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"Tiraban naranjas si no les gustaba": el secreto mejor guardado de Cachito Ocampo

HISTORIAS DE ACÁ

El gran cantante de las calles tucumanas visitó los estudios de la radio con Oscar Mazza, contó lo que le pasó en un parque de diversión en Villa Urquiza, su edad y el encuentro que no olvida. VIDEO

Cachito, cantor popular.





El estudio será chico, pero el corazón de latucumana es enorme. Y en un rincón de nuestra hermosa casa-radio-diario de Moreno 250, de pie, canta para Tucumán y el mundo Cachito Ocampo, el pájaro cantor de la peatonal. “Desde los 12 años cantaba en la casa y en la escuela también. Aprendí guitarra para salir a cantar en los parques de diversiones, en los baldíos de los barrios, como en Villa Urquiza de donde soy yo. Cantaba donde tiraban naranjas si no les gustaba. Hasta canté en villas. Por suerte nunca me llevé naranjazos ni pedradas”.

Quienes anden al mediodía, cuando comienzan a caer las persianas de los comercios por San Martín y Muñecas, o al lado de la Iglesia San Francisco por las noches, habrán tarareado las canciones del gran trovador de la provincia, de este hombre de 74 años y pronto a ser bisabuelo por segunda vez en unos días.

“Ya tengo un bisnieto en camino para este mes, mi hija me acompaña a shows privados, canta conmigo también, y en la peatonal se anima porque quiere incursionar. Le gusta el tango, nada de la Gata Varela, sí de Nina Miranda, de Tita Merello. Ah, y también le gusta Karina”, explica Cachito, quien había grabado un maravilloso microdocumental junto a su hija para la mirada de Álvaro Simón Padrós en eltucumano.

La visita al piso de Cachito despertó un profundo recuerdo de Oscar Mazza: “Mi abuelo era bandoneonista. Cuando era chico iba a visitarlos, mi abuela hacía pastas y mi abuelo sacaba el bandoneón y tocaba ese tango con el que arrancaste: ‘Mi dolor’. Qué lo tiró. Cómo trae recuerdos la música, ¿no?”. “Así es, la música trae recuerdos. A mí quedó grabado un tango que escuché a los 5 y que hasta el día de hoy lo canto en la peatonal como Por una cabeza o Volver a empezar con Alfredo De Angelis”.

Con un recorrido marcado, Cachito ofrece su música al pueblo tucumano a cambio de un billete si sobra y si no hay no pasa nada: el guiño y el gesto amable no se negocia. “Antes adaba por todos los bares de la plaza Alberdi, por el Bar América, Carlos V, por los bancos. Ahora llego tarde cuando el comercio está cerrando, por la noche ando frente a las pancherías, al frente del teatro Mercedes Sosa”. 

Y es ahí, en el teatro, donde Cachito ha vivido el cariño de otros artistas como Palito Ortega, de quien es su principal admirador, y hasta de Rolando de La Berisso: “Cumplo el 8 de marzo, el mismo día que Palito. Tengo una satisfacción personal: él me pudo escuchar cuando yo cantaba frente al teatro. Yo estaba con mi hija y el equipo y Palito me ha sentido. Se acercó un muchacho del teatro, me dieron una entrada, pude pasar al palco y lo pude ver. Y también y se hizo viral Rolando de La Berisso”, recordó Cachito y, para el cierre, un himno en la versión de Palito: “Jenny, tengo que hablar contigo, siempre hablé como amigo, hoy quiero hablar de amor…”.