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"Tengo música para escuchar, sin repetir, hasta que me muera"

MÚSICA

Jorge Piñero, el frontman de Estación Experimental, nos recuerda al niño que se paraba frente al tocadiscos, su trabajo en la disquería y el sueño cumplido de cantar en una banda de rock. Padre de tres hijas, ahora mientras sale a correr, compone canciones. Mañana sábado toca en Robert Nesta. | Por Jérónimo Cipriani

Jorge Piñero, líder de Estación Experimental.





Nos encontramos con Jorge en el Bar América. Bar Hotel con mil años en el rubro y un servicio de mozos que da gusto ver trabajar. No puedo pensar ahora en otro lugar así. Cerró Lisandro y cerró Bigote’s :_( .

Aunque sentarme afuera me da la sensación de estar de vacaciones en alguna otra ciudad, hace un calor terrible. Son las 6 de la tarde y entramos al salón con aire acondicionado y murmullo suficiente para no gritar (tanto).

- ¿Querés con espuma o sin espuma?

- Un poco de espuma.

- ¿Estás trabajando en algo ahora?

- Estoy trabajando con Cristóbal Cadierno (actual bajista de Estación Experimental) haciendo la preproducción del próximo disco. Algo que nunca hemos hecho. Nosotros antes, ensayábamos y después íbamos a grabar. Debemos tener unas treinta canciones para ver qué hacer. Todo nuevo, todo compuesto después del último disco. Muchas ya listas con letra y otras solo la música. Tengo las mías y José Villafañe (guitarrista de EE) me pasó un par que le tengo que poner letra. César Wayar (ex guitarrista de EE) también, así que ahí estamos. Vamos a grabar muchas y después separaremos. A mí no me gustan los discos largos, siempre me han gustado… ocho nueve canciones. Siempre el vinilo me pareció el formato papa de toda la vida. Esos discos de los 90’s de 17 canciones me parecen un embole.

- ¿Cómo empieza la canción?

- Empiezo con la música, tarareo y después escribo sobre esa melodía. Ponele, ahora que estoy saliendo a correr, hay un par para este disco que se me ocurrieron enteras mientras corría. Estrofa, estribillo y la voy cantando y cantando, mientras voy y vuelvo para no olvidarme. Llego a mi casa, le busco los acordes y la grabo.

- ¿Y cómo es el Jorge que escucha música?

- Yo laburo en mi casa con la comida, tamos laburando y suena todo el día música. Yo me tomo el tiempo, tengo sitios que leo, blogs, revistas y todos los días bajo música, bajo mucho. Siempre estoy al tanto de lo que sale o completando una discografía. Tengo tres discos de un tera llenos. Tengo para escuchar música, sin repetir, hasta que me muera, si me llego a morir a los 80 90. 

- ¿Qué recuerdos tenés de la niñez y la música?

- En mi casa siempre se escuchó música. Toda la vida hemos escuchado tango en mi casa. Se escuchaba mucho folclore, no compraban discos de folclore, pero sí de tango. Mi viejo escuchaba más por el lado de Goyeneche, que era como la parte de culto y mi abuelo escuchaba una cosa más popular, tipo D’arienzo, Alfredo de Angelis. Y a mí, me gustaban los dos. Amo el tango, escucho todo el tiempo. Siempre Goyeneche, soy muy fan. Tengo tres hijas, les encanta la música a todas, pero hay una, la más chica, que está todo el tiempo con la música. Se levanta pone música, el spotify que tengo yo es como a medias con ella, porque ahí está lo que nos gusta a los dos, el playlist es de ambos. A mí me pasaba lo mismo cuando era chico, había discos y yo escuchaba lo que me gustaba. Desde tango, como te dije, hasta los Beatles, Roberto Carlos, Julio Iglesias, Rafael y todo eso que había. Yo de niño tenía ese tocadiscos tipo mueble, imagínate esta altura (y se pone la mano a la altura de los dientes). Ahí está todo mordido porque yo ponía un disco y me quedaba viendo el vinilo como giraba, ¿me entendés? Todos los días. La música llega por ahí, como fan. Creo que soy eso: una persona que escucha música. Desde que he descubierto música lo hago. Y compré música en todos los formatos desde que tengo uso de razón.

