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El Rey de las kermeses: don Rolo, 70 años de animar la fiesta de San Roque

FIESTAS PATRONALES

Ya sea en las celebraciones de San Roque, Santa Rosa, San Cayetano, la Virgen del Rosario o cualquier festejo patronal, la imagen ya es clásica: don Rolo Juárez agita su lotería y te invita a participar de la kermés que sigue a las procesiones.

Don Rolo, agitando la lotería.





Cada 16 de agosto, los católicos recuerdan a San Roque en todo el mundo. El santo, nacido en 1295 en Francia, guarda detrás de su anclaje místico una historia en medio de una pandemia, pero casi 1000 años atrás: los registros de la época que llevaron a la canonización de Roque en 1584, indican que, en su época, en medio de la peste, inició un peregrinaje por varias ciudades de Italia para dedicarse a curar a las personas infectadas por dicha enfermedad.

A pesar de que los registros sobre las fechas y la vida de Roque varían, en lo que coinciden todos es que murió en cautiverio. En teoría, contagiado de la peste negra, el hombre que antes habría recorrido decenas de ciudades con sus poderes curativos ahora estaba solo y recluido de la sociedad. La historia del santo cuenta que un perro propiedad de un hombre llamado Gottardo Pallastrelli, robaba cada día pan y comida de la mesa de su amo, y se la llevaba a Roque, al tiempo que lamía sus heridas. Este es el principal evento por el cual se le asigna al santo el poder de curar a los enfermos y a los animales.

En Tucumán, la iglesia de San Roque está ubicada en calles Haití y Av. Avellaneda, y cada vez que llega el 16 de agosto, una gran comunidad se aglomera en la puerta del templo, para realizar la procesión por dicha avenida hasta calle Marcos Paz, para girar a la izquierda en Balcarce, bajar por calle San Juan y regresar así al templo, en donde empieza lo que para algunos es la mejor parte de todas: la kermés.

En medio de la comida callejera, la música, la alegría y los animalitos que realizan la procesión del santo, se juega la lotería. Rolo Juárez tiene 81 años y desde los 12, es encargado de una gran lotería. “Desde que eran 2 cuadras de kermeses yo trabajaba aquí, pasaba el tranvía, la gente se corría así pase, después el trole, al haber más tráfico ya nos pasaron acá a la calle Haití. Esto es patrocinado gracias al Club Avellaneda Central. Mientras sale la procesión paramos de jugar, recién cuando vuelven aquí seguimos jugando”, explicó don Rolo en la nota de Javi El Vivo, para eltucumano.

Lo que quizás pocos se imaginan es que Rolo viene de una familia de “kermeseros”, es decir, de toda una tradición de alegrar y divertir a quienes participan de las fiestas patronales: “Mi papá me enseñó este trabajo a los doce años, vengo una familia de kermeseros, mi padre lo fue, luego mi hermana, mi hermano, ahora mi hijo, está mi hija que también es contadora que trabajó conmigo, mi otro hijo que es profesor en la universidad también a veces me ayuda”, confesó.

Las kermeses, sin embargo, son itinerantes, por lo tanto, don Rolo tiene que vivir el día a día con otro trabajo: “Soy el taxista kermesero, en todas las fiestas patronales estoy con mi lotería y mi chocolatín, pero el resto del año soy taxista”.

Como un símbolo presente de las distintas festividades católicas de tradición antigua, don Juárez con sus 80 años ya identifica hasta el clima que suele acompañar a cada santo: “A veces llovía un 15 o un 17 de agosto, pero nunca nos llovió un 16, siempre estuvo lindo el clima para San Roque. En cambio, para Santa Rosa el 30, uff, nos llovió varias veces y perdimos plata los puesteros”, nos dice.

En estos momentos mientras se realizan las actividades recreativas que siguen a la procesión, el kermesero tucumano invitó a todos a llegarse a celebrar a San Roque hasta las 00:00. “Quedan todos formalmente invitados, a las 12 de la noche termina esta fiesta, agradecemos a la Municipalidad y a su intendente por darnos permiso y al padre por su colaboración, hay muchas familias que vienen acá a hacer unos pesitos más para el hogar. Vienen de descendencia de kermeseros muchos, gracias por acompañarnos”.