinger y Emiliano vega.  Consiguen un frente musical contundente e impactante para el público. En el subterráneo de la música local, ellos son focos singulares que no pasan desapercibidos. 

Las preguntas de esta entrevista se ubican desde el pensar el hacer arte en uno de los mundillos de Tucumán, donde nos podemos cruzar con personas creativas y eclécticas como Camila y Félix:

-Pensando en canciones de protesta, pensé en ustedes. De primera mano se me viene esta canción que tienen…

F: ¿’Cuidado’?

-Claro, y ‘Deberás’ ¿Se sienten convocados con el rol de artista involucrado con la política en sus letras, sus canciones y en lo que van haciendo?

F: Esa letra es de Cami, de la pandemia ¿no?

C: Sí, no ha sido pensada exactamente en lo político. ‘Deberás’ y ‘Cuidado’, salen en pandemia, son parte del comienzo, antes de que seamos La Llorona, cuando éramos solo José Félix Llomplat y Camila Plaate. Y Cuidado tiene un pedazo de un poema de Álvaro Cormenzana, es un poeta jujeño. Tiene un poema que se llama ‘Cuidarse’ y arranca "Cuidarse que hasta el mar puede ahogarse, cuidarse que hasta el mal suele olvidarse". Es muy claro lo que está diciendo. Creo que yo estaba absorbiendo mucha información en el encierro y parecía que algo había comenzado y en realidad ya todo estaba sucediendo, y sucede todo el tiempo. Más allá de lo político, yo lo veo más del lugar, como una conexión de pensamiento con el ser humano, en sí mismo. Con su maquinaria, con la forma de tomar decisiones. ‘Cuidado' es bien literal. La letra, es muy directo lo que va diciendo este “Sacando sangre… /Dando de tomar sangre de otro lado/ Te quieren hacer sentir menos más que nadie”. Para mí es una cuestión de no omitir,  no callar, no censurar. Si hay algo que explotar, bueno, hacerlo. Pero porque creo que todo el tiempo está esa información dando vueltas. Creo que ‘Cuidado’ tiene intención de agite, sacudir un poco y de poder salir directamente.

-También hay una cuestión en la poética abierta, que se puede resignificar. Vos las resignificas en vivo, vas cambiando de decibeles e intensidad según la presentación.

C: Sí, también depende de cómo esté yo (entre risas), o como se va como abriendo la performance.  Depende según la intencionalidad. Hace poco tuvimos una charla sobre lo performático y las letras están atravesados con la transformación del todo, la idea no está puesta en que las letras sean completamente cerradas.

-Las canciones cargan con mucha imagen y se van metiendo en narrativas un poco folclóricas y místicas. Como una especie de collage tanto en lo performático, como en las letras.

F: Sí,  pasa que antes de La Llorona era la Cami haciendo canciones y yo la acompañaba. Después yo hacía canciones mías y ella me acompañaba. Después decidimos hacer La Llorona y algunas canciones de ella las modificamos y otras mías, también.  No tienen una misma forma de hacerse y se debe notar desde afuera. Son diferentes desde ese punto de vista, algunas son hechas como collage y otras son como cadáver exquisito. Se hacen desde lo lúdico.

-Pensando en la música que se hace acá o en el pop tucumano ¿Ustedes sienten que se puede ver una tucumanidad en La Llorona?

F: En la manera en que hablamos, en el público, la idiosincrasia. Creo que la tucumanidad es expresiva “¡Culiao está’ pasando en rojo, eh!”. Hay algo que no se traga.

