Música, maestro: Roberto Buffo, cinco doctorados y una vida llevando la batuta
En el Día del Director de Orquesta, el hombre al frente de la sinfónica de la UNT visitó El Precio Es El Mismo y habló de todo. Su formación, el talento y el oficio de conducir una orquesta: “Para estudiar música hay que tener mucho coraje”. Video.

Buffo en el estudio de El Precio Es El Mismo.
“Yo a los 17 o 18 años ya sabía que me iba a quedar soltero y que no iba a tener hijos. Es lo mejor que he hecho en mi vida”, revela en tono confesional Roberto Buffo, director de la Orquesta Sinfónica de la UNT, a Carlo y Sebastián en El Precio Es El Mismo y luego remata: “Todo el tiempo es para mí, nadie tiene un día de 40 horas”. No es casualidad que gran parte de ese tiempo se lo haya dedicado a la música. Tampoco es casual su presencia en el programa: hoy se conmemora el Día Internacional del Director de Orquesta y Buffo es quien lleva la batuta.
Los 13 de julio se celebra el Día Internacional del Director de Orquesta en honor al director austríaco Carlos Kleiber quien falleció el 13 de julio de 2014 a los 74 años de edad. Muchos lo consideran el último gran mito de la música clásica. El tucumano Roberto Buffo confirma la leyenda que lo hace merecedor de semejante homenaje: “Hay un consenso mundial de que su técnica de dirección y su musicalidad eran insuperables, por eso se ha establecido la fecha de su muerte como el Día del Director de Orquesta”.
“Empecé a dirigir de viejo, vengo de una familia donde no hay músicos. Yo quise estudiar música y choqué con la oposición de mi papá y terminé haciendo música a pesar de todo”, confiesa el director de la sinfónica cómo decidió volcarse al estudio de la música a pesar de la resistencia familiar. “Me dije qué voy a hacer con mi vida, no me voy a sentar a ver la tele y a acumular colesterol y morirme de un infarto a los 58 y ya tengo 59… Para estudiar música hay que tener mucho coraje… Una cosa es ser melómano y otra cosa es ser músico profesional, son cosas completamente distintas”, destacó.
Su periplo vital y profesional está marcado por el estudio constante de diversas disciplinas hasta dar con la música, su verdadera vocación. Además de ser ingeniero agrónomo y farmacéutico, Buffo acumula la friolera de cinco doctorados: Doctor en Dirección de Orquesta, Coros y Vientos y en Piano, Música de Cámara y Acompañamiento Vocal e Instrumental en la Universidad de Minnesota (EEUU), Doctor en Musicología de la Universidad Católica Argentina, Doctor en Ingeniería de Alimentos y Doctor en Humanidades. Además, estuvo al frente de la Orquesta Sinfónica de la UNT durante dos períodos: del 2004 al 2009 y desde 2016 hasta la actualidad.
Para Buffo llevar la batuta de una orquesta implica mucho más que saber de música. También hay que saber conducir un grupo humano numeroso con todo lo que eso implica: “He dirigido varias orquestas y a veces la empatía con los músicos está y otras veces no. A veces, no veo las horas de que termine el concierto y no volverlos a ver y hay veces que me invitan de vuelta porque hay onda con la orquesta”.
¿La música es matemática o una expresión de sentimientos? ¿Es fruto del talento innato o de la disciplina y el trabajo constante? El director dio su mirada respecto a uno de los debates centrales en las distintas artes: “El talento es la condición necesaria, pero la voluntad es la condición suficiente. Los talentos naturales a veces son peligrosos, porque la gente confía demasiado en el talento natural”. Lejos de los mitos que rodean a los grandes compositores de la historia de la música, Buffo apela a un baño necesario de realidad a la hora de concebir el quehacer artístico: “Yo les digo a mis alumnos del conservatorio que esa figura del músico incomprendido, paria de la sociedad, que se muere de tuberculosis a los 27 años… Esa es una idea romántica de la música. La obra de arte pura no existe. Cada obra de arte fue escrita por una persona que sufría, que iba al baño, que se despertaba, que dormía y que se murió… Los compositores no eran semidioses”.
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