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La leyenda de Mamá Sara: la deidad femenina que hace llover en Tucumán

LEYENDAS DE AQUÍ

En un lunes de lluvias inagotables en toda la provincia, te contamos la historia de la madre del maíz, que hacía llover después de jornadas de calor extenuante y sequías.





 

Desde esta madrugada, llueve en todo Tucumán. Prácticamente en cada uno de los rincones de esta provincia el agua cae de manera liviana, pareja y sin dar tregua, como diciendo ‘todavía no me voy’. A pesar de que es común esperar lluvias en verano, es sabido para quienes tienen trabajan la tierra que a veces los veranos castigan y no hay agua suficiente agua y humedad para sus cultivos.

Este pedacito de tierra que se denomina cariñosamente como “el jardín de la República”, como se sabe, estuvo habitado originalmente por tribus descendientes principalmente de los Diaguitas – Calchaquíes. Junto con esta innegable y rica tradición que muchos tucumanos poseen en sus raíces, sus costumbres y su cultura, vienen las leyendas y mitos populares, esos que son necesarios reflotar cada tanto para que no se olviden ni se pierdan.

Con respecto a días como estos, en muchas casas descendientes de las tribus calchaquíes podían decir que es obra de la Mamá Sara, o la Saramama, o Mamazara. Pero, ¿Quién o qué es? El significado de estos términos en nuestra región es madre del maíz, y se representaba con menhires.

Se sabe que las Mamazaras se elevaban en las puertas de las labranzas y (según relatan los niños de Amaicha en el blog mitucuman) estaban un tanto inclinadas, como queriéndose volver a la tierra. La importancia de adorar y agradecer a esa tierra en donde suelen hacerse los más valiosos cultivos. La mamá Sara tiene el poder de hacer llover, siendo considerada así su como una verdadera de madre de los cultivos, especialmente del maíz. La Mamazara muchas veces es relacionada en contracara de “El Chiqui”, esa deidad considerada como la suerte adversa y que genera catástrofes para los cultivadores.Los historiadores aseguran que cada casa tenía una Mamá Sara en su terreno.

En la mitología de los Incas, Mama Sara es una doncella que se transformó en una planta de maíz gracias a la intervención de su Dios sol, es decir, Inti. El motivo de esta transformación fue para que no sea tomada como esposa del hechichero Kuru.

Pero, ¿por qué no podía casarse con Kuru? Mama Sara era una doncella y no podía ser tocada por los hombres, precisamente por eso solamente las mujeres podían cosechar el maíz (Mama Sara era el maíz). Si los hombres pretendían cosechar, se marchitarían las cosechas de los años siguientes.

Con una lluvia que cubre cada uno de los cultivos de la provincia y que pega despacio pero sin duda alguna penetrando fielmente en la tierra, muchos creyentes de las costumbres y deidades que antaño cubrían esta zona del mundo, creen que la Mamazara hizo de las suyas en pleno carnaval.