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El arte tucumano se prepara para resistir a la ultraderecha

Batalla cultural

Músicos, escritores, artistas visuales y gestores de la provincia se ponen en alerta ante el gobierno de Javier Milei y analizan cuáles serán las armas para la resistencia cultural: “Son momentos de no pensar en cómo pegarla”.

Foto del trabajo Resistencia Urbana de Fabián Font.





Mañana, cuando Javier Milei asuma la presidencia de la Nación, lo que para muchos era una distopía fantasmal, se volverá ahora una realidad innegable: la ultraderecha llegará al poder en Argentina. Aunque todavía es demasiado prematuro para establecer los alcances inminentes de ese cambio de paradigma, los protagonistas de la avanzada libertaria ya han dado demasiadas señales que permiten vislumbrar, por un lado, un feroz ajuste económico y un futuro signado por la temida estanflación (alta inflación + alto desempleo + recesión). Por otro, el avance de los discursos negacionistas del terrorismo de Estado encarnado en la figura de la vicepresidenta electa Victoria Villarruel y la llegada al nuevo gobierno de personajes como Rodolfo Barra, ex funcionario de Carlos Menem que entonces fue obligado a renunciar tras reconocer su pasado como miembro de una organización filonazi. ¿Cómo reaccionarán el arte y la cultura en Tucumán ante este panorama hasta hace poco impensado? 

“Para nosotros la llegada de Milei al gobierno ha sido una gran sorpresa. Pensábamos que, al ser un movimiento libertario carente del acompañamiento de movimientos sociales, no iba a llegar al poder, pero bueno, la gente optó por un voto antiperonista y ahora está en el gobierno. Él dijo que iba a terminar con el Ministerio de Cultura así que vamos a ver cómo afecta eso a los artistas y músicos que trabajan tanto dentro como fuera del Estado”, comenta Manuel “Puchenko” González, cantante de Skaraway. La banda tucumana con 20 años de trayectoria se ha caracterizado siempre por sus letras contestatarias y por su solidaridad con las causas populares. 

Muchos artistas consideran que el sector cultural es uno de los más vulnerables ante el advenimiento de la mentada motosierra libertaria. Tanto la falta de presupuesto que va a generar el ajuste como la clausura de diversos canales de fomento y promoción de las disciplinas artísticas es una realidad latente. “Creo que se viene un escenario bastante desconocido donde todo se está resignificando, incluso el arte. Creo que el arte va a seguir disputando sentidos como siempre, pero a la vez también espero que podamos estar a la altura de esa disputa de sentidos como colectivo. En mi caso particular, creo que el Estado ya no va a ser un actor al que pueda acudir para replicar mi mensaje. Al tener un Estado que tiende a la derecha, no sé si ahí voy a encontrar una oportunidad para replicar mi mensaje”, reflexiona la música Gorda Resucitada

Foto del trabajo Resistencia Urbana de Fabián Font. 

Desde las artes visuales, hace ya tiempo que los protagonistas de la escena local vienen luchando contra la inestabilidad y la precarización laboral que históricamente ha padecido el sector. Estas condiciones se han agravado años atrás con la llegada de la pandemia y es por eso que han decidido agruparse. En ese contexto, ha surgido la Asociación Civil de Trabajadorxs de las Artes Visuales de Tucumán (TAViT) desde donde sostienen que el trabajo en el campo artístico se constituye como cualquier otro trabajo. “No solo estamos preocupadxs por la motosierra estatal y los ajustes presupuestarios que intentará instalar Milei y compañía, puesto que sabemos que las políticas culturales que intentarán implementar serán peores que las que hubo durante la gestión encabezada por Mauricio Macri a través de la reducción del Ministerio a Secretaría, la desaparición de programas y un fuerte recorte al presupuesto de cultura que ya venía anteriormente ajustado. A su vez, es importante destacar que lo que está sucediendo a nivel provincial también es preocupante, debido a que el gobernador Osvaldo Jaldo, al segundo día de asumir su mandato efectivo, no sólo ordenó que el Ente Cultural de la provincia pierda su autonomía y pase a depender de Educación, sino que también anunció ajuste presupuestario en cultura”, destacó María Mines, trabajadora de las artes e integrante de TAViT. 

