"Pelé papas todos los días durante meses, pero valió el esfuerzo": Mica, la joven tucumana que cumplió lo soñado
Tiene 23 años y trabajó día y noche rompiéndose las manos para cumplir su meta. Lo logró y junto a su novio Diego (25) y Sofía (28) le cuentan a eltucumano por qué se puede y cómo lograrlo. VIDEOS

La famiglia unita.
“Me la pasé meses pelando papas todos los días (literal más de 20 bolsas de papa a la semana) y hoy estoy aquí”, tuitea Mica Juárez y su historia conmueve, emociona e interpela. “Aquí”, es Acerno, un encantador pueblito de 3000 habitantes de la provincia de Salerno, Italia, donde la joven tucumana de 23 años vive desde hace dos semanas junto a su novio Diego (25) y a Sofi (28), hermana de Diego.
El sueño de Micaela es el de muchos jóvenes tucumanos que quieren emigrar de nuestra provincia y de nuestro país. “Con mi familia tenemos dos verdulerías y yo siempre ayudé. Mi primer sueño era ir a ver a Atlético contra Gremio. Ahí fue cuando mi papá me dijo que trabajara si quería ir, que me esforzara”.
“Pensaba cómo hacer para juntar dinero para ir a Brasil y pensé en el chico del frente de la verdulería que vende pollos. Yo le ofrecí encargarme de las guarniciones. Desde entonces pelé papas todos los días durante meses, pero valió el esfuerzo. Hasta 20 bolsas por día pelaba, y me encargaba del resto: de limpiarlas, cortarlas, cocinarlas y prepararlas para la venta. Ganaba 30 pesos por cada guarnición y así ahorré. Cuando fui a la cancha contra Gremio, me di cuenta que podía proponerme lo que quisiera”, le cuenta Mica este viernes a eltucumano.
Mientras Mica se llenaba de tierra las uñas y se quemaba los dedos con aceite al freírlas, algo no le encajaba: “Era un trabajo re lindo, que me encanta, que extraño, pero la realidad es que para muchos jóvenes que trabajamos en Tucumán el sueldo no nos alcanza para nada. Cada día nos aumentaban más las cosas, y te das cuenta que trabajás para sobrevivir y que nunca llegás a fin de mes. Es muy triste, pero es así”.
Al lado de Mica, quien habla por WhatsApp en altavoz con eltucumano desde Italia mientras se cocinan las milanesas de la cena, están Diego y Sofi. Y Diego suma otro punto de vista al deseo de irse de Tucumán en busca de otro futuro: “En Tucumán, si sos joven, es muy difícil que encontrés que alguien más de tu edad piense en la posibilidad de tener su propia casa, en ahorrar. Primero porque no te alcanza y después porque vivimos al día y para la joda. Yo mismo jugaba tres o cuatro torneos de fútbol, salía a la noche, estaba con mi novia y soy diseñador gráfico en Vortex. Pero no pensaba en un futuro posible en Tucumán”.
Ante el deseo de un futuro mejor, en esta parte de la historia es cuando aparece el árbol genealógico de Diego y donde la historia cobra ribetes fantásticos: Acerno, donde ahora viven los jóvenes tucumanos, fue el pueblo desde donde muchísimos italianos llegaron a Tucumán en los albores del siglo pasado. Tal como escribe Paola Lorini Savelli en la página tucuman.italiani.it: “La inmigración acernesa a América del Sur se produjo entre 1878 y 1914 (...). Los 130 acerneses que salieron en la misma fecha constituyeron la primera cadena migratoria que llegó directamente a Tucumán”.
Así lo cuenta Diego: “Yo sabía que mi bisnono era de Acerno, y teníamos que venir a esta comuna para los papeles de la ciudadanía. Pero cuando llegamos acá al pueblo, la comuna estaba cerrada. Esa noche dormimos los tres (mi novia Mica, mi hermana Sofi y yo) en un departamento que conseguimos por Airbnb, pero contando de dónde éramos nos enteramos de que todavía teníamos familiares acá en Acerno y es en la casa de mis tíos donde ahora estamos viviendo”.
Entre tantas cosas mágicas que están viviendo Mica, Diego y Sofi, conocieron a Giovanni, un italiano que vivió y se casó hace 40 años en Tucumán. “Es too much todo: como estar viviendo en la casa de los tíos de mi novio. O que todo el pueblo se movilice para ayudarnos. Hasta los chicos ya saben que somos los argentinos del pueblo. Nos ayudan en todo, nos regalan cosas ricas, chocolates en el súper… Es más: esta mañana tenía una entrevista de trabajo y olvidé mi celular en el colectivo. Un pasajero lo devolvió a la empresa, nos contactaron y, acá estamos: con el celular que pensé que había perdido hablando con vos”.
“Estamos acá, super agradecidos con todos. Sentimos que los planetas se alinearon, que nuestros ángeles, que nuestros viejos, todos nos acompañan. Por eso cuando pensamos en volver a Tucumán, decimos en italiano: ‘No lo so’ (No lo sé). Quisiéramos trabajar y ahorrar para que nuestros papás vengan a visitarnos. Tenemos muchos amigos que se vinieron, conocidos que están por venir. Ojo, Italia no es el mejor país si querés ahorrar, pero hay que intentar hacer la prueba”.
¿Cómo siguen los planes? Mica planea estudiar para chef en Madrid, Diego es un delantero goleador y analiza una oferta del club local para jugar el torneo de la próxima temporada y Sofía se debate entre Alemania y Andorra para vivir. Sea el destino que sea, las distancias son cortas y el reencuentro está garantizado. Lo que no quiere Mica es dejar de dar un consejo para quienes ya le han expresado sus deseos de imitarla: “Me han dicho que los he inspirado a tomar el mismo camino. Recuerdo cuando pelaba las papas trabajando para cumplir un sueño. Y lo único que puedo decir es: si tenés sueños, proponételos y trabajá duro. Porque los sueños están para eso: para cumplirlos. Como decimos con Diego y con Sofi: puede ser una buena o mala experiencia, pero si no la vivís, nunca sabés qué puede llegar a pasar. Nunca”.
Me la pase meses pelando papas todos los días (literal mas de 20 bolsas de papa a la semana) y hoy estoy aquí en Europa por cumplir los sueños que tengo ????✨????
— Mιcα ✨ (@MicaJuarezOk) March 31, 2022
Persigan siempre sus sueños, porque posta que se cumplen!✨???? pic.twitter.com/wNEG6InTTS
¡Bellíssimo!