C: Hay algo del desorden de acá que se toma en La Llorona, en la parte creativa y en el momento de ir largando las canciones. Es un desorden que está presente. El hecho de que nosotros seamos en realidad actores o gestores culturales, y que nos hayamos puesto a hacer nuestras canciones, nos influencia en la forma de encarar el proyecto. Hay algo de ese ir haciendo sobre la marcha que puede llegar a parecerse.
En las letras creo que no, no hay necesidad de involucrar algo que tan definido de Tucumán. Hay otro Tucumán también, que sucede todo el tiempo, que no está tan encuadrado y tan visible. Ni puesto directamente en las costumbres, sino que hay otro lenguaje, hay otra cosa que se mueve, en todo el mundo en realidad, que siento que nos identifica más. No estamos queriendo representar una locación. Creo que la búsqueda está puesta en las cosas que no se nombran, y que a veces se relacionan con lo absurdo y lo abstracto de la realidad. Por eso creo que La Llorona, es una banda local que trata sobre cosas con otro punto de vista.
Pero quizá hay algo en ese término que se empezó a usar para comercializar algo de Tucumán o una relación de que “el tucumano…” y “la tucumana…”, y de repente están pasando un montón de cosas que van más allá de la R o de la empanada.  Yo no siento que estamos buscando una representación de eso, sino que se corre por otros lugares y eso es parte de todo este quilombo. 

F: Claro, no buscamos hacer música tucumana.

C: Veo que la tucumanidad está instalada en todos lados, o sea, cuando uno va a tocar, la calle, hablar con el otro, los tratos, la forma de ser, todo eso está puesto ahí.

F: Yo pienso que es más misturado todo. La cultura que se mama acá, que no hay una cosa muy fuerte ni marcada para decir “Tucumán es rock”, “Córdoba hace cuarteto”, “Santiago es folclore”, creo que Tucumán es de todo un poco. 

C:  Fuera de la música, lo humano. Me pasa que hay algo del calor, el clima ¿Viste? Y lo que genera. Esa sensación de estar en el calor sin guita. Como de locura, para agarrar, sobre la música, sobre la actuación, y sobre lo que se va dando. Algo que tiene que ver más con el folclore y todo lo que arrastra. La base chacarera que está escondida en algunas canciones o los carnavalitos de base también, son pequeños guiños digamos.

-¿Se va escapando por ahí esta idiosincrasia, aunque no sea intencional?

C: En realidad son bien intencionales, por ejemplo la base de ‘Deberás’, es como una chacarera en realidad, es una fusión. Después hay otro que es como un carnavalito. Son cosas que son intencionalmente puestas, pero casi todo lo borramos un poco y dejamos que los límites queden medio difusos para que se abran para otros lados, con casi todo.

-Sí, eso me pasó cuando estaba preparando la entrevista. Estaba leyendo otras notas que les hicieron y muchas les decían “ah, ustedes son tal cosa” o “ustedes son esto”. Más que una pregunta era como que les consultaban etiquetas.

F:  Yo siento que podés escuchar una banda de rock de Francia que, ponele, hace un rock inglés, pero hay algo del rock francés que va a tener ahí: el fraseo, las palabras y su sonoridad. Si bien la banda es tucumana, tiene música de todo el mundo. Creo que vamos mamando individualmente. Es más collage. Tratamos de no cerrarnos en nada y tampoco queremos ser una banda tucumana para que “suene”. No estamos pensando en eso. Solo usamos lo que queremos. Recibimos información de todos lados y ahí se arma ese collage, porque no nos terminamos de casar con un estilo tampoco. Si bien hacemos un rock medio experimental, no termina de cerrar, no es indie, no es folclore, tiene guiños de cada cosita.

C: Creo que todo se va situando por sí mismo. Vamos trabajando situado lo que está pasando ahora, como todo empieza a resignificarse. Yo hablo mucho con una amiga que está en La Poderosa y es tan increíble lo que está pasando: acá, un poco más allá y en el medio. O sea, creo que los espacios que uno decide habitar son grandes potenciadores de otras cosas. Entonces es un poder estar creando. Puede ser un poder muy piola o muy, muy malo. Nos damos cuenta de que el poder tiene diferentes tipos de energía. Volviendo a la pregunta anterior, me parece que como artistas, como creadores, nuestro arte, nuestra música, nuestro teatro tienen un mensaje y generan cosas. Si hay una discriminación, sobre con qué no tranzamos y por qué lado nos gustaría que vayamos.

-¿Ustedes sienten que los limita eso? Porque a veces ustedes bajan línea, como una vez que dijiste directamente “No al DNU y abajo la Ley Ómnibus” ¿Sienten que puede haber rechazo de otros sectores? Tanto como de quienes los escuchan o incluso con quienes laburan. 