Para explicar un posible escenario futuro para las artes en la provincia, Mines cita a la investigadora Lila Pagola y habla de la necesidad de hacer esfuerzos pioneros por refundar la escena local: “Sabemos que el panorama laboral a través de las políticas culturales públicas serán peores que las que gestionó Macri y, probablemente, que las de los noventa, puesto que no solo tendremos que hacerle frente a la doble opresión estatal, sino también a la ola de discursos fascistas, odiantes y patriarcales que ya traen a cuestas y que se agudizarán con más fuerza, y de múltiples formas, después del domingo”. 

En el ámbito de la literatura tucumana, el panorama económico que se vislumbra con el nuevo gobierno puede llegar a acentuar la grave crisis que atraviesa la industria editorial. Así lo explica el escritor y editor de La Papa Pablo Donzelli: “Venimos de dos años imposibles para un proyecto editorial en donde todos los meses nos aumentan la imprenta. En esa situación inflacionaria era imposible reimprimir cuando vendiste todos los libros. Nos salvó un subsidio nacional que nos permitió reimprimir y tener libros para afrontar el 2024. Eso nos da tiempo para ver cómo se desarrollan las cosas, si cambian las reglas del juego, dólar alto o barato, si quedan compradores de libros o no y poder actuar en consecuencia. Tal vez haya que esperar un par de años sin hacer nada. En Tucumán quizás se recienta el campo literario, cierren algunas editoriales, algunos autores tengan que buscarse un segundo laburo, los festivales no se puedan hacer y dejen de circular las revistas. Pero es solo agacharse para saltar más alto. La poesía, el cuento, el ensayo, la crónica y la novela seguirán intactas, con nuestras temáticas para dialogar y haciéndolo cada vez mejor”. 

 

Tiempos de resistencia

“Estoy muy convencida que es desde la música y desde el escenario el lugar donde quiero resistir. En ese sentido, el arte ha tenido un rol fundamental en momentos de crisis para construir discursos contrahegemónicos y para generar identificaciones nuevas. Es importante que esos jóvenes que ven en Milei una imagen de rebeldía, de alguien contestatario, tengan otros modelos de identificación y sepan hay que hay otras formas de ser contestatarios y antisistema”, destaca Gorda Resucitada y rescata el papel que cumplieron otras generaciones de artistas en la provincia: “El otro día en un show, charlando con Tony Molteni (cantante de Karma Sudaca), me dijo que el momento en que más sintió el rock fue durante el bussismo en los noventa. Creo que tenemos la responsabilidad de seguir haciendo música que tenga un mensaje político, de resistencia. Lo veo como una forma de continuar con un legado y un mensaje que han dejado otras generaciones de músicos tucumanos, tanto del rock como del punk”. 

A la hora de repasar la experiencia histórica, la década del noventa aparece como una referencia ineludible, no sólo porque fue una época signada por la implementación en el país del modelo económico neoliberal menemista, sino porque en 1995 en Tucumán se producía la llegada del genocida Antonio Domingo Bussi al gobierno de la provincia. La era democrática del bussismo fue una etapa muy álgida para la movida under tucumana. En las artes plásticas, surgieron grupos disruptivos como Tenor Grasso. El colectivo integrado por artistas como Rodo Bulacio, Rolo Juárez, Claudia Martínez, Jorge Lobato Coronel, Sergio Gatica, Carlota Beltrame y Geli González, entre muchos otros, revolucionó la escena local con su lenguaje transgresor y disidente. Mientras que en la música, ese fue el momento de mayor vitalidad de géneros como el hardcore y el punk. Los llamados festipunk eran encuentros organizados con lógicas autogestivas de los que participaban activamente bandas como Volstead, Buenas Peras, Sol Perpetuo, Hijos Torturados y Alquimia, entro otras. 

Foto del trabajo Resistencia Urbana de Fabián Font. 

