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"¡Muchísimas nenas necesitan su vestidito! ¿Para qué guardar?": la mamá tucumana que emociona

Iniciativa

A raíz de su historia personal sobre la Primera Comunión de una de sus hijas, Vanessa decidió hacer una publicación en las redes sociales, pero descubrió algo muy triste: "Me dolió en el alma".





En una sociedad profundamente católica como la Tucumana, la mayoría de nuestras niñas y niños realizan uno de los sacramentos más celebrados de la infancia, después del bautismo: la Primera Comunión. Este acto significa recibir por primera vez la eucaristía, es decir, participar de la consagración del pan y el vino tal cual lo habría hecho Jesucristo en la última cena, y en representación de esta distribución entre los fieles, la hostia.

Sin embargo, más allá del acto en sí, este evento religioso tiene a su alrededor toda una preparación festiva que va desde una kermés con comida, música y juegos, hasta la vestimenta y el peinado. En los niños, un trajecito, y en las niñas, un pomposo vestido blanco que por costumbre, desde antaño, se confecciona en las más finas telas, significando para la mayoría de las familias una esperada inversión, casi tan grande e importante como la confección de un vestido de novia. Por supuesto, como cada gran inversión, no es un gasto al cual todas las familias puedan acceder, y este es el caso de Vanessa Rodríguez, una tucumana que pasaba el peor momento cuando la mayor de sus tres hijas recibía su Primera Comunión, hace algunos años.

Cuando mi hija mayor necesitaba todo para su Comunión, yo pasaba los peores momentos de mi vida y una amiga me prestó el vestido. Luego vino la comunión de la segunda, para la cual tuve menos dificultades. Ya para mi tercera hija que hizo la comunión el año pasado, lo compré al vestido con mucho sacrificio y le dije a mi mamá ‘no lo venderé, lo voy a regalar para una nena que necesite’”, rememoró esta mamá de la Banda de Río Salí.

“Yo veo que para mis hijas fue una ilusión muy grande estar arregladas en ese momento, ser el centro de atención, presumir… un vestido de comunión sencillo y ya hecho, hoy está desde $8000 para arriba, y depende del modelo y tela, claro”, detalló Vanessa para eltucumano.

En las redes sociales, esta solidaria tucumana escribió: “Busco nena que esté por realizar su Primera Comunión este año y sus papis no puedan comprarle su vestidito, tocado y bolsita, quiero regalarle todo de corazón, por favor que sea una nena que realmente lo necesite”, cerró. Casi de inmediato, los mensajes de quienes necesitaban el ajuar se multiplicaron en Facebook.

“Ya me lo pidieron al vestido, ya me comprometí. El sábado llegarán por mi domicilio una nena llamada Nicole junto a su mamá… Pero quiero contar que me duele que mucha gente me lo pidió desde el momento uno que publiqué, a muchas nenas les hace falta. Al día siguiente, una chica me llamó diciendo que una vecinita de ella hacía la comunión este año, y que es una niña que se quedó sin mamá y sin papá hace poco, me dolió en el alma no poder darle a ella. Sigue faltando un vestidito para esa nena, y para muchas otras cuyas mamás o familiares me escribieron”, remarcó, sobre el gran alcance que tuvo su iniciativa solidaria.

“Una señora me dijo que lo debería haber prestado y luego pedir que regrese para prestar a otra nena, pero yo ya tuve la iniciativa de regalarlo. Muchísimas mamás me mandaron mensajes, Messenger, me llamaron, sería indo poner un roperito comunitario para los nenes y nenas. Para qué lo vamos a tener guardado al vestido... ¡para que se ponga amarillo!”, opinó, incentivando a que todos aquellos que cuenten con este ajuar se animen a compartirlo en comunidad.

“Yo pasé muchísimas cosas y entiendo lo que es no tener para un vestido nuevo en un momento importante y muchas cosas más. Me gustaría que las personas se unieran en estas cosas, y que si tienen el trajecito de varón y el vestidito, lo presten, verán cuanta gente lo necesita”, finalizó esta mamá de 39 años, que comprendió la gran satisfacción que se siente desprenderse de algo, para hacer feliz a otro, u otra.