C: Hasta el momento no nos pasó nada tan grave, tan directo, o capaz está pasando y no nos damos cuenta (entre risas). No en ese sentido, si te identificas, inmediatamente te ubican en cierto lugar.  Y bueno, también es real esto de dejar en claro posturas o ciertas ideas: ¿Para dónde moverlas? Entonces si mañana estamos todos reunidos a tal hora para escuchar La Llorona: Bueno ¡Bienvenido sea el momento para que sucedan otras cosas también! Más allá  de un par de canciones, sino que se puede emplear para muchos lados. Pero no, todavía no nos pasó.

Después de una pausa, entre chistes comentaron ser conscientes de hablar y divagar bastante. Admití pecar de lo mismo. Félix dijo que las preguntas tenían un tinte filosófico: No son preguntas como "¿Cuándo sale el disco?”

-Ah ¿Qué hay disco?

C: Sí, estamos en proceso de grabación. Serán 13 temas, lado A y B. Algunas con formato de banda y otras en formato dúo.

F: Queremos virtualizar toda la música que estamos haciendo.

C: Sí, somos muy del vivo, hay algo que se fue expandiendo a través de eso. Hay algo más artesanal, esa idea nos encanta. Pero llegó el momento de expandirse a más lugares, las redes, las grabaciones. Involucran otro tipo de producción, otro tipo de cabeza y  atención a las canciones. Todo se modifica, pero está bueno el proceso.

-Me llama la atención cómo se van transformando las canciones, con las historias y las imágenes. Ver el dúo como una obra de teatro y ver después la banda como… 

F:… Hay más música, claro, componentes de música. En la actuación (en la banda) se destaca más la Cami y ya queda menos expuesta en comparación al dúo, yo también puedo resaltar más mi gestualidad que en la banda. En el dúo la guitarra es el único instrumento.

C: Es una esencia muy linda, comenzó de esa manera. Las canciones han sido creadas y tienen un tratado, una investigación. Con la banda ha sido mostrarles, plasmarlas e ir viendo ese mismo proceso de una manera muy diferente, con otros cuatro individuos y en hacer que esas ideas se comprendan. Recién ahora eso está haciendo base, el mensaje, las imágenes y el sonido en sí mismo que se quiere generar. Todavía falta seguir comprimiendo.

F: Si bien hacemos música, somos más teatro y a veces nos comunicamos en relación a los sonidos:— “Che ¿Cómo te imaginas acá?”— “Me imagino más…” —”No sé…Un bosque con qué cosa por ahí”, me dice la Cami. Yo lo busco en el acorde y ella va buscando por otra parte. No es tan musical la búsqueda, nace de otras cosas, quizás de un poema y se relaciona una vivencia personal. Entonces, con la banda, nosotros ya llevamos para trabajar en conjunto. Pero generalmente son las canciones de dúo laburadas así, y después la banda, las toman desde el lado musical.

-¿Qué influencias tienen como artistas? No solo musicales, pensando en los collages ¿Que cosas dicen “Esto me da ganas de ir por ahí”?

F: Yo inmediatamente pienso en Álvaro Cormenzana, Lucrecia Martel, muchas cosas que compartimos, Juana Molina. 

C: Muchas cosas del cotidiano también: "He visto esto hoy, no sabes, una señora haciendo tal cosa en la calle", la realidad te está tirando data todo el tiempo. A mí me pasa como actriz, de estar observando mucho los gestos, las escenas de cuando la realidad supera la ficción: nuestro mismo Presidente ¡Mira lo que está haciendo! Hay algo de la vida misma que es muy influenciable en La Llorona…

F:… Absurda y muy experimental.  

C: Hay muchísimo material en lo cotidiano. Lo que hace Lucrecia Martel, cómo toma el sonido de una manera muy particular para hacer cine que se escapa de la imagen y atraviesa la pantalla. La forma en la que Iggy Pop estaba en el escenario, al comienzo (con los Stooges), no se escuchaba ¡Era lo que hacían! Eran ellos haciendo cosas con tachos que traían, muy performáticos, después eso se fue haciendo más musical. O también el Indio Solari y cómo comenzó con todo muy teatral: era circo y era mezcla, por ratos había  una momia que se sacaba las vendas y era una mujer desnuda. 

