"¡Estoy lista!": Rosa Gallardo, la vendedora de las calles de Tucumán se prepara para Gran Hermano
Tiene un pasado increíble que incluye la creación del santuario de Gilda en el barrio Diza, sánguches en las obras de construcción, venta de preservativos en El Bajo y un amor sin medida para sus nietas y ahijadas: "Ellas me ayudaron a mandar el video".

Rosa Gallardo, lista para el Gran Hermano.
“Me gusta vender, vendo de todo. Espero ser elegida. Soy una leyenda tucumana, el que no conoce a Rosa Gallardo no conoce a Tucumán”. Así se presenta Rosa, Rosa, tan maravillosa, para ingresar a la casa de Gran Hermano 2022. Virtudes le sobran para revolucionar el programa que comenzó el casting nacional y ella ya mandó su video: “Mis nietas y mis ahijadas me ayudaron. Confío en entrar. Ya hice la promesa”.
Mística, creyente, Rosa Gallardo vive cerca del santuario de Gilda, pasando Barrio Diza, un santuario que ella ideó luego del inexplicable desenlace de la cantante popular tan querido por nuestro pueblo. “Yo soy la creadora del santuario de Gilda. Siempre que le he pedido, siempre me lo ha dado. Yo a Gilda la vi por primera vez en Elegidos. La vi tan flaquita que quería llevarle comida. Y cuando la vi de nuevo, le dije a mi marido: ‘Algo le va a pasar cuando sea más famosa’. Y se murió de esa manera tan triste. Tengo raíces santiagueñas y tengo ese más allá en mí”, le cuenta Rosa a eltucumano.
“Cuando muere Gilda, le pregunto a mi marido: ‘¿Son 7 en total los que ha muerto, verdad?’. Cuando me dice que sí, que eran siete, lo supe: Gilda va a ser milagrosa. Después de llorar todo, fui a un kiosco en Congreso y Lamadrid, le he encargado la primera revista que saliera sobre Gilda, le prendí velitas, le pedí que me ayude, y me ayudó. Después de 15 años de diálisis, llegó el milagro y salvó a mi cuñada”.
Con esas manos que Rosa Gallardo ahora prepara bollos y rosquetes con sus nietas y ahijadas, antes preparaba sánguches riquísimos que vendía a los albañiles en las obras de construcción: “No hay obra en Tucumán donde no me hayan comprado los sánguches. Siempre trabajé. Cuando me quedé sin trabajo en Carrusel, cuando trabajaba como camarera en La Chica 10, empecé a vender preservativos en El Bajo. Me acercaba a las parejas y les contaba del sida y de cómo cuidarse. Hay personas que todavía me lo agradecen”.
Siempre madre, siempre amiga, siempre generosa con el otro, siempre con un consejo listo bajo su sombrero que la caracteriza mientras vende de todo en la calle San Martín, Rosa Gallardo vio el anuncio del programa de Telefe sobre el requisito fundamental para ingresar a la casa más famosa: “Leí de 18 a 101 años y supe que esta era mi posibilidad. Me enseñaron mis nietas a mandar el video y estoy lista para entrar a jugar y hacer valer mi estrategia. Tengo fe de que me van a llamar. Sí, me van a llamar, ya le pedí a Gilda, y al Todopoderoso. Estoy lista. Sé que lo estoy”.
Rosa con sus ayudantes especiales: "Mis nietas me ayudaron a mandar el video a Gran Hermano".
Rosa y su sombrero característico: "Todos me conocen y no se olvidan de mí. Trabajé de todo, siempre vendí de todo, la gente me quiere mucho".