- Contanos de tu época laburando en la disquería.

- Yo era cliente de All Music y les compraba muchos discos. Un día voy y me ofrecen trabajo. Yo laburaba en el colegio Almafuerte, que estaba arrancando la carrera de Locución y tenían la radio donde yo pasaba música. Lo del colegio era algo seguro, pero con All Music arreglamos por más guita y era buenísimo laburar en una disquería. Empiezo a trabajar y al poco tiempo me ponen de encargado porque vendía un fardo, vendía lo que me gustaba a mí, te recomendaba cosas y hacía todos los pedidos de discos importados. Agarraba el catálogo y todos los meses traían 500 discos que me gustaban. Ahí me pasaron cosas buenísimas, por ejemplo, la primera vez que vino Morrisey acá, me regalaron entradas y ahí estaba yo en el Luna Park: me habían pagado todos los pasajes y estaba sentado en la fila 6. Habían tocado los mejores temas, todos los clásicos, con la banda que más me gusta. El laburo en la disquería fue del ‘97 al 2000, poco tiempo, pero bien intenso. Cuando me fui de All Music puse mi disquería que se llamó Velvet. Traía todos discos que me gustaban, importados, vinilos. Primero estaba solo en la galería Rosemary en un localsito chico y luego en la galería Del Sol. Después me paso al Circulo de la prensa y me asocio con el Vampiro, un amigo. Teníamos un bar y vendía los discos ahí. Tocaron Los Chicles, nosotros, y otros más hasta el 2007 que cerramos.

- ¿Que hubo antes de Estación?

- Teníamos una banda que se llamaba Los Libertinos. La banda éramos mi hermano (Marcelo Piñero – Baterista de EE) que no sabía tocar la batería, tocaba Patricio García, el León, que ya no toca más y es psicólogo; y Oscar (tecladista de EE) que fue el que me enseñó a tocar la guitarra. Después fueron pasando varios guitarristas. Primero hemos hecho un par de covers: The model de Kraftwerk, a nuestra forma, mal tocadisímo así como éramos, un desastre. Hacíamos Walk on the wild side de Lou Reed, Me! I Disconnect From You de Gary Numan, Here comes your man de Pixies, Gris atardecer de Los Visitantes y, muy descarados, una versión de Mañana en el Abasto, pero con una base onda Happy Mondays. Era más o menos en el ’95 y yo tenía un programa de radio en esa época. Yo pasaba música más rara y lo escuchaba mucha gente. Patricio se acerca por la radio, Adrián Ocampo que después fue guitarrista de la banda, igual. 

- ¿Cómo fue la juventud, los recitales y la movida? 

- Fui a ver Virus en floresta el ’86, Los Abuelos de la nada en el Lawn Tennis, creo que en el ’84. Fui a ver Miguel Mateos en el ’85 con los mejores temas, en Villa Luján llenísimo. Los Twist en Motor Rock año ’83, antes que saque La dicha en movimiento, yo tenía 13 creo. Fue en el autódromo y también tocó ZAS, Jalea y Orions. La gente disfrutó mucho los Twist y yo no entendí tanto. Después cuando el disco salió me encantó. Nunca le he hecho escuchar música a mi hija más grande, porque tal vez le quería dar una cuestión de libertad. No porque el padre es músico tiene que escuchar. Por ejemplo, yo no le he puesto New Order, mi hija escucha New Order porque le gusta, sola. Pero la única cosa que le hice escuchar, es los Twist. O sea, esto, tienen que escuchar -este es el mejor disco de la historia del rock argentino: La dicha del movimiento-. Los tres primeros discos de Los Twist no son discos, son obras maestras. Pipo es el gran olvidado del rock argentino. Año ’89, hasta el ’94, éramos un grupo de amigos que nos juntábamos en la peña del Cardón y en la feria artesanal. Ahí nos juntábamos todo el freakismo. Iba gente de Artes, de Letras, y de ahí nos íbamos a lugares. Ponele había un boliche gay en la Crisóstomo Álvarez, entre Congreso y 9 de julio, ahora hay una carnicería. Era boliche gay, pero más que gay era abierto de cabeza, entonces íbamos todos. La pasábamos bien y el lugar era copado. Nosotros éramos fans de The Birthday Party, de Nick Cave, The Cure obviamente y nos vestíamos con sobretodo negro. Yo siempre estaba pelado pero mis amigos se paraban el pelo con jabón, ¿entendes? Y a un amigo le decían Jabón y el cantaba en dos bandas. En Necrofilia y La Insignia. En esas bandas tocaban amigos, así que iba a verlos. 

