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Experimental y sensorial: Salguero rescata la música ancestral de los valles calchaquíes

Crítica musical

En su último disco “Pachakuti” el músico tucumano Manolo Salguero revuelve el tiempo y los sonidos con canciones profundas que exploran nuevas sonoridades. Escuchá de qué se trata.

Fotos: Gabriel Lemme.





Los melómanos siempre estamos en la búsqueda eterna de nuevos sonidos y este disco de Manolo Salguero llamado “Pachakuti” que según el concepto del propio autor significa: revolver el tiempo. En un doble sentido, perderse en el tiempo viejo y renovarse en el tiempo nuevo. Eso en la cosmovisión andina es como planificar y modelar, dar forma a un futuro que traerá ineludiblemente elementos recurrentes del pasado, pero de forma nueva y diferente. 

El disco contiene canciones profundas donde es notable que cada golpe de bombo toqueteado por alguna maquina electrónica logra un sonido único, una forma de transmitir y explorar con instrumentos para llegar a un concepto que claramente el autor logra representar en esta obra.

Manolo Salguero no solo es un tipazo sino que también es músico, compositor, productor. Se dedica también a la docencia y a la investigación y sabe compartir, es de esos que no se guarda nada y te explica y cuando te habla lo hace mirándote a los ojos. Formó parte del grupo vocal Los Sureños y de YaTeBuaAvisa y editó su disco “En Camino” como solista en el año 2017. Actualmente, comanda el estudio El Altillo en donde graba, edita y produce a artistas locales de renombre.



Este álbum experimental está dedicado a la música ancestral de los Valles Calchaquíes con nuevas sonoridades, compuesto por obras de su autoría y recopilaciones, con producción de Javier Nadal Testa.

Hasta acá presentamos a los padres de la criatura, pero qué es la criatura y de qué trata. Acá vamos.


 Durante muchos años (desde 2010 en adelante), Manolo se ha dedicado al estudio, la investigación y la participación en expresiones musicales y culturales de nuestras comunidades indígenas con sus costumbres ancestrales y tradiciones comunitarias. Ha trabajado en la recopilación de audios y videos de espacios compartidos, colectivos y comunes con presencia y constancia, forjando así un estrecho lazo con diversas familias de cantoras, cantores, comuneras y comuneros en algunos territorios de Tucumán y Catamarca.

De esa vivencia, de esa experiencia, de ese torrente es que comienza a gestarse en Manolo, en su proceso creativo, en su intención de sonar, de cantar, de decir la pulsión por un gran trabajo: un álbum experimental dedicado a la música ancestral de los Valles Calchaquíes con nuevas sonoridades, compuesto de obras de su autoría y recopilaciones.

 Este disco esta gestado por grandes pensadores del arte tucumano como la excelentísima Nancy Pedro en asistencia de producción, Carolina Ramos en fotografía, Javier Nadal Testa en producción musical y artística y también se dieron el lujo de dar con un tejido de arte de tapa realizado por la inconmensurable Natalia Sierra

Se trata de un disco con muchísimo trabajo de investigación y producción donde cada nota, sonido o golpe está colocado estratégicamente para causar una sensación en quien escucha. Según el autor “las canciones tratan de diferentes cosas, vienen del mismo lugar: de lo sensorial, de lo que me pasa con algunas personas, situaciones, percepciones del tiempo que vivimos. Son como una pequeña ventana hacia adentro. La composición es algo nuevo en lo que encuentro alivio. Uno saca cosas que tiene guardadas y, al cantarlas, te desnudas ante los ojos de quien escucha. Es aterrador, pero al mismo tiempo sanador. Las canciones elegidas están porque junto a las mías arman la urdimbre de lo que me viene atravesando y moviendo las fibras del cuerpo, el canto con caja, su historia, la vida y la música, la música y la vida como un todo en esta expresión”. Para mí no se trata de un disco experimental sino de un disco sensorial.
 
Concepto y elección de las canciones, según el autor

1- Pacha (Manolo Salguero)

Pacha es una canción cuya melodía llegó a mí de manera luminosa. Estaba en casa recordando un encuentro de vidaleros en Palo Blanco, Catamarca, y en ese lugar tuve como una experiencia musical de reminiscencias muy antiguas, entonces tenía una caja cerca, comencé a tocarla y salió instantáneamente toda la melodía, solo voz y caja. Luego compuse la letra que tiene un poco de esa cosmovisión andina sobre los ciclos de la tierra, los astros y el anhelo de volver a ser uno con la tierra y la naturaleza, en estos tiempos que tan maltratada está. La canción termina con la palabra Pacha Kaylla un término andino que en concepto significa el espacio no visible, el horizonte, el interior, lo que viene, lo que podemos construir. Con esa idea del nuevo tiempo resignificando el pasado y construyendo el presente en el hoy.

