"Si compra zapato nuevo, en un mes se le despega": el secreto de Reinaldo, el zapatero de Barrio Sur
Hace 55 años entró como cadete aprendiz y no paró más: “El pegamento de fábrica lo tenemos nosotros que es un pvc, pero ese pegamento se pega, se resaca, se pone crocante y pum: al tiempito chau”. ¿Cuál es la posta? VIDEO

Reinaldo.
“Tener un zapatero de confianza es una maravilla”, jura Ana Pedraza. “Los que nacimos antes del 2000 tenemos la manía de hacer arreglar las cosas”, agrega Franco Carletto. Pero todo lo que se diga a modo de presentación queda corto cuando se habla de Reinaldo, el zapatero de Barrio Sur.
“Yo acabo de cumplir 71 años, el 26 de abril, antes de ayer. Y comencé antes de los 16 años. La vida me ha llevado a formar familia. Somos pocos los que quedamos, pero nos seguimos defendiendo. Es difícil manejar la plata con el tema de los materiales. Nos damos vuelta como podemos”, dice Reinaldo, uno de los pocos conocedores del cuero que quedan.
“Mi familia está compuesta con mi señora, con quien cumplí 50 años de matrimonio el 14 de diciembre pasado. Yo tenía 20 años y ella 16. Comencé en 9 de Julio 188, después vinimos con la patronal. Descubro que no me habían hecho los aportes y luego apareció una herencia no buscada, ésta: Congreso 215”.
¿Cómo nace el oficio? “Entré como cadete aprendiz y el mirar, el entrar en contacto con los materiales, con las trinchetas, uno va adquiriendo experiencia”, dice Reinaldo, el rey del tamango, con el ojo lo suficiente curtido como el cuero para saber qué llevan tus pies.
“Si compra zapato nuevo, en un mes se le despega. El pegamento de fábrica lo tenemos nosotros que es un pvc, pero ese pegamento se pega, se reseca, se pone crocante y pum: al tiempito nomás se despega. Los materiales son malísimos, las plantas de los zapatos de caballeros, la goma se desmorona, se quiebra. De las tres fuertes gomas que había (GoodYear, Vibrant y Febo), solo Febo está quedando”.
¿Qué pasa con los clientes? “Se quejan de los precios como en todas partes. Pero tengo un alquiler de 35 mil pesos más 11 impuestos”. ¿Y cómo se festeja? “Tiempo atrás era un partido de casados con solteros. Ahora es imposible hacer un asado. Soy el típico delincuente porque he conocido la calle de chico. A los 12 años iba con una jardinera a vender. Voy a brindar con una familia. He empezado muy temprano con la bebida hasta que aprendí que la bebida y el cigarro hacen mal. Juguito nomás”.