Pionera en la escena del under tucumano, la 448 fue acaso la banda más emblemática de aquella etapa. El cantante Rolo Marín traza un paralelismo entre aquel contexto y el actual: “Son panoramas muy parecidos en muchos aspectos, pero 30 años después. Ese era un país que había explotado con la hiperinflación del 89 y era un momento muy difícil, con muchos problemas económicos. En los noventa era como que todo valía un peso, pero vos no tenías ni una moneda. Y nosotros teníamos una necesidad imperiosa de libertad, vivíamos muy oprimidos… Este país es como un gran péndulo, pasamos siempre de un Estado poderoso - y también muy goloso - , a uno vacío. En esa época se cerraban empresas, había mucha desocupación y teníamos mucho enojo contra el sistema. Para nosotros el rock era un escape y desde el under también se bajaban líneas para vivir libremente”. 

“Me acuerdo que el día que asciende Bussi al gobierno nosotros hicimos un show fenomenal. Había mucha bronca nuestra, sentíamos que habíamos vuelto para atrás. Estábamos en contra de todo lo que coaccione la libertad del ser humano, contra cualquier tipo de discriminación. La banda luchaba por la libertad y sentíamos que Bussi, en ese sentido, era volver un paso atrás”, recuerda. Como resultado de toda esa bronca surgieron algunas de las canciones más recordadas de la banda como “Torturador” y “Polución en Tucson” que daban cuenta de ese clima de época. 

Foto del trabajo Resistencia Urbana de Fabián Font. 

Rolo no cree que en el escenario actual sea posible volver a un contexto represivo como el de aquel entonces: “En aquella época, con la ley de contravenciones, la policía te podía levantar en cualquier esquina por no llevar el documento… salían a cazar los chabones. En ese momento la policía era muy jodida, pero a nosotros nos dejaban tocar en todos lados, no éramos tan importantes como para que nos repriman. Hubo un par de quilombos cuando entraba la policía a los recitales, pero nunca han sido grandes. La democracia en lo económico quizás no le ha dado mucho a la gente, pero los derechos no se negocian y, en materia de derechos, se ha ganado mucho. Hay muchos años de democracia y creo que no hay que volverse paranoicos… La gente no va dejar que le quiten los derechos”. 

 

Las estrategias del arte y el rol que tendrá en el nuevo contexto

Con la llegada de la ultraderecha al gobierno se abre una serie de interrogantes para los artistas: ¿A qué estrategias apelará el arte para comprender la realidad? ¿Qué rol tendrá la cultura en este nuevo escenario? ¿Cómo interpelar al público en un clima tan hostil para la creación y la imaginación? Para Puchenko, la respuesta está en la organización y en la capacidad de denuncia de la música: “Creo que la estrategia que hay que tener para enfrentar al gobierno de Milei es la organización, ese ha sido el método histórico que ha utilizado la clase obrera para enfrentarse a estos gobiernos que quieren venir a sacar derechos y a imponer cuestiones fascistas. En cuanto a la música, mucha gente dice que una canción puede cambiar el mundo. Entonces creo que la misión de las canciones tiene que ser esa: dejar de banalizar y de cantar a cualquier cosa, sino cantar a lo que realmente está pasando ¿no? Porque se vienen tiempos difíciles, después del 10 de diciembre nos vamos a tener que enfrentar a un monstruo que va a querer venir por todo. Entonces, las canciones tienen que enfrentar eso, las obras de teatro tienen que enfrentar eso, el artista, en general, tiene que ponerse a componer en contra de lo que estos gobiernos fascistas quieren venir a quitarnos”. 

Tere Guardia es gestora cultural y parte de la casa de teatro La Soderia. Según explica, la escena teatral de la provincia tiene una gran capacidad de resiliencia y ha sabido atravesar distintos contextos históricos adversos como el que se avecina: “Nos arremolinamos para resistir, como lo ha hecho históricamente el teatro desde tiempos de antaño, incluso de nuestro pasado reciente. No nos olvidemos que Tucumán tiene más de 150 años de teatro independiente y hemos pasado por cinco dictaduras y un genocida electo. Sabemos que por las aguas subterráneas corre una creciente y tenemos la creatividad de les artistes que fluye permanentemente contra viento y marea. Se trata de unir cables, es decir , que los distintos estamentos del Estado provincial hagan sinergia y sean parte activa, promocionando, difundiendo, apoyando, no sólo como ‘Jardín de la República’, sino también como ‘Jardín cultural del arte independiente’”. 