 

2- Felisa Balderrama (M. Salguero – L. Aragón)

Felisa Arias de Balderrama es una coplera amaicheña con la que compartí muchos encuentros. En el año 2014 para la ceremonia de la Pachamama, la cual se hace todos los años en Amaicha del Valle donde se elige a una mujer del lugar como la personificación de la madre tierra, me encontraba casi de manera casual en casa de Felisa cuando ella fue elegida Pachamama, entonces viví toda la ceremonia de coronación y ofrendas muy de cerca la cual me atravesó para siempre. Durante los años la seguí visitando y disfrutando de sus ocurrencias. Escribí esta letra en su honor y su reivindicación de las luchas vallistas por el agua y la resistencia a la mega minería que tanto daño han hecho en el lugar. Un día me animé en un encuentro y se la canté delante suyo. Felisa fue árbol de un gran ramaje de copleras nacidas de sus entrañas.

Comparto esta canción con Nancy Pedro, con quien hicimos un trabajo de investigación sobre el canto con caja y su legado, que concluyó con un podcast llamado “Copla Viva” estrenado en 2021 en las plataformas del Centro Cultural Kirchner. Con Nancy hicimos la última entrevista a Felisa.

 

3- Plumita (Nancy Pedro)

Durante el proceso de creación de Pachacuti, me encontraba paralelamente trabajando con Nancy Pedro en su disco “Una”. En ese disco hay una canción de su autoría que se llama Plumita, la cual es una canción hermosa de despedida y agradecimiento a un ser querido. Durante ese período me tocó despedir a mi padre y esa canción me brindó un enorme cobijo al poder hacer mías sus palabras, agradecer haberlo querido y podido amar y que haya partido sabiéndolo. Decidí incluir esta vidala en mi disco como un homenaje y agradecimiento a mi padre, el Piro Salguero.

 

4- Los días (M. Salguero – L. Aragón)

Los días es una letra escrita en Buenos Aires una sombría tarde de 2018 que llegué a casa luego de caminar muchas horas por la ciudad observando niños y gente de todo tipo viviendo en las calles, buscando comida en la basura durmiendo en portales. La escribí con mucha bronca hacia las clases dominantes que manejan nuestros destinos, pero con una esperanza de que siempre del barro nacen las flores más hermosas, y siempre, aunque nos agobie la realidad, el amor y la luz nos hacen seguir. En el medio de la canción hay una poesía que la escribí cerca de la fecha como un derrotero de los días, pero aceptando que el caminar nos hace poner de pie siempre. La música es de mi cumpa Luciano Aragón con quien compongo mucho y supo encontrar la melodía justa para lo que quería expresar.

 

5- Un Amaicha soy (Celia Segura de Andrade)

Ya hablé anteriormente de doña Celia Segura de Andrade, esta copla le pertenece y es una bandera de reivindicación a la memoria y el presente de los pueblos auténticos de la región diaguita calchaquí, sus costumbres y su cosmovisión. Cantan muchísimas mujeres poderosas a mi modo de ver. Una es una cantora tucumana de mucha trayectoria, Angélica Camuñas junto a un grupo de 40 mujeres que pertenecen a un plan del Ministerio de Desarrollo Social de Tucumán que se llamaba “Ellas hacen” al cual Nancy Pedro, su docente, resignificó a “Ellas Dicen, Ellas Cantan”. Un grupo de mujeres que nunca habían cantado y hoy lo hacen de manera fluida y empoderada. Todo el proceso antes de la grabación fue de aprendizaje y de enriquecimiento en cada encuentro.

 

6- Florcita i cardón (Celia Segura de Andrade)

Celia Segura de Andrade fue una coplera Amaicheña por la que siento una grandísima admiración, escuché esta copla de su voz y caja, la compuso ella. Me atravesó desde la primera vez que la escuché, por su frescura, su sencillez y al mismo tiempo profundidad, es como esa atmosfera metafísica del valle calchaquí donde todo lo mágico es. Elegí esta copla para continuar tejiendo el entramado musical y vivencial de este valle luminoso donde el tiempo y el espacio se resignifican.

 

7- Flores de Santa Lucía (Leopoldo Deza)

Es una hermosísima canción de mi admirado y talentoso amigo Leopoldo Deza, su letra pinta el paisaje tranquilo y sereno de las tardes amaicheñas. Las flores de Santa Lucia son de color azul, crecen cerca de las acequias o ríos en el valle y tienen bajo la flor una hoja cerrada que contiene un néctar que se extrae en forma de gota y tiene propiedades curativas para los ojos.

 

8- Halos de Cristal (M. Salguero – Hernán Bolletta)

Según algunos científicos, los halos de cristal fueron el primer estado del agua en la tierra, el agua, que viajó por el universo para hacerse vida en la tierra y marca nuestro ciclo vital en sus estados. Esta canción es un viaje poético musical desde los orígenes del agua y como ésta es esencial en su recorrido por la tierra generando vida. Una forma de tomar conciencia de lo importante que es cuidarla y defender nuestras fuentes de agua potable. La compusimos junto a Hernán Bolletta, a quien pertenece la música, cuando nos tocó vivir en una casa casi un mes sin suministro de agua corriente.

 Acá podés escuchar el disco completo: Pachakuti