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Gladys brilló en Plaza de Mayo en los festejos por los 40 años de democracia

FESTEJOS

En el evento organizado por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la artista tucumana compartió escenario con Hilda Lizarazu, Mario Pergolini, Moria Casán, José María Muscari, Fer Dente, entre otros. VIDEO.





La Plaza de Mayo, en la Ciudad de Buenos Aires, fue el escenario en el que el gobierno porteño festejó los 40 años de democracia con un show multimediático dirigido por Ricky Pashkus y Pichón Baldinú con más de 100 artistas en escena, bailarines aéreos, una orquesta de 25 músicos y referentes populares de la cultura, entre ellos Gladys, la Bomba Tucumana.


El sábado desde las 15 horas, en los alrededores de la plaza central de Buenos Aires comenzaron a instalarse los puestos para las diferentes actividades organizadas por el Ministerio de Cultura porteño, en vísperas del Día de la Independencia y como celebración por los 40 años de democracia.

Hubo conversatorios sobre las temáticas de cine, rock, literatura, y medios en democracia. Además de charlas sobre derechos humanos y democracia: “El rol de la memoria en la democracia”, “Refugiados en Argentina”, “Internet y derecho en democracias” y la presentación del libro “Imágenes con historia - Parque de la Memoria”. Los conversatorios de reflexión contaron con la participación de referentes de la cultura: Mariana Enríquez, Selva Almada, Horacio Convertini, Florencia Ure, Pablo Sirvén, Diego Iglesias, Natalí Schejtman, Mercedes Funes, Juan Ingaramo, Andy Cherniavsky, Humphrey Inzillo, Marcelo Piñeyro, Alejandro Maci, Jazmín Stuart, Gabriela Rádice, Florencia Battiti, Nora Hochbaum, Luis Diego Fernández, Inés Palacios, Guillermo Cruces, Tomás Borovinsky, Rigoberto Lobo, Jean Haitiana Snyire, Carolina Amoroso, Franco Torchia, Ariel Seidler, Ana Kuo y Jéssica Ferradás.

Hubo también un Hackatón Democrático, un foro debate de estudiantes de secundario y un acto de apertura de la jornada con abanderados de escuelas de la ciudad que desfilaron por Diagonal Sur y entonaron el himno nacional. En las primeras horas de la tarde se presentaron los grupos Revancha de gauchos (espectáculo folclore) y Despelotango (espectáculo de tango). Además se desarrolló una competencia de freestyle liderada por el artista del Barrio Padre Carlos Mugica Tekato 31, y beat style. También, tuvo lugar una muestra de canto y danza del PBC (programa Barrios Culturales), y DJs a cargo del Pase Cultural que recorrieron las cuatro décadas del rock haciendo bailar a los asistentes quienes siguieron disfrutando con la Fiesta Polenta. Y los más chicos pudieron disfrutar de un stand de maquillaje artístico patriótico y talleres de serigrafía y hula.

A las 18 comenzó el espectáculo central: un show multimediático dirigido por Ricky Pashkus, ícono del teatro musical, y Pichón Baldinú, referente y pionero del teatro aéreo.

El espectáculo comenzó con una performance que escenificaba lo que fue el retorno a la vida democrática y los últimos meses de la dictadura militar. Luego, recorrió década por década los 40 años de democracia, en la que un presentador o una dupla repasaba los eventos más importantes de esos diez y años y se intercalaba con actuaciones de cantantes y bailarines.

La década 1983-1993 estuvo a cargo de Mario Pergolini, quien recordó los años de Ricardo Alfonsín y, entre los logros de la sociedad durante esa primavera democrática, el juicio a las Juntas Militares. Hilda Lizarazu cantó "Hay que salir del agujero interior", de Virus, como cierre de esa etapa.

La segunda parte, que abarcó todo el menemismo y los gobiernos de De la Rúa y Eduardo Duhalde, estuvieron a cargo de una figura emblemática de esos tiempos: Moria Casán no sólo fue la presentadora, sino que también protagonizó el show que le siguió. La One recordó con acidez los anhelos de viajes a la estratósfera del expresidente Carlos Menem, la privatización de las empresas públicas, recordó la explosión de la noche porteña, contó que fue ella quien descubrió a Cris Miró y hasta se dio tiempo para anunciar dónde se iba a presentar esa noche luego del show en Plaza de Mayo. Recorrido histórico y PNT personal. Efectivamente, La One.


El rock dejó lugar a la cumbia a fines de los 90 entre los jóvenes y para ello apostaron a una figura popular del interior: Gladys, la Bomba Tucumana, interpretó La Pollera Amarilla e hizo bailar a la multitud que presenció el show.


La década del 2003 al 2013 estuvo a cargo de una dupla: Fer Dente y José María Muscari recordaron las leyes de matrimonio igualitario y de indentidad de género, rescatando los triunfos de la comunidad LGTB en cuanto a su libertad y sus derechos. El propio Fer Dente cantó tras ese repaso.

Los últimos diez años fueron presentados por Flor Vigna y Mariana Genesio Peña. El repaso invocó, inevitablemente, la pandemia de Covid del año 2020 y destacó al personal de salud, la comunidad científica y la importancia de la educación pública para poder salir de esa situación. Además, la conquistas de derechos como el aborto legal, el cupo laboral trans, la fertilización asistida gratuita, la tipificación del Grooming como delito, entre otras cosas. La frase final de las presentadoras fue que "en democracia, todo va a mejorar". No se escuchó ni rock ni cumbia, sino que el espectáculo finalizó con una batalla de freestyle.

"En esta celebración por los 40 años del retorno de la vida democrática a nuestro país, los argentinos nos unimos para reafirmar que la democracia es innegociable y es el único motor de paz, esperanza y libertad que tenemos para vivir mejor. En este día histórico para nuestro país, los argentinos juntos decimos: dictadura nunca más, democracia para siempre", sostuvo el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, quien llegó al lugar poco antes de las 16 junto a su compañero de fórmula, Gerardo Morales, y el jefe de campaña del jujeño, el tucumano José Cano. También estuvo Martín Loustau acompañándolo en el recorrido.

En la misma línea, el ministro de cultura de la Ciudad Enrique Avogadro agregó: “Hoy todos los argentinos celebramos aquella recuperación de la democracia con la firme convicción de no olvidar el pasado, pero con la necesidad de mirar hacia adelante. También, reconciliarnos con aquello que somos y con lo que aún nos falta. Hacer autocrítica, el sueño democrático no alcanzó a todos. El progreso no llegó de manera equitativa. Pero esto no significa resignarnos, sino inaugurar una nueva etapa y saldar las promesas incumplidas. Reconocer que no estamos en el mejor lugar, en el lugar que imaginamos hace 40 años, es el punto de partida para empezar a cambiar nuestro destino”.