“Me atrevo a pensar que probablemente este contexto avive los discursos políticos dentro de las temáticas que se aborden en las producciones, debido a la cantidad de Derechos Humanos y conquistas que van a intentar quitarnos (como los de las mujeres y disidencias), ante el negacionismo respecto al terrorismo de Estado de la última dictadura militar, por la violencia y represión que querrán instalar y por el saqueo masivo y anticonstitucional que intentarán hacer de los recursos y bienes estatales y de nuestro país”, reflexiona María Mines y apunta a la organización colectica como una herramienta fundamental para afrontar lo que se viene: “Desde TAViT creemos que para defender la democracia será fundamental apelar al crecimiento de la organización colectiva, es decir, poner el foco en el modo en que nos organizaremos, no solo para exigir políticas culturales dignas, sino también para hacerle frente a los discursos fascistas cuidándonos y haciéndonos el aguante. Ya mismo estamos organizándonos para crear un frente provincial cultural que nuclee a otras organizaciones y colectivos de otros ámbitos de las artes, como La Lola Mora, TAV y Tucumán Audiovisual, haciéndola extensiva a organizaciones de toda la provincia. La salida será colectiva”. 

Foto del trabajo Resistencia Urbana de Fabián Font. 

“Ya hemos tenido momentos durante el macrismo, por ejemplo, donde hemos organizado ferias, eventos o festivales literarios que lo que hacen es ponernos en contacto con otras personas que están haciendo lo mismo que nosotros, ya sea escribir o editar, y ese es el desafío. Hace muchos años que el sector editorial y literario atraviesa profundas crisis por los costos del papel y por las dificultades de distribución, pero se sigue sosteniendo. Me parece que ese es el panorama y que va a ser complejo, duro, pero vamos a seguir”, aportó por su parte la poeta y docente Priscilla Hill

Una de las claves para afrontar este nuevo panorama hasta hace poco insospechado quizás esté en recuperar aquel espíritu autogestivo que impulsó a la movida del under tucumano en los noventa, tal como propone el ex líder de la 448: “Nosotros en esa época buscábamos una cancha de básquet y la alquilábamos para tocar, recorríamos las dos radios que nos daban bola y anunciábamos ahí el recital, salíamos a pegar afiches, repartíamos panfletos… Los músicos ahora también tendrán que salir a la calle a llenarse de engrudo, dejar por un momento el teléfono, no todo pasa por ahí. Estar en la calle es siempre lo mejor. El sentido cooperativista es el único que salva porque nadie se salva solo… Tendrán que juntarse todos y, en este mundo capitalista que nos impone que todo es guita, habrá que escarbar en el alma”. 

“Para mí va a ser fundamental trascender ciertas dinámicas de pensamiento que promueven la mercantilización de nuestro trabajo, creo que son momentos de no pensar en cómo pegarla, sino tejer redes colectivas que nos permitan sostenernos como colectividad cultural, aflojar con la competitividad entre nosotros y fortalecer los lazos como comunidad. También, ante la crisis económica, estar atentos a contenernos y a sostener a otros artistas, a mantener los lazos dentro de la comunidad”, propone Gorda Resucitada.

Aunque su postura como artista es la de resistencia y de alerta ante los embates de la ultraderecha, lo hace sin dejar de lado cierta impronta hedonista: “Yo creo que hay que resistir desde el amor, pero se vienen tiempos de estar alerta y no está mal estar enojada para responder a determinas circunstancias que son propias del fascismo. Espero que los espacios que generemos sean espacios para encontrarnos y seguir defendiendo el deseo y el disfrute, sobretodo, como colectivo de mujeres y diversidad”.