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"Con hipnosis se aclara todo y el paciente se cura": Albeano, el hipnoterapeuta de Tucumán

ENTREVISTA

"Antes de ser psicoanalista Freud fue hipnotizador": la terapia tabú que pocos psicólogos practican, explicada por un tucumano que la investiga y enseña hace 45 años.





Pensar en la hipnosis, seguramente, nos trae las mismas imágenes mentales a todos: el punto fijo en un círculo de dos colores que gira, un péndulo, un reloj de bolsillo, la cuenta regresiva, los actos inconscientes frente a un público, y similares.

Sin embargo, la práctica de la hipnoterapia (es decir, utilizar la hipnosis con fines terapéuticos) tiene un origen mucho más antiguo que el de su espectacularización televisiva en los años 90. Franz Anton Mesmer fue el gran precursor de esta terapia hace más de dos siglos, en Francia. Desde ese momento, la investigación de esta técnica de sugestión ha ido creciendo, aunque con un gran manto de tabú por encima.

Albeano Oscar Alderete Peralta (MP 599) tiene 82 años, de los cuales 45, es decir, más de la mitad de su vida, los lleva ejerciendo como psicólogo clínico especialista en hipnoterapia.

En 1978 presentó su trabajo de tesis en la Universidad Nacional de Tucumán “La hipnosis. Su aplicación en la clínica. Hipnoterapia”, recibiéndose, así como especialista en esta materia.

“La investigación de los orígenes de la psicología es lo que me encaminó en la hipnosis como terapia, supe que de esta manera era cómo se curaba tradicionalmente en Europa, y me doy con que el propio Freud comenzó su vida profesional en la famosa clínica de París, donde estaba un médico psiquiatra que practicaba la hipnosis y era director, y el propio Freud la buscó. Antes de ser psicoanalista Freud fue hipnotizador”, afirmó.

Según Albeano, la historia académica de Freud habría indicado que solamente 3 de cada 10 pacientes podían ser tratados mediante la hipnoterapia, es decir, la falencia en su caso era del 70%. “El habló desde su propia experiencia, los nuevos hipnotizadores somos muy exitosos, no nos interesa ni Freud ni sus opiniones. Yo en consultorio tengo un 90% de éxito con esta terapia, y por eso tengo que hablar así, no puedo encontrarle razón ni a Freud ni a los freudianos, y es que todo lo que él dice se basa en supuestos, no da la parte científica de explicar los fenómenos de los cuales habla”, refutó el psicólogo a sus colegas del área del psicoanálisis freudiano.

La vida de Albeano se divide entre la ciudad en donde viven sus hijos, Utah (Estados Unidos) y Tucumán, su lugar de origen. A pesar de encontrarse cambiando de lugar de residencia cada año y medio, no deja de trabajar en su especialidad, y por eso, hace aproximadamente un año, su publicidad se encuentra pegada en la vía pública: “Cuando regresé de EEUU la última vez quise publicitarme de manera rápida, por eso hice las pegatinas”, explicó, sobre la curiosa y llamativa publicidad de sus servicios que se encuentra pegada en distintas partes de la capital tucumana.

La idea de publicitar este tipo de terapia es para el profesor Alderete Peralt, no solamente una manera de trabajar, sino que promociona una manera de curar enfermedades psicosomáticas y traumas a través de este estado de semi-sueño mediante la sugestión: “No poder resolver algo a nivel mental hace que el problema se traslade a alguna parte del cuerpo por un órgano elegido a elección, es el más debilitado del cuerpo el que recibe toda la carga de la tensión nerviosa. El 90% de las enfermedades de la piel, por ejemplo, son psicosomáticas, porque la personas cuando psicosomatizan, lo primero que ataca es la piel, la gente descarga sus nervios sobre la piel”. 

