"No te dan ganas de nada, el desgano es tremendo": el hipertiroidismo según las tucumanas

“Tengo tiroides” aseguran muchas personas cuando se enteran de que tienen alguna dificultad en esa zona del cuerpo. Aseguran, sin embargo, vanamente, puesto que tiroides tenemos todos. El problema es que esta glándula endocrina ubicada debajo de la laringe, que tiene como función principal producir las hormonas tiroideas T3 y T4, a veces falla.

Estas importantes hormonas son sustancias químicas que circulan a otras partes del cuerpo a través del torrente sanguíneo, siendo indispensables para el normal funcionamiento del organismo. Cuando hay problemas con la producción de T3 o T4, se produce algún trastorno en las personas que puede derivar en hipertiroidismo e hipotiroidismo, nódulos, toriditis, bocio multinodular, y hasta cáncer de tiroides. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que aproximadamente unas 750 millones de personas padece de alguna patología tiroidea, de las cuales un 60% lo desconoce.

Desde el año 2008 se habla de tiroides a nivel mundial, para concientizar sobre la importancia de estar atentos a los síntomas que indican alguna falla en la producción de T3 o T4. Los principales síntomas son Fatiga y cansancio, aumento o pérdida de peso, alteraciones o variaciones del estado de ánimo, estreñimiento, dolor de garganta, hinchazón en el cuello, aumento de la sensibilidad al frío, debilidad muscular, dolores articulares, alteraciones en el ciclo de menstruación, cambios en la piel, cabello y uñas, infertilidad en mujeres jóvenes, ronquera.

“Siempre tuve síntomas pero nunca ni yo ni los médicos lo relacionaron a un hipertiroidismo, los tomaban como síntomas aislados” explica Cristina (40) a eltucumano.

“Por ejemplo, toda la vida se me cayó mucho el pelo, no sabía que eso era un síntoma de estar mal, hasta que un día sin querer en un posteo de Facebook en donde enumeraban los síntomas de tener algún problema con las tiroides, y el que más me llamaba la atención era el de tener una sensación de cansancio sin motivo aparente. Esto, hace unos diez años. De ahí dije bueno, voy a ver un médico, y efectivamente tenía este problema”, revela, develando así la incidencia de utilizar las redes sociales para informar y difundir información médica verídica.

 “Al mes de la medicación ya me empecé a dar cuenta de los cambios. Tenés que estar atento porque a veces pensamos que es normal sentir cansancio, fatiga, pesadez, a pesar de no haber hecho nada para sentirnos así. Otra cosa que me llamó mucho la atención es que no me podía concentrar nunca, mi falta de concentración era tremenda. Con la medicación si cambió algo esto. Ha sido un antes y un después de la T4. Una sola vez en esta década tuvieron que ajustarme la dosis”, nos confiesa esta tucumana que supo que padecía hipertiroidismo recién a los 30 años.

“No es solo estar atento a lo que tu cuerpo te dice, quiero decir que no solo tiene que ver con ese aumento desmedido de peso sin medida, también hay una baja notable en el estado anímico”, dice Cristina.

“Cuesta mucho regular y mantener la tiroides, no hay que frustrarse, inclusive muchos se dan cuenta de que las tiroides están con algún problema porque haciendo dieta y ejercicio no bajan de peso, o al revés, no suben”.

La recomendación “Vayan al médico, ahí les van a hacer muchos estudios. En mi caso tenía cálculos en las tiroides, y se disolvieron por la medicación, pero si no me enteraba de este problema, podría haber derivado en un cáncer”

El consejo de Karina, otra tucumana que vive con la ingesta diaria de T4 a causa del hipertiroidismo, nos dice: “Acompañar la mediación con gimnasia me resultó fundamental. El ejercicio te ayuda a que se active el metabolismo, si bien la T4 te ayuda, cuando activas con gimnasio y buena alimentación podés estar mucho mejor. Lo de la caída de cabello lo tomé con normalidad, pero yo tenía la lengua muy hinchada” recuerda, sobre su sintomatología física.

“Además tengo una alopecia difusa, es decir que si tengo por ejemplo un bebé y lo quiero amamantar, directamente me voy a quedar sin pelo. En mi caso siempre pienso que solo unos pocos meses debo alimentar a mi hijo. Yo estaba a destiempo en la facultad, hasta el razonamiento lo tenía mal, me sentía tonta, me generó cierta depresión. No pasaba de año, me dormía, no me concentraba. No me sentía en carrera comparada con los demás” nos comenta, hablando de esta misma falta de concentración que cuenta Cristina.

“Me di cuenta del hipertiroidismo por mi primo que estudiaba medicina. Para mí, las cosas que me pasaban eran por estrés por la carrera universitaria que estaba haciendo. Te agarra un estilo de depresión, el mundo va en movimiento y uno siente que va muy atrás. El cuerpo cambia porque tenés desgano de salir a caminar, no hay ganas de hacer nada, entonces  aumentas de peso. Dejé la facultad un año por este desgano, ahora ya estoy graduada”.

En cuanto a Daniela, otra tucumana que sufre hipertiroidisimo, recuerda que en su caso “muchísimo cabello se me caía, me lo tomaba normal. Me sentía mal aun estando bien en varios aspectos de mi vida, tenía falta de energía, no quería hacer nada. No me pasó tanto de las uñas quebradizas”, nos cuenta esta mujer que se enteró de su condición recién cuando tenía 38 años.

“Es un desgano difícil  de superar, todo te cansa, el prepararte para una salida aunque sea un súper plan cansa, y si lográs asistir a alguna reunión volvés  agotada. Si antes ibas a varias juntadas en el día, cuando estás mal medicado solo vas a 1 con suerte. Yo soy muy mala paciente, no soy un buen ejemplo, es más, me enteré hace poco que no debería regularme sola la T4 porque da taquicardia” 

“Les diría a todos los que tienen síntomas o que ya tienen diagnóstico que se informen, la información  hace conocer los síntomas  más frecuentes. Que vayan a un buen profesional. Todo tiene solución, basta con ser constante con la medicación”, cerró.

Si tenés estos síntomas sin motivos aparentes, recordá acudir a tu médico de cabecera para que te realicen los estudios correspondientes e indagar en un posible problema con tus tiroides.