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"Estoy en un celibato involuntario": el debut en el stand up de Javi El Vivo y los 12 apóstoles de Ana Hynes

¡A REÍRSE!

Tenía 6 años cuando se animó a bailar un tango y desde entonces lucha por su sueño de llegar al escenario. Breve historia de un gran tucumano y anticipo de Micumán 2.0, un show que promete carcajada pura durante dos horas y a un precio increíble. ¿Vamos?

Javi El Vivo tiene show. Hoy: sensacional estreno. Fotos: Álvaro Simón Padrós.





Tenía seis años cuando se lamió el pelo con limón, se hizo un bigotito arrabalero con corcho quemado, se ató una bufandita prestada y nació Javi El Tanguero. Ya a los 7 años, siempre con la ayuda incansable de su amada madre, cortaron una corona de cartulina, improvisó una barba de algodón, y ya fue Melchor para montar un camello imaginario para ser Javi El Rey Mago. A los 8, un poquito más grande y como premonición de lo que hoy contará, se batió el pelo, se abrió el cuellito de la camisa, se puso un poco de gel y cantó "A veces gano, a veces no" y nació Javi El Mambrú: "Sí, actualmente, estoy en un celibato involuntario".

Sean todos y todas bienvenidos al sensacional estreno que este viernes a las 21 horas tendrá a Javi El Vivo, a Javier Cacieccio, periodista, móvil, actor, cantante, alma, corazón y carcajada de eltucumano y la tucumana en el escenario de El Griego con su debut en el arte del stand up junto a los 12 apóstoles de la gran Ana Hynes en el fabuloso show llamado Micumán 2.0.

“Micumán es un show de stand up que lo organizamos entre 12 comediantes todo gracias a Ana Hynes quien es nuestra profesora. Y así es, todo comenzó desde muy chico. Estoy muy emocionado porque es la primera vez que me subo a un escenario aunque siempre estuve en actos escolares. En 1er grado subí a bailar tango aunque no sabía bailar tango pero yo quería figurar; en 2do grado me disfracé de Rey Mago y yo era el principal y el que hablaba; en 3er grado me subí a cantar una canción de Mambrú en un acto escolar por el Día de la Familia; y de ahí en más en 4to salí en la tele porque había jugado la Bandera y dije que me sentía como Belgrano, y en 5to y 6to siempre tratando de figurar en coros. Es decir, figurar pero con contenido. Siempre estoy pensando qué le puede llegar a querer gustar a la gente”.

Sin spoilear, ¿qué encontraremos esta noche? Somos todes pibes que enfrentamos diferentes historias y que para enfrentarlas hemos decidido ser comediantes. Somos personas comunes que hemos decidido contar historias comunes para hacer reír a los otros y canalizar la bronca y esos problemas que no están resueltos y que tienen a través del humor. Somos 12 los apóstoles de Micumán y los mundos que se cuentan son amplios. Hay un tipo que es adicto al porno, una piba a la que le realmente le cuesta muchísimo hablar en público, tenés pibas que literalmente ve muertos, hay una piba que tiene problemas con la dueña de su departamento porque ella y la novia de ella tienen profesiones controversiales, lo que es trabajar en la administración pública para una chica que trabaja en la municipalidad de Concepción, y en mi caso específicamente hablo de lo mal que me va en el amor, que es muy contradictorio siendo Javi El Vivo. Estoy en un celibato involuntario. ¿Cómo puede ser que me pase esto?”, se ríe nuestro galán.

“Es un show de dos horas y cuesta 500 pesos, imaginate. No es nada. Dos horas haciéndote cagar de risa. Llena mucho que la gente te aplauda. ¿De qué se ríe la gente? A la gente le duele el día a día. Cuando se da cuenta de que no es la única que lo sufre, se puede llegar a reír. Le molesta la suba de colectivos, le molesta la bajada de bandera ahora a 120 pesos, le molesta los cortes, los piquetes, la nieve negra con la que jugábamos de pendejos que le da mucho odio y también ya se caga de risa al igual que con los cortes de Edet. O sea, vos lo sufrís, pero en un punto no te queda otra que reírte con el otro, con vos, con todos, como si no quedara otra”.

Con su señora madre en primera fila como siempre, Javi El Vivo adelanta y sueña: “Tengo muchos chistes sobre mi vieja. Siempre he querido ser actor, cantante. No se me dio por la realidad que tuve de pendejo, pero quise entrar de muchas maneras a través de los coros, de las obras de teatros, los estables, hice talleres de teatros muchas veces y ahora llega esta noche. Ojalá sea el puntapié para una carrera y que empiecen a pasar las cosas con las que siempre soñé. Ojalá eso suceda”. ¡Que se abra el telón, amigo! ¡Acá está tu hinchada!