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"Con lágrimas en los ojos": lamentable situación en un bar de Tafí del Valle

VACACIONES 2024

Una periodista relató el incómodo y triste momento que padecieron ella y uno de los mozos del lugar. “Son estafadores y explotadores”, estalló. Qué fue lo que pasó.





Un desagradable y triste momento fue el que vivió una periodista tucumana, que narró en sus redes sociales todo lo que sucedió en uno de los tantos bares que funcionan en Tafí del Valle. Alba Barbeito, reconocida comunicadora de Canal 10, contó que quisieron cobrarle de más y, al negarse, cómo desde la gerencia del negocio intentaron trasladar los costos a uno de sus mozos.

Ocurrió este último sábado por la noche en el Club de Veraneantes de Tafí del Valle, ubicado a pocos minutos del centro de la villa veraniega. Hasta allí fueron Barbeito y tres amigos a compartir unas pintas y algo para comer. Un joven mozo se les acerca, les ofrece la carta, la leen, cotejan precios y ordenan. Todo de manual.


La velada transcurrió con total normalidad hasta que llegó la hora de pagar. Cuando el mozo les muestra la factura la situación se volvió bastante tensa. Según la periodista, los montos que figuraban en la boleta no coincidían con los precios que figuraban en la carta. Una pinta que en el menú valía $1000 ahora costaba el triple. Entonces, solicitaron que les cobren lo que correspondía, teniendo en cuenta que el error era del bar. Y ahí fue que todo el martirio dio inicio.

“Nos traen un ticket que incluía dos cosas que no habíamos consumido: una limonada y una quinta cerveza. Advertimos el error y pedimos que lo corrijan. El mozo, entonces, trae un nuevo ticket. Y aquí viene el problema. Nos estaban cobrando $3.000 cada pinta cuando en la carta decía $1.000. Pedimos otra vez que rectifiquen el cobro. El mozo, un joven de unos 20 años, vuelve angustiado y nos explica que la carta que nosotros habíamos visto era vieja, que en el apuro la sacaron del depósito y no revisaron los precios antes de ponerlas en las mesas”, relata Barbeito en su cuenta de X (ex Twitter). La insistencia para rectificar el costo de lo consumido no surte efecto y el mozo sólo puede transmitirles el mensaje de la gerencia del bar, que les indica que, pese al error, deben abonar lo que figura en la factura.

La discusión continúa unos minutos más. El mozo vuelve a la caja nuevamente llevando el descontento de la periodista y sus amigos. Y, a continuación, ocurre lo peor: “Se acerca una vez más el joven mozo, ya con lágrimas en los ojos, y nos dice que no pueden cambiar la cuenta porque le iban a cobrar a él la diferencia de las cervezas, en total $8.000”.

Ante el reclamo justo de los clientes, el bar había decidido trasladar la diferencia de precios al bolsillo del joven mozo. Una lamentable situación que no quedó allí, ya que en otra mesa contigua –siempre según el relato de la periodista- ocurría algo idéntico con una moza que al final de la noche debería pagar de su bolsillo el error del bar por no actualizar los precios de su carta.


“Después de más de una hora de ir y venir entre encargados y cajeros, y pasar un mal momento, pagamos la cuenta que correspondía. Intransigencia, irresponsabilidad y total falta de empatía por parte del bar. Una estafa hacía a los clientes y un atropello hacia los trabajadores”, se lamentó Barbeito.

El hilo completo de X, a continuación: