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Hernán Iramain: "Quiero dejar escrito mi nombre en la historia del entretenimiento"

MANO A MANO

Sentado al lado de la barra de Primera Instancia, ocupa una mesa para cuatro personas solamente él. Creador de la Retrofiesta, empresario del entretenimiento, relacionista público y gestor cultural, de hecho Hernán Iramain es muchas personas a la vez pero no cambia la esencia cada vez que asume un nuevo desafío. Sus comienzos, sus secretos, la clave del éxito y su sueño.

Hernán Iramain, el número 1.





Hernán Iramain está sentado al lado de la barra de Primera Instancia. Ocupa una mesa para cuatro personas solamente él. Creador de la Retrofiesta, presidente de IDEAR (Industria Del Entretenimiento Argentino Tucumán), relacionista público, gestor cultural, de hecho Hernán Iramain es muchas personas a la vez pero no cambia la esencia cada vez que asume un nuevo desafío. Su nombre ocupa un lugar protagónico en los escenarios tucumanos y, durante la exclusiva entrevista con eltucumano, relatará como nunca sus comienzos, sus secretos, la clave del éxito y su sueño: "Quiero dejar escrito mi nombre en la historia del entretenimiento”.

-Hernán, contame qué cosas te hacen feliz en la vida, en este momento de tu vida.

-Hoy me hace feliz poder cumplir los sueños, los proyectos que alguna vez tuve en mi cabeza. Cosas que las veía como muy lejanas. Y hoy la vida me encuentra con 39 años recién cumplidos. Y con todos esos sueños concretados, plasmados, visibilizados, materializados y la verdad es que eso me llena de satisfacción el alma. Sueños como poder ayudar en esta tarea social que venimos desarrollando hace unos meses, poder ayudar a los cercanos, a los amigos, o a alguien que no tuvo la dicha, la suerte o la oportunidad que por ahí tuve yo en la vida.

-¿Cómo comienza tu día?

-Todo lo bueno que a vos te viene lo tenés que compartir. Y eso es lo que hago a diario. Siempre me levanto y lo primero que hago es escribir y dar las gracias por todo lo bueno que sucede cada día en mi cuaderno de gratitudes que llevo conmigo. Voy agradeciendo todos los días por las cosas que pasan. Somos energía, manejamos energía. Atraemos lo que vibramos. Si pensamos todo el tiempo en cosas malas, en cosas negativas, llegan todas cosas negativas y a la inversa. Si pensás en todo lo bueno, si pensás en positivo, si compartís tu felicidad, vuelve triplicado.

-¿Cuáles son los momentos que te marcaron en la vida?

-Tengo varios momentos de mi vida que me fueron marcando. Cuando yo era chico, siempre tuve una capacidad muy grande para relacionarme. Así como el jugador de fútbol nace con el don de jugar, de pegarle bien, de poner un pase, de ponerla al ángulo, yo siempre tuve una facilidad innata en relacionarme con la gente. Siempre fui un cultor de de las relaciones públicas. Desde muy chico me gustó siempre la noche y me lo inculcó mi viejo. Mi papá con sus hermanos salieron muchísimo de noche, eran conocidos en la noche, y yo de chico mamé eso en mi casa. Empecé a salir desde los 14 años. Lola, Coyote, Lancaster, el Metrópolis de los Farías son algunos de los nombres con los que empecé.

-¿Cuánto cambió la noche y cómo creció la Retrofiesta que este sábado tiene su segunda fecha del año en el Hotel Sheraton?

-Muchísimo. Se bailaba lento, no existía el celular, todo tan, pero tan distinto y ahora ya se conoce a alguien antes de ir a buscarlo, antes de verlo. Facebook o Instagram te permiten otro tipo de relación. Yo en su momento, después de haber trabajado con Javier y Corcho Farhat, Ricky Farias, me largué solo y el 9 de abril del 2005 hicimos nuestra primera Retrofiesta. Metimos 1700 personas en el salón VIP del hipódromo. Hicimos unas cuantas en 2005, 2006 y 2007, luego paramos y volvimos de lleno en el 2010 y desde entonces la fiesta no paró de crecer: Xanadú, Recórcholis, Natación y Gimnasia, Terrazas San José y ahora desembocamos ahora en lo que fue los hoteles el año pasado en el Hotel Hilton y este año ya en el Hotel Sheraton. Fuimos rompiendo límites.

-¿Qué te ha enseñado la noche?

-Fuimos trascendiendo en la noche, fuimos ganándonos el respeto de los colegas, haciendo bien las cosas: el respeto te lo ganas dando el ejemplo. En esto hemos hecho mucho hincapié en la seguridad, cumplir con todos los requerimientos y, aunque muchos lo saben y otros se están enterando ahora, soy abogado, trabajo en el Poder Judicial hace muchísimos años y soy un hombre de derecho. Entonces la vida y la carrera me han enseñado que las cosas hay que hacerlas como corresponde, ajustadas a derecho y eso también ha sido un sello distintivo.

-¿Cuáles son las claves para haberte ganado el nombre que tenés? 

