Top

"Gigante dormido": la Hostería Atahualpa Yupanqui cumple cinco años

ANIVERSARIO

El 27 de septiembre de 2017, el alojamiento renació en los cerros taficeños. Un emblemático edifico que se transformó en una de las joyas más grande de la ciudad.





Con ocho décadas cumplidas y sin poder darle fin a un proyecto que empezó en el 46, la Hostería Atahualpa Yupanqui renació un 27 de septiembre del 2017 y desde entonces, el gigante dormido, marcó durante cinco años un nuevo punto de inflexión en la historia de la ciudad del Limón.  

De cara a un nuevo aniversario, la trayectoria de este emblemático lugar tuvo un descanso memorable para todos los ciudadanos. Con el pasar de los años la fe por recuperar y revalorizar la obra parecía esfumarse. No obstante, durante la gestión del Intendente Javier Noguera, lo que parecía muerto resucitó de entre las cenizas y volvió con mucha más fuerza. 

En los vastos recuerdos, la historia tiene vieja data. Comenzó en el 46, durante la gestión del intendente taficeño Hugo Gelsi. En aquel gran descampado que existió escondido entre los cerros azules y espacios verdes, iniciaba un ambicioso plan de obras cuya finalidad era la construcción de un Hospital para enfermos de tuberculosis. 

Los primeros en participar en la construcción fueron Ettore de Bonis, maestro mayor de obras- y sus hijos Aldo y Armando de Bonis, quienes ayudaban a su padre en las diferentes tareas. “Mi papá era recaudador municipal, un hombre que sufría parálisis infantil. Él junto a mi tío fueron uno de los primeros contratados. A pesar de su problema tenía muchas ganas de trabajar y participar en el proyecto”, explicó Leticia de Boris, hija de Don Bonis.  

La idea inicial del proyecto era brindar apoyo y asistencia médica para las personas que, en ese entonces, padecían de tuberculosis. Por una serie de inconvenientes con el gobierno de aquel entonces, el plan de obras desistió. 

Uno de los tantos recuerdos que aún se mantiene vivo en las mentes de los vecinos que contemplaron aquella época era el camino por donde transitaban los obreros para llevar los materiales. La famosa Paysandú. Antes del amanecer, cuando a duras penas cantaba el gallo, los trabajadores ya estaban de pie para iniciar la rutina. Esperaban que el sol comience a dar claridad al día y listo, ¡manos a la obra!

Las obras incumplidas fueron trasferidas al municipio taficeño por la Ley N° 3.579 el 4 de julio de 1969. Desde ese entonces, y hasta el año 2017, el destino del lugar tuvo una suerte muy dispersa. Algunos vecinos atestiguan que fue utilizado como un hotel alojamiento donde concurrían adultos, pasÓ por una escuela de verano para niños y, asimismo, también para fines militares durante la última década. 

 

Con un extenso territorio de casi 3 hectáreas, 2.500 metros cuadrados, rodeado por plantaciones, montañas y una vista histórica de la Capital del Limón, la verdadera gema taficeña, prendió sus luces un 27 de septiembre y desde entonces no se apagó. La hostería Atahualpa Yupanqui, nombre que lleva en honor al “Padre del Folclore”, inspiro a la gestión municipal actual para darle vida a un lujoso y cotizado lugar de descanso, donde taficeños y turistas de todos lados deciden hospedarse.