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"El guardián del surco": terror en medio de la cosecha de la caña

PARANORMAL

Un relato paranormal contado por Exploradores Urbanos, que cuenta la reciente historia de terror que habría sufrido un joven operario de una cosechadora en medio de la noche.





En estas épocas invernales, la noche tucumana lejos de ser silenciosa tiene muchos trabajadores rurales trabajando arduamente por la caña de azúcar, esa materia prima que le da el sustento a miles de familias. Esta historia, relatada por los Exploradores Urbanos, habla de una de esas misteriosas situaciones que suceden en la soledad de los surcos cañeros mientras se trabaja sin descanso: “Oscar es un joven oriundo de Yonopongo, localidad ubicada dentro del departamento Monteros en el sur de Tucumán, este joven asegura hace poco haber tenido una experiencia con algo desconocido”, comienza el relato.

“La historia de nuestro protagonista comienza una noche de madrugada de mucho frío, muy cerca de donde el reside, justamente en pleno campo tucumano, en plena cosecha de la caña de azúcar. Este joven junto a su familia residen actualmente en una vivienda ubicada dentro del predio de una finca en la cual se cultiva la caña de azúcar. Ellos se encargan de cuidar este lugar, y Oscar junto a su padre se dedican también a trabajar en estos cultivos con el fin de incrementar sus ingresos”, sigue.

“Hace unos días, el dueño de la finca adquirió una moderna cosechadora, por lo que permite también realizar tareas en horarios nocturnos, en fin, diríamos que ahora los obreros trabajan hasta en horarios poco habituales como lo son durante la noche. A Oscar le habían ofrecido ser operador de esta nueva máquina, rápidamente se adaptó al trabajo, el hecho es que el joven en un determinado momento de la noche se encontraba en un sector de la finca rodeado por los cañaverales, solo, era una noche muy gélida, la luna emitía luz propia, las estrellas brillaban, él estaba muy concentrado en su trabajo, en terminar lo que el patrón le había pedido, y lo hacía bastante bien, de hecho ya no le faltaba mucho para culminar la tarea” cuentan los narradores del terror, contando lo que hasta ese momento, parecía una noche normal.

Todo hasta que velozmente ve pasar por el frente de la máquina que el conducía una pequeña sombra negra corriendo a gran velocidad. Él describe que sintió como si hubiese chocado a esta cosa. Al principio se sorprendió, no se asustó, luego de unos segundos se puso a pensar que podría haber sido un animal, quizás una liebre o algún otro, así que no le dio importancia y continuo su tarea, ya le faltaba poco por concluir”.

“Al avanzar unos metros más, alcanza a divisar algo, es como un tronco de árbol que está en medio de los surcos de caña, algo extraño, es de color oscuro. Detiene el ritmo de la máquina y se baja para intentar quitar aquello, al acercarse ve que es como una bolsa de residuos, pero luego puede ver unas garras, dedos largos, esta cosa parece tomar forma, se observa un pequeño cuerpo, una cabeza grande, dos pequeñas piernas y brazos, manos y dedos largos, mucho no distingue las facciones, es como una sombra. Esta cosa empieza a acercarse hacia Oscar, el retrocede y se queda paralizado”, afirma el relato, que también fue compartido en Tucumán Paranormal.

Solamente los trabajadores rurales comprenden que en medio de la soledad, los mayores aliados suelen ser las mascotas: “Muy pronto los perros de la casa donde vivían estos cuidadores de la finca llegaron, comenzaron a ladrar a esta cosa, que al verse acechado por los animales se escabulló velozmente entre la plantación de caña, los perros lo siguieron, pero luego de unos segundos regresaron emitiendo una especie de aullido bastante triste, por lo que Oscar dejó todo y se volvió a casa acompañado de sus perros”, cuentan.

“La gente del lugar decía que aquella entidad que aparece en los surcos de caña es el guardián, el mismo que los anteriores patrones trajeron para que protegiera sus tierras”, cerró el aterrador relato de este joven de Yonopongo.