Hay ciertas fuerzas de cada artista que  nos influencian. Creo que tomamos mucho de cómo se hacen las cosas más que la forma en sí misma ¿Cómo ha hecho tal cosa? ¿Cómo ha llegado a tal lugar?, o ¿Cómo se posiciona para hacer eso? Hay algo en la manera del proceso que prestamos mucha atención. También las reacciones de tales cosas que por ahí son políticamente incorrectas o cosas que son incorrectas. Los errores de las cosas nos parecen muy interesantes, los fracasos, todo eso, que está discriminado de lo que debería ser. Somos muy así, fallamos un montón y bueno, es nuestra fortaleza.

La charla fue ramificándose, y Camila aclaró: -La Llorona es un proyecto, un plan que va armándose a través de planes abiertos, que van configurándose. Después, obviamente hay cosas súper concretas. Hay que conseguir esta cantidad de guita, pensar quién va a conseguir esto. Cosas mucho más cerradas: esto se mueve de esta manera.

F: Claro, porque si no parece que estamos romantizando de más las cosas. 

-Claro, un proyecto así no se sostiene del aire.

F:  Es como todo laburo. No solamente es composición, sino personal, emocional, profesional ¿Viste? Económico, hay un montón de cosas. 

-¿Cómo se están sintiendo con todo lo que está pasando? No es lo mismo ser un artista con  una economía estabilizada a que todo esté tambaleante.

F: Y es un bajón, un quiebre porque necesitamos, no solamente de todo lo que venimos hablando, también necesitamos de un bar para tocar, de gente que quiera laburar, tener plata para pagarle a un sonidista, para armar un evento, para pagarle a otros artistas que laburen también. Un montón de cosas que tiene que ver con la plata, el tiempo y el trabajo.

C: Estamos siendo atravesados por la situación todos los de la banda. Hay un sentimiento de injusticia, arrebato, de que te están manoseando el futuro. Entonces creo que eso alimenta de alguna manera el proyecto y creo que a varios artistas los alienta para hacer un proyecto, de encuentros y de repensar o de resistir. El arte también es resistencia, es una herramienta para abrir la cabeza, poder vincularse y estar atento a lo que va sucediendo. No es un proyecto de comodidad en ningún aspecto La Llorona. Todo lo que sucede tiene una carga actual, pasada, que se mueve todos los días. 

Como artista, me siento altamente atravesada, pero más allá de mi propia realidad, todo en sí. Se está armando una pared muy heavy por detrás de Milei. Casi que nos estamos metiendo, como país, en un hueco muy oscuro y perverso. Y el arte se tiene que involucrar de una manera -no panfletaria- con lo político. Pero sí ser consciente. Ser un artista situado con lo que está sucediendo, sino me hablas… ¡¿De qué me hablas?! Todo ese lado mucho más terrenal que no se divide del arte o del artista. Siempre se está buscando la forma de hacer crecer el proyecto, pero más allá de ese individualismo, hay algo mayor, más allá de tu propia realidad, algo que tiene que ver con leyes, derechos, muertes, asesinatos, violaciones. Para mí es medio bobo y hasta peligroso no hacerse cargo. Sí hay cosas que digo de una, pero ¿Qué onda? ¿Qué está pasando? ¿Por qué se produce esto?

-¿Cosas como qué?

