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"No cuento mi historia para dar lastima": Lourdes, la niña que le canta a la vida

Historias de acá

La tucumana Lourdes Robledo nació con labio leporino y logró superarse gracias a la música. Tiene diez años y ya trajina los principales escenarios del folclore: “Con esfuerzo, todo se puede superar”. Videos.





Cuando tenía apenas cinco años, la tucumana Lourdes Robledo se soltó de la mano de su abuelo y se subió a uno de los escenarios del Festival del Poncho para cantar a capela “Bailando con tu sombra” de Víctor Heredia. Ese fue su primer contacto con el público, pero ya había elegido aferrarse a la música para superar un problema físico. Ahora, con diez años, trajina algunos de los principales escenarios de la movida folclórica con su música: “El canto me ayudó en las etapas difíciles”.

“Lourdes nació con labio leporino. Nos dimos con eso en el quirófano mientras le hacían la cesárea a mi esposa. Fue algo que nos tomó por sorpresa. Era nuevo para nosotros. A ella la operan a los cuatro meses del labio y, después, al año y seis meses, del paladar. Nos ayudaron mucho los médicos, ortodontistas, la fonoaudióloga y los terapeutas, pero llegó un tiempo en que veíamos que Lourdes no avanzaba. Un día, mientras esperábamos que mi esposa salga del trabajo, me puse a cantar un tema, Luna tucumana, y ella empezó a cantar conmigo. Se lo aprendió ahí nomás al tema”, cuenta Pablo Robledo, el papá de la cantante.

Cuando la escuchó cantar, Pablo descubrió que eso la ayudaba a mejorar su dicción. A los dos años, Lourdes empezó a ir a clases de iniciación musical con Cachi Pajón. A los cuatro, comenzó a aprender violín y después siguieron las clases de canto en el conservatorio de música. “Todo empezó como un juego y después empecé a aprender. Siempre canté folclore. A mí me encanta el folclore porque mi papá ponía esa música y yo cantaba”, comenta la joven cantante.

“Yo nací con labio leporino y vi que el canto me ayudaba a mejorar mi habla. Creo que, con esfuerzo, todo es posible. No cuento mi historia para dar lastima ni para victimizarme, sino para que vean que con esfuerzo todo se puede superar”, remarca la niña acerca de esta patología congénita que es bastante común y afecta a uno de cada 700 bebés. Lourdes no quiere ser un ejemplo, pero considera que su historia puede ayudar a aquellos niños que atraviesan situaciones similares.

La niña recordó aquel debut a los cinco años en el Festival del Poncho: “Subí a cantar por impulso y fue hermoso porque esa fue la primera vez que me subí a cantar y me traje un llaverito de premio. Después, a los seis, estuve en el programa Cacharpaya, ahí empezó mi carrera. Para mi es una emoción muy grande estar en cualquier lado cantando y bailando con la gente”. Desde entonces, Lourdes se ha presentado en varios festivales como el de la humita y el de la nuez. También ha compartido escenario con muchos artistas de renombre en la escena folclórica como Sergio Galleguillo, Facundo Toro y el dúo Orellana Lucca. 

“Me encantan las chacareras, me emocionan mucho. Las zambas me dan más melancolía, a mí me gusta más lo movido”, revela la niña que cursa el quinto grado en el Instituto Nicolás Avellaneda. Lourdes confiesa su admiración por Soledad Pastorutti y por Roxana Carabajal, con quien sueña compartir escenario algún día.

“Me gustaría seguir estudiando música y cantando. Me imagino cantando, estudiando, tocando el violín y siendo una gran artista en el futuro para representar a Tucumán. Me gustaría poder estar en Cosquín alguna vez”, cuenta quien en noviembre se estará presentando en el Cosquín Joven y ahora se encuentra preparando nuevo material discográfico.

Lourdes sigue cantando y sigue soñando porque cantar es su manera de soñar y también de vivir.

Escuchala cantar: