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"Papá, ¿por qué estás así?": la pregunta del hijo que cambió la vida de Pichón y la respuesta que emociona

FM LATUCUMANA 95.9

Eduardo López tiene 34 años, vive en Villa 9 de Julio y hoy mira a sus hijos con una sonrisa que no le entra en la cara. “En esa junta yo me sentía bien, bah, uno cree que se siente bien, pero después no aparece nadie”. Cómo salió adelante y cuál es la próxima meta. VIDEO

Pichón y su hijo, en el autódromo. Foto y video: Álvaro Simón Padrós.





“Siempre lo veo a ese video. Soy ese Pichón. Ese. No el de antes del video. Soy ese Pichón, el mismo que ahora”.

No se puede resumir una vida en cuatro minutos, pero cuando Eduardo Pichón López mira el video realizado por eltucumano se emociona como la primera vez. Porque es la historia de un muchacho de Villa 9 de Julio que corría lindo, flaco, largo, a las zancadas limpias bajo el sol, pero que cuando llegaba la noche todo cambiaba y el alcohol no tenía podio.

Cambié totalmente desde entonces. Pienso en cuidarme. Tengo 34 años, atiendo un kiosquito acá en Villa 9 de Julio, trabajo en un taller, y entreno, entreno todos los días hasta que me pasó lo que me pasó el domingo”, le cuenta Pichón esta mañana a Oscar Mazza y Gabriel Sanzano en latucumana 95.9.

¿Qué le pasó a Pichón? “El domingo pasado en la avenida Gobernador del Campo iba en moto y me caí. Fue un accidente tonto, choqué una piedra y el posapie de la moto me ha penetrado en el abdomen, me tuvieron que operar. Supongo que son lecciones que te da la vida, hay que parar un poco. La vida te hace descansar obligadamente. Por lo pronto me estoy recuperando. Me hicieron 17 puntos, tengo más puntos que San Martín”, se ríe Pichón.

Fanático de Atlético, no va al Monumental por un detalle que no es menor: “Quería ir este año, pero cuando vi a 2900 pesos la popular preferí gastar esa plata en vitaminas para el entrenamiento. Estoy en esa lucha económica, como todos, buscando sponsor porque uno llega a un nivel que ya con el agüita y el guiso no alcanza. Tenés que tomar un hidratador, la proteína, la zapatilla para que no te lesiones, muchas cosas”.

Esa risa con la que Pichón se ríe de los puntos que le tuvieron que hacer, ese lado positivo de ver las cosas aún narrando un accidente grave que lo tiene actualmente en reposo sin poder entrenar, ese es el lado, la forma, que a Pichón le ha permitido recuperarse de todo lo vivido y seguir para adelante, aún cuando la felicidad parecía estar en otra parte, en esa sonrisa falsa del pico de la botella, del "Vaciá", del “Unita más, Pichón”, o del famoso y popular dicho en Banda del Río Salí: “Un día hemos tomado tres días”.

“¿Qué encontraba en el alcohol? Era por parte por disfrutar, porque estaba separado, porque era un alivio. En esa junta yo me sentía bien, bah, uno cree que se siente bien, pero después no aparece nadie. Cuando mi hijo empezó a crecer todo cambió, cuando me preguntó por qué tomaba, cuando lloraba, cuando me decía: ‘Papá, ¿por qué estás así?’. Tenía que sentar cabeza. Y hoy llevo cuatro años sin tomar. Hoy mi hijo juega al fútbol en Argentinos del Norte y corre. Es lo que trato de que mis hijos hagan algo, lo que sea. Porque a mí el deporte me salvó, me ha cambiado la vida”. 

Volver a correr no fue fácil para Pichón, pero con la ayuda del gran Luis Cuellar y de la escuela de atletismo de Los Salvajes, lo hizo posible: “Fueron dos años de adaptación al atletismo. Mi vida era totalmente distinta a la de los chicos que tenían una base deportiva. Antes iba a las clases de entrenamiento con la panza llena de alcohol, fumaba, y el entrenamiento del lunes o martes la pasaba mal. Entonces me dije a mí mismo: ‘¿Para qué la voy a seguir pasando mal?’. Y se me fueron yendo las ganas de tomar. Empecé a cambiar la mentalidad, quería pasar a mi compañero, otra cosa. Cuando tenés un objetivo, no entran las tentaciones”.

Y tantos kilómetros recorridos, tanta agua transpirada, tanto todo dejado atrás en cada paso, en cada mañana, han dejado dos carreras que Pichón atesora en el corazón y asoma en el horizonte la que más desea correr: “La carrera más feliz fue una vez en La Banda. He corrido fuerte, han venido santiagueños, catamarqueños, pero corrí lindo y entré en el podio. Otra carrera que recuerdo fue una después del covid, que estuve con fiebre, pasándola mal. Pero lo mismo corrí, me fue mal en el resultado, pero cuando pasás la meta le terminás agradeciendo a Dios más allá del resultado”.

¿Y la tercera? “Mi objetivo son los 21k de Buenos Aires en agosto, pero hay un 21k en mayo en Lawnn Tennis. Ahora quiero recuperarme de mi salud y después viajar a Buenos Aires. Ojalá consiga el apoyo para viajar y pueda bajar el tiempo del año pasado: hice los 21k en 1h16’, pero de que vamos, vamos”.

Quienes deseen acompañar la carrera deportiva de Pichón pueden comunicarse con él al teléfono: 3815 49-4069. ¡Que vuele Pichón!