-En primer lugar te tienen que gustar. Es como todo: cuando algo te gusta, cuando algo te apasiona, todo es mucho más fácil. A mí la noche siempre me apasionó. Soy como una esponja: soy un tipo que mira muchísimo, me gusta aprender mucho de los que saben y de los que han sido leyenda. Hemos compartido tardes y noches enteras de café con Rubén Urueña, Corcho Farhat y Ricardo Farías, tipos que han sido iconos de esta actividad. Y no puedo dejar de olvidarme de un hermano que me dio la vida: Antonio “Tony” Ortiz Tanco, propietario de Jazmín De Luna, quien me enseñó todo cuando yo no era nadie. De ahí tomás lo mejor y tratás de perfeccionar lo que vos creés que se puede mejorar. Es un arte y es perseverancia. Y así como me ha tocado estar en el mejor momento de la fiesta, haberme ganado un nombre, un 26 de agosto del año 2018 me tocó fundirme en un festival en la Sociedad Rural. Estaba empezando mi cumpleaños y estaba llorando porque estaba viendo cómo me fundía y como iba a tener que salir a flote. Tuvimos que vender una casa en Yerba Buena para pagar a cada proveedor y que nadie se vaya sin cobrar. ¿Cómo se hace para durar tanto tiempo? Ser serio, tener palabra y cumplir. Tu palabra y más en este rubro vale oro, es un cheque en blanco. Así he ido abriendo puertas, no solo a nivel local, me he abierto puertas en Buenos Aires. Me he ganado la confianza de muchos artistas de Buenos Aires y con trato directo sin intermediarios. Hoy hablamos con Los Auténticos Decadentes, con Vilma Palma e Vampiros, con Los Rancheros, con El Símbolo, con Los Sultanes, con Raúl Porchetto, con Miguel Mateos, El Rey Pelusa, Amar Azul y muchísimos artistas más.

-¿En qué detalles no se debe escatimar ni fallar?

-La palabra es tu carta de presentación en cualquier lugar. Y después vas a ir desde lo más macro a lo más chiquito. No puede fallar en la seguridad por todas las cosas que que implica la noche. Sabemos que la noche siempre estuvo estigmatizada. Y por eso yo también un poco he querido romper con ese mito de que en la noche pasa todo lo malo. No es verdad. En la noche pasan muchas cosas buenas y la gente se lleva muy lindos recuerdos de noches hermosas. Hay cosas buenas y cosas malas, como en la política, como en las empresas, como en cualquier actividad. Primero: si se decide emprender o hacer un evento, elijan bien el lugar. Segundo: lo primero que tenés que hacer es ponerte de acuerdo con el intendente, el delegado comunal o la persona que tenga la potestad de habilitar la fiesta e iniciar los trámites previos de habilitación. Muchos anuncian una fiesta y no han sacado un permiso: contrato de locación, bomberos, Defensa Civil, las medidas de seguridad necesarias, las salidas de emergencia, los matafuegos, la habilitación municipal del lugar, una póliza de responsabilidad civil. Y recién después viene el marketing, la parte comunicacional, un buen trabajo en redes sociales, un buen trabajo en diseño gráfico. La imagen es todo. No hay una segunda oportunidad para una primera mala impresión.

-La parte más burocrática. Y recién cumplido todo eso empezás a jugar, a crear.

-Y acá recién empezamos a jugar: te tenés que ir adaptando a los nuevos cambios generacionales y tenés que ir sabiendo qué es lo que le gusta al público. La Retrofiesta por ahí empezó siendo una fiesta con música 80, 90, donde después le sumamos grupo, donde después le sumamos temática, donde después le sumamos producción y donde siempre estamos tratando de ponerle un valor agregado para que la gente pase una noche distinta. Por ejemplo ahora con los hoteles. Sumamos la posibilidad de la estadía de poder vivir una experiencia completa donde llegás a las tres de la tarde, te hospedas, pedís servicio del hotel, tenés una botella de champagne en tu habitación, disfrutás con tu amigo, con tu pareja, con quien hayas decidido ir y te quedaste el otro día además de tener las entradas incluidas para la fiesta. Entonces se vive otro tipo de experiencia y en eso consiste y en formar buenos equipos. Nadie hace nada solo. El que cree que hace todo solo está equivocado y está condenado al fracaso.

-¿Qué soñás a futuro? ¿Cómo te gustaría ser recordado dentro de muchos años?

-Le decía a Alejandro Urueña y Ricky Farías hijo: "Nosotros somos la continuidad de tu viejo, nosotros somos la continuidad de Rubén Urueña, de Ricardo, de Corcho, nosotros somos los que tenemos que continuar con esto y mejorarlo". Yo quiero trascender en esta actividad y quiero ser recordado como Hernán Iramain y dejar escrito mi nombre en un pedacito de la historia del entretenimiento. Siento que lo he hecho, que he podido cumplir ese sueño de dejar escrito mi nombre si me muero mañana. Hay una parte de la historia que está escrita con 17 años de trayectoria, de una fiesta instalada en la sociedad y que este sábado volverá a ser única.


El recuerdo de Rubén Urueña

“Rubén es mi segundo papá, tengo mi papá biológico que se llama Hernán Iramain, el que me dio la vida, y mi papá de la vida que es Rubén Urueña. Fue una leyenda, un fuera de serie, un tipo al que todavía siento la necesidad de marcar el número y preguntarle por dónde es, cómo se sigue, un tipo que tenía la palabra justa, el consejo exacto y una mirada única. Sobre todo en estos últimos años, compartí muchísimo. Lo iba a buscar a su casa, cargábamos la silla de ruedas de mi auto, nos íbamos a tomar café a Havanna, nos íbamos a comer a La Querencia, hacíamos muchas cosas. En el último Atahualpa y en la última Retrofiesta estuvo presente. Y se hizo porque él hubiera querido que se hiciera: Rubén quería eso. “Hacé la mejor fiesta, divertite, metele para adelante. Lo recordemos feliz: Él quería eso, él quería eso.