"¿Viste que podías dejar esa porquería?": la historia salvaje que emociona en Banda del Río Salí
Luis Cuellar llegó a latucumana de mañana con Lucas Giménez y conmovieron a Ana Pedraza en vivo: “Sí, es difícil contar esta historia, pero se puede”. ¿Cómo hizo? VIDEO

Luis y Lucas con Ana.
Esa remera naranja de correr que usa Luis Cuellar no le contiene el corazón. Se le sale a borbotones, como las gotitas de transpiración que suda cada día a cargo de Los Salvajes, mucho más que una escuela de atletismo en Banda del Río Salí con entrenamiento en Costanera Sur, en La Milagrosa y en el ex Palacio de los Deportes del Parque 9 de Julio.
“En lo personal tenía una deuda con el barrio y conmigo mismo. A mí me hubiera gustado tener un profe que me motivara a mí. Hoy, tengo chicos que desde los 2 años ya andan corriendo conmigo. Van con pañales algunos. Ellos arman los entrenamientos. Con 6 años saben lo que es un lanzamiento de bala, de jabalina. No creí que iba a ser tal el contagio por el deporte que viven los chicos”, cuenta el profe Cuellar, creador de Los Salvajes.
Entre esos niños, jóvenes y grandes, el profe llegó acompañado de Lucas Giménez, un chico de 19 años de Alderetes que cambió su vida: “Hace tres años y medio llegué a Los Salvajes. Antes hacía rugby, pero no me llamaba la atención. El profe me invitó a correr y vio que tenía potencial. Esa carrera fue mi primera competencia y el profe me dijo: ‘Yo te veo bien’. Y ahora estoy acá: ya tengo dos Nacionales”.
Si hay algo que no come Luis Cuellar es vidrio y jamás en su relato va a romantizar nada que no se ajuste a la durísima realidad que se vive en los barrios más postergados de Tucumán: “No te voy a mentir, Ana. Es un barrio jodido Soldado Tucumano, pero estos chicos están cambiando la historia de Costanera Sur. Demuestran que pueden vivir otra realidad, y que a través del sacrificio, del esfuerzo y de la perseverancia se pueden conseguir los objetivos. Yo, por ejemplo, tengo objetivos claros: sé que no se puede cambiar el mundo, pero sí el pedacito donde te toca vivir a vos. Y con orgullo les digo a todos: ‘Soy de la Banda del Río Salí, de la Costanera, del Soldado, soy Salvaje”.
Son muchas las historias que acompañan cada trote: está la de Juan Sánchez, un vecino de 82 años que corre los 5 kilómetros en 30 minutos; está la del Gordo, un niño de 8 años que anda en una bicicleta sin ruedas y necesita una para ir a la escuela y ayudar a su mamá con las compras en la verdulería, está la de Lucas, está la de Pichón, y está la de Pollo: “Es un caso que me ha llegado: Pollo sufría de adicciones, tenía 12 años cuando llegó a Los Salvajes y desde los 6 tenía problemas de consumo y una vida terrible. Un día lo veo y le digo: ‘Vamos corramos’. Pollo me dice: ‘No voy a poder’. Y cada kilómetro le costaba más, pero llegó: ‘¿Viste que pudiste? ¿Y no podés salir de esa porquería?’, le dije. Hoy Pollo es un referente en Los Salvajes y en el barrio. Se puede”.
“A mí un mayor o un niño me llegan igual al corazón. En el Palacio de los Deportes de Capital, en Soldado o La Milagrosa para las mamás que quieran acercarse, todo suma. El entrenamiento de cada chico te lleva a la merienda, hacemos colectas de zapatillas y estamos muy contentos. Gracias a la ayuda de Pepe Ramón y Darío Monteros vamos a inaugurar una sala virtual y el gimnasio de Los Salvajes. Un niño tiene que estudiar. La educación es una herramienta transformadora, pero se puede salir de esos lugares”, expresó.
La historia de Lucas también emociona: “Me ha cambiado bastante la vida, soy de Alderetes, estuve en la mala junta, pero cambió mi vida. Mis padres me acompañaron. Si andan en mala junta, traten de alejarse. Sepan que nunca están solos, siempre va a haber a alguien que los ayude. Quiero mandarles saludos a mi familia y a mis compañeros de trabajo que me dejaron venir”, cuenta el joven atleta con un gran futuro por delante.
“Es difícil la historia de Lucas. La mala junta te lleva por el mal camino, pero él cambió, ahora está triunfando y es una inspiración. Los chicos dicen: ‘Yo quiero ser como Lucas’. Hay muchos chicos como Lucas. Queremos competir a nivel nacional. Necesitamos el apoyo de sponsors, zapatillas, tenemos una página, mi facebook. Son 80 niños, 30 mayores, es mucho trabajo, pero disciplinándose se llega. El deporte re salva, re sana y se aplica en todos los ámbitos de la vida”, concluyó el profe Luis Cuellar, quien emocionó a Ana Pedraza en vivo: “Cuando hablamos de droga hablamos de un flagelo, tal vez la solución no la tenemos pero sí tenemos héroes. Y acá está uno. Estas son las historias que nos gustan contar”.