Pese a la poca o mala fama de la hipnoterapia en Argentina, Albeano asegura que en otros países como EEUU, es habitual recurrir a este tipo de prácticas con un profesional para encontrar la raíz oculta de las enfermedades psicosomáticas, o para resolver o recordar los eventos traumáticos que necesitan ser clarificados por quienes no recuerdan lo que les sucedió: “Cuando la mente descansa de manera máxima, se clarifica y aparecen hasta los detalles más íntimos de la situación traumática que haya vivido un paciente. En ese estado de semi-trance él dice lo que siente que está viviendo en ese momento, porque vamos retrocediendo a días anteriores al día de la sesión, semanas, meses y años hasta llegar al momento del trauma y poder revivir todo, al punto que hacen rictus del dolor, se quejan, gimen, hacen todo lo que hicieron en el momento del ataque, al revivirlo les preguntamos qué está pasando, qué está viviendo, qué está sintiendo” explicó.

Al salir de ese estado, según el entrevistado, el paciente no recuerda con exactitud lo que estuvo vivenciando instantes antes, sino que es con los días posteriores y sumando sesiones que se pueden aclarar las ideas: “Al aclarar el hecho traumático el paciente se cura, se va el misterio de lo que le pasó, se va el misterio de no recordar, descubre el porqué de las cosas”, afirmó.

Otro de los usos de la hipnoterapia, según destacó este tucumano, tiene que ver con reducir miedos, y, por ende, reducir dolores: “Me llegan desde siempre pacientes enviados por odontólogos que están sufriendo mucho dolor mientras se les cura una infección, y también acompañé varias veces a mujeres que iban a parir por primera vez, mujeres que hicieron sus partos sin dolor. Es importante para mí que los médicos puedan tomar cursos y aprender cómo manejar a un paciente antes de que ingrese a un quirófano para que no se estrese en la cirugía, para que toleren con esta analgesia lo que se viene” aseguró.

A sabiendas de las discusiones que se generan entre los profesionales de la psicología por el uso de la hipnoterapia, Albeano aclara que está al tanto de las discusiones en vilo: “Esta terapia está muy juzgada, hay un prejuicio muy grande, en el colegio de psicólogos se ha cultivado durante muchos años el psicoanalismo a rajatabla, son freudianos, pero en otros países no existe el psicoanálisis como tal, la gente que consulta psicólogos elude a los psicoanalistas, sobre todo a los freudianos, porque en la teoría de Freud no hay certezas. Lacán, por ejemplo, estudió a Freud y hoy sus teorías son superadoras de las de su maestro”, opinó, sobre otra escuela de la psicología clínica.

En la publicidad del psicólogo, aclara que puede tratar los problemas de pareja y la violencia familiar. Sobre esto, aclaró que mediante la polémica práctica sería posible cambiar la manera de actuar del violento: “A la persona que es violenta, se la trata para bajarle el umbral de agresividad, para que no sea tan agresiva y pueda controlar sus impulsos, mejorando notablemente su vida en familia”, remarcó.

Antes de finalizar la entrevista, el doctor Alderete aclara que la hipnoterapia “no es magia”, tratando de cortar con la imagen del hipnotizador de circo que se tiene en cuenta al pensar en dicha práctica: “Se despiertan cosas de forma progresiva, por eso hay que hacer otras sesiones para sacar más elementos traumáticos, la terapia termina después de 20 o 30 sesiones, no en el acto. Yo de entrada explico que no hago magia, no soy mago de circo, no hago pases magnéticos. Si quieren ver un espectáculo que vayan a un teatro. La hipnosis terapéutica o médica es para curar enfermedades”, cerró.

Finalmente, te dejamos algunas imágenes en las cuales una paciente voluntaria fue parte de un encuentro en donde se buscó demostrar ante otros psicólogos el poder de la sugestión mediante la hipnosis: “Le sugerí a la voluntaria que se tornara tan resistente como una viga de madera y que no se doblara. Me senté sobre el vientre de la voluntaria y soportó más de 120 kg sin doblarse. Esta prueba voluntaria mostró que bajo un estado hipnótico el cuerpo humano puede resistir cualquier esfuerzo extraordinario sin alterar su funcionamiento y sin secuelas desagradables”.