C: Como que digo ¿Por qué todas tus canciones están corridas todo el tiempo de lo que está pasando? No juzgando, sino simplemente para pensarlo, para pensar el arte. La música, el teatro, son  actividades que están altamente relacionadas con pensar. Entonces ¿Por qué estar cómodo en lo artístico? ¿Por qué tu mensaje debería siempre generar comodidad? Comodidad burócrata e hipócrita ¿No? ¿Por qué  ser hipócrita con esto? Si ya está corrido de por sí. Creo que ahí uno toma decisiones también sobre qué estás pensando, qué es lo que estás diciendo y por qué estás diciendo eso, en lo artístico y en todo, como cualquiera, preguntarse cosas. Las preguntas siempre generan incomodidad y lugares de tambaleo, en relación a ¿por qué estamos como estamos? Está bueno y es algo que sucede en La Llorona. Hay cosas que están así, bueno “¿Qué se toma de eso?” “¿Qué vemos de eso?”. También es una lupa el artista, hace focalización. Para mí es algo muy loco, que uno publique un día, un horario y vaya a cierta cantidad de gente a presenciar cosas. Ahí ya tenés algo como para empezar a pensar qué está pasando y qué hacer con eso. 

F: Pienso que el odio está completamente instalado y hay que laburar con eso. Lo podemos ver en el Presidente. El  odio como pulsión, sin ponerle bondad o maldad. Pensándolo como que en algunos momentos el amor trae felicidad y en otro momento, tristeza. En posguerra por ahí se hablaba de otras cosas en las letras de las canciones y están involucradas con otra emocionalidad más que una emoción individual. Podemos hablar individualmente cosas que están atravesadas por lo político. Como artistas laburamos con eso en La Llorona, en cómo se puede resignificar ese odio que también tenemos. También no resistimos si no atacamos. Veamos una propuesta completamente radical ¿No?  Le hagamos retruco. Necesitamos gente que proponga. Me pasa con canciones de la dictadura, así, no panfletarias, pero Charly vio los dinosaurios en el placard y escribió ‘Los dinosaurios'. Tuvo la inspiración que fue derivando en otra cosa. Creo que ese odio es algo que hay que resignificar también.

C: La realidad te da herramientas para tu arte, para tu creación. Esas impresiones  pueden no ser meramente bellas, el mundo está lleno de cosas horribles. Hay una frase: “El mundo es un hermoso lugar para nacer si estás de acuerdo que la felicidad no siempre es divertida”. Tampoco es cuadrado. Se le da mucha bola a cómo se poetiza ¿Cómo es posible que se pueda? Creo que ahí está lo mágico en realidad: ¿Cómo es posible que el artista pueda ver de esta manera? Eso termina generando perspectiva, otro tipo de comunicación y de conexión con la vida, con el ser humano y con las cosas más chicas. La no-definición de lo que uno va haciendo da posibilidades, existen fuerzas que son como rebotes.

Creo que las crisis siempre vienen a proponer, en ciertos sectores, otro tipo de fuerza de repente, otro tipo de unión, de fe y de verdad. Las cosas se dividen, de repente se develan las cosas, se caen las máscaras y aparecen las caras. Para mí es importante que artistas, creadores, productores y todo lo involucrado con las actividades, las fortalezcan y no las alivianen, porque por ahí el arte, el teatro, el cine, etcétera, son actividades históricamente alivianadas, le quitan fuerza. Que cada artista fortalezca la actividad. Todo espacio de encuentro puede ser potente si hay una cuestión de pensar.

-Pero si hay un ataque tan concentrado, con políticas específicas que están sucediendo, hay una conciencia de que es transformador y genera pensamiento.

C: ¡El arte es tan fundamental en la vida de cada persona! Que lea, que vea, que escuche, es una herramienta científica. Alimenta y genera al ser humano ¡Es una herramienta tan importante! Que transforma la evolución, de cómo hacer y de cómo vivir. Se corre de lo maquinario, entonces, eso a ningún Estado le conviene, que las personas piensen y sientan, que se pregunten, que se corran. No le sirve a “La máquina”. Pero todo está ligado al arte también, nadie se puede escapar. El arte te modifica, te hace crear, ver. Creo que te enseña cómo funciona esa máquina.

F: Todo se relaciona con el arte, cómo está diseñada esa maquinaria.

C: Para ser más humanos, está bueno que lo que uno haga tenga decisión también. Por dónde quiere que vaya y que no esté tan impregnado de la impresión que te propone la realidad todo el tiempo, sino que uno pueda decir: “Quiero ir por acá porque yo quiero que esto crezca por acá”. Es como un hijo, es mucho más fuerte de lo que creemos.