Top

"Somos felices aquí": Pepe Ramón y los chicos de Mipol, la empresa que conmueve a Tucumán

FM LATUCUMANA 95.9

Se abren las puertas de Mipol Repuestos y el lugar es grande, enorme. Con techos altos, como un corralón, o un supermercado, es enorme, hecho a imagen y semejanza del corazón de Pepe Ramón que emocionó a Ana Pedraza en vivo: "Me hiciste llorar, perdón, no puedo parar de llorar, perdón". Conocé a los chicos. VIDEO

Mipol corazón. Fotos y móvil Franco Carletto.





Se abren las puertas de Mipol Repuestos y el lugar es grande, enorme. Con techos altos, como un corralón, o un supermercado, alto enorme, que desborda, el lugar es difícil de dimensionar sin un plano a mano, pero sin lugar a dudas hecho a imagen y semejanza del corazón de Pepe Ramón y de la felicidad descomunal que habitan Gonchi, Tincho, Loli, Matías, El Mariscal, El Turco, Ale, Hernán y, por supuesto, El Picante.

Es un corazón que late en la esquina de avenida Belgrano y Ejercito del Norte con un capitán a bordo, un mariscal a cargo y un batallón de chicos y chicas que trabajan todos los días en la empresa que brinda soluciones, que trabaja en autopartes, que destila agua, que se mueve entre tornillos y arandelas, que le da una vuelta de tuerca a esta vida que nos ha tocado y que deja en claro, en serio, que con amor y esfuerzo todo puede ser mejor.

“Hoy estamos muy contentos porque es un día de alegría. No está completo el elenco, pero acá está Gonchi, del área reposición; Rodrigo alias El Picante; Tincho, el artista que canta con Los Leones; Dolores Orozco, la secretaria; Matías, a cargo del agua junto con el gerente de la división el popular Mariscal; y el Turco Namur que trabaja en Ventas”, infla el pecho Pepe Ramón, el gran Ramonazo, quien en este Día Mundial del Síndrome de Down ya mandó a pedir las bandejas de sanguchitos de miga con los que se celebrará en el break de las 10.30.

Los chicos que han emocionado a los tucumanos y tucumanas luego del video publicado por nuestro diario el viernes, hoy son los que hablan con Ana Pedraza siempre con la rigurosa presentación de Pepe, del gran Pepe, del empresario que emociona a Ana hasta las lágrimas, del hombre que entre tanta grieta, grito, bocina, municipal, bache y campaña se erige como el único héroe en este lío.

“La verdad que hemos formado un grupo hermoso. Es una tarea que hacemos hace 25 años. Es un proyecto de la empresa, siempre con la inclusión. La idea es poner un chico en cada una de las sucursales. Tenemos 8 empleados acá y uno en el otro local”, presenta Pepe. 

¿Quiénes son los verdaderos protagonistas de esta hermosa realidad que parece de película? “El Picante lleva muchísimos años; Gonchi y Tincho, un montón; la Dolores para qué vamos a hablar; Matías se incorporó en enero y fue impresionante su desarrollo; y El Mariscal lleva varios años. Es una tarea que la hacen con mucho amor, que la cumplen muy bien, que cumplen con horarios”.

Pepe pistea como un campeón, pero en el móvil de Franco Carletto llegó la hora de que el micrófono de latucumana pase de mano en mano y empiecen a hablar los chicos con El Turco Namur al volante: “Este año he decidido trabajar acá en la empresa con autopartes y les pregunto a los clientes qué quieren llevar y en vez de 1 se llevan 2”.

Los aplausos acompañan cada intervención. Como cuando habla Alejandro Rodríguez: “Hace dos años trabajo en el agua, me trata muy bien el jefe y los chicos”. O Loli, la encargada: “Mi mamá y mi papá están en el cielo, pero yo estoy contenta de trabajar acá”. O Tincho: “Hace tres años trabajo acá. Mis compañeros me tratan bien y además toco en Los Leones (un grupo con chicos con discapacidad y son un furor en toda la provincia)”.

Hasta que aparece él, el ají, el furor, el capo del condado, el que bate la verdad en prosa, el que a cualquier gallo le planta batalla, El Picante: “Me dicen El Picante porque soy picante, me gusta el rap picante, tengo el rap del picante, me gusta rapear, me gusta cantar. Gracias a Lili, a Eduardo, a Matías Ramón y a mi padrino Pepe”.

Es martes, pero parece viernes en Mipol. Este Día del Síndrome de Down se convierte en viernes. Y mientras empiezan a acomodar las mesas para los festejos, siguen los testimonios con Hernán: “Cuando es viernes acá el cuerpo lo sabe. Yo separo los códigos, yo separo los repuestos, con los chicos estoy bien, estoy feliz con Brian, con David, con Alejo, con todos los chicos que son amigos del alma. Por eso decidí venir acá todos los días. Siempre estoy feliz, soy feliz, todos están en mi corazón”.

La emoción desborda en el móvil y se mete en los ojos de Ana Pedraza, quien no contiene las lágrimas cuando habla con Pepe Ramón: “Todo lo que vos hacés a mí me emociona, les diste un lugar. Pepe es una persona inmensamente solidaria, que lleva adelante El Ramonazo con millones de pesos. Y ojalá esta provincia tuviera más Pepe Ramón”. 

“Todo esto se hace por amor. Lo mejor que podría pasar es que muchas empresas nos imiten para que la discapacidad no sea una frontera y estemos todos unidos”, se emociona también Pepe Ramón y deja el final para Ana y los chicos: “Me hiciste llorar a mí, Pepe. El trabajo es realmente conmovedor. Gracias”.