Loli Molina: "Estoy siempre dispuesta a hacerme preguntas y a buscar adentro mío esas respuestas"
Apoyada por Juana Molina en su comienzo y más tarde desprotegida por la gran compañía discográfica, Loli encuentra obsoleta la industria de la música para los proyectos esencialmente artísticos y apoya el DIY. Aquí la entrevista antes de tocar este miércoles en el Teatro Rosita Ávila. Por Jéronimo Cipriani

Loli Molina, el miércoles a las 21 en el Teatro Rosita Ávila. Será hermoso. Foto: Prensa de Loli.
Nacida en una familia de no artistas, Loli Molina reveló temprano su interés por la música y fue así que le compraron un pequeño piano cuando tenía 6. A los 10, cuando se aburrió del él, se pasó a la guitarra. Ella define la guitarra y dice: “Es un instrumento que, al comienzo, es bastante ingrato. Es difícil de que suene. Pero una vez que lo agarré me resultó una buena compañía, un buen compañero”.
En 2007 debutó en los escenarios invitada por Juana Molina (quien no es su pariente) a participar del Buenos Aires Folk de aquel año. Al siguiente estaba publicando su primer disco Los senderos amarillos (2008) para Sony Music. Después de grabar el segundo disco Sí o No (2011) para la compañía, editó de manera independiente, Rubí (2015). Es el disco al que de alguna manera considera su primer disco y al que le debe muchas alegrías, según cuenta. Finalmente, y ya residiendo en México, grabó Lo azul sobre mí (2019).
No había escuchado a Loli antes así que tuve que dar play a sus canciones para sintonizarme y mirar algunas entrevistas en YouTube para encontrar algo por fuera de su música. Percibo a simple vista dos etapas en su trayectoria. Un primer momento, de la mano (siniestra) de Sony Music, publica sus primeros dos álbumes. Creo que el sonido comercial sobre el que fundaron las canciones son típicas recetas que no refugian ni contienen el talento de la cantante. No es una sorpresa, una gran compañía discográfica piensa en números y ya. Un segundo momento, y ya trabajando de manera independiente, Loli graba sus dos últimos discos. Un tanto más serenos y menos pop que los anteriores, revelan un carácter más sombrío y amplifican la sensibilidad de la compositora. Para ellos, se produjo canciones resueltas con menos elementos y sobre los hombros de su guitarra para dar lugar a un ambiente más personal y, porqué no, intimista.
Hablando de las grandes compañías, Loli cuenta lo que vivió: “Digamos que mis primeros dos discos con la compañía, son discos que yo quisiera quitar de las redes, quisiera que no estuvieran disponibles. No porque tenga una cosa de no aceptación conmigo, sino que en el contexto en el que sucedieron es bastante desagradable. Los esquemas de las grandes compañías, y por cómo están las cosas, están obsoletos. No hay tanto lugar tampoco para proyectos tan artísticos y que no tienen que ver con lo comercial”.
En su gira Verano 2022 por nuestro país y a unos días de presentarse en nuestra provincia el próximo miércoles 23 en el acogedor Teatro Rosita Ávila, Loli nos responde algunas preguntas desde algún lugar en Córdoba.
- ¿Tienes consciencia de cuando te enamoraste de la música? ¿O de qué manera sucedió?
- Desde muy chica me atrajo la guitarra. De todo el universo musical, eso fue lo primero que impactó en mí. No tengo un punto fijo donde haya descubierto ese enamoramiento, solo me di cuenta después cuando ya estaba muy adentro sin escapatoria.
- ¿Existe en tu trayectoria un momento particular donde sentiste o pensaste que había sucedido el despegue de tu carrera?
- No pienso mucho en conceptos como “el despegue”, prefiero enfocarme en el hacer musical y que mis canciones lleguen a quien tengan que llegar. Soy consciente de los cambios y de las oportunidades que se me van presentando, las agradezco y trato de hacer lo mejor posible, pero voy viviendo cada día musical sin analizar tanto los lugares ocupados.
- ¿Qué papel cumple la música en el mundo?
- Un papel fundamental. Es un gran instrumento de la vida para unir sensaciones, sentimientos, para sanar cosas también. Una energía que nos une como esa gran comunidad humana que somos. En cada concierto se da una especie de ritual donde por una o dos horas desaparecen todos los males del mundo, y somos solo belleza.
- En una entrevista dijiste: “Me inspira mucho la naturaleza, me inspira mucho las búsquedas de la consciencia por otros carriles que no son, quizás, los habituales de la vida esta, de este plano. Soy una persona que sueña mucho, que hace mucha introspección…” ¿Podrías hablarnos un poco más de esos carriles?
- Trato de encontrarme en otros haceres que no sean solo el musical. Por ejemplo, tengo otro perfil en las redes donde muestro algo de mi collage manual y mi arte visual. Me gusta mucho la cerámica también, el yoga, el tarot, la literatura. Estoy siempre dispuesta a hacerme preguntas y buscar adentro mío esas respuestas, y todas las herramientas externas que me ayuden a eso me sirven. Siento que hay mucho más que eso que nos muestran, que esos carriles que estamos tan acostumbrados a seguir.
- ¿Qué artista sentís que tuvo o tiene una gran influencia sobre vos?
- Son muchos y es injusto elegir solo uno. Cada artista me ha influenciado en distintos momentos de mi vida y me ha ayudado a crecer. Solo por nombrar algunos: Spinetta, Gismonti, Yupanqui, Bill Evans, Juan Quintero.
- ¿Qué pensás de este mundo lleno de distracciones y entretenimiento?
- Por momentos me abruma y me desespera, y por momentos vuelvo a recordar su belleza. Está bueno distraernos y desconectarnos, pero no está bueno que la vida solo sea eso. El mundo va a ser un poco mejor cuando nosotros seamos mejores. El planeta está pasando por momentos muy tristes a nivel ecosistema, muchos años de desidia y de malos manejos están saliendo a la luz y la naturaleza es quien lo paga. Urge que el humano vuelva a recolectar con la tierra, con sí mismo, mirar hacia dentro, sanarnos y dejar de construir ya un mundo tan superficial y vacío. Por suerte siempre está la música para ayudarme a volver, es lo único que nunca se va a romper, ni se va a ir.
- ¿Qué disco/álbum nos recomendarías?
- Transparent water, de Omar Sosa, es un disco para escuchar toda la vida.