- Si para lxs músicxs tucumanxs es muy difícil vivir de la música, ¿cómo te atraviesan las demás cosas de tu vida?

- El prólogo a Los Lanzallamas (Roberto Arlt) me marcó mucho. Escribir a pesar de todo. Es la que te toca. Yo me he separado hace dos años y han cambiado cien mil cosas. Tengo responsabilidades que ni te imaginas. Pero la música va por donde va, vos la tenés que hacer. Nosotros siempre hemos sido un bardo, y yo me puedo hacer cargo de muchas cosas para la banda, pero como trabajo mucho, entonces no tengo mucho tiempo. Hace 15 años trabajo con la comida, antes tenía la disquería, trabajaba en el comercio, tengo tres hijas y estoy separado. Tengo diez mil cosas que hacer. Pero la música siempre ha sido, mis hijas han nacido con el padre ensayando en el fondo de la casa. El padre tampoco es un padre común, tranca, no. Hay ensayo y nos tomamos 350 porrones, hacemos todo, pero al otro día me levanto a laburar. Eso lo tienen muy claro. Ellas van a los recitales conmigo, me apoyan. Mis hijas me aman, me cuidan. La menor me dice 30 veces por día que me ama <3

- A vos que te interesa investigar y ocuparte de encontrar realmente lo que querés ¿Qué pensás de la movida comercial en la música?

- Me parece genial que la gente triunfe con la música y que tengan un éxito, que sea a la vez en lo artístico y lo comercial, porque la música es dificilísima. Independientemente de que me guste o no, me parece bárbaro. En el trap, ponele, no me gusta esa cuestión de “hago lo que sea con tal de pegarla”. Esa cuestión colaborativa del trap que está bárbaro, está bien estar con tus pares. Pero da esa sensación de que: bueno hoy voy a tocar con esta, mañana con aquel. Total, hay 2 millones de escuchas, seguramente va haber plata en spotify, listo ya está. Es el criterio de cada uno, no es que yo tenga la razón absoluta y que ellos sean una mierda, pero yo no lo hago. Para mi está mal y quizás soy un boludo. Si vos me decís mañana vení a tocar con Tini Stoessel, yo te voy a decir: ni a ganchos. Está todo bien, espero que les vaya bárbaro. Tampoco me da tocar con Lali Espósito, no sé, no da. Siento que me quita toda la credibilidad posible, no es como que vos estas 25 años haciendo la tuya y de golpe “no, bueno, está bien”. Me gusta lo que me gusta y realmente lo que no me gusta no es por una cuestión de prejuicio. Tengo el ejercicio de escucha de toda la vida para descartar. No te voy a decir: “no, mirá, buenísimo”, no. Buenísimo que al chabón de Las Talitas le vaya bárbaro, o al de La Banda, genial. Lo mejor que puede hacer es agarrar una computadora y hacer la música.  Que se drogue o chupe, que haga lo que quiera de la mejor manera, pero que la droga no lo maneje ni el chupi tampoco. Que la música lo incentive a decir: bueno mirá: esto es lo que hago yo. Cuando existían los sellos, ellos se encargaban de comercializar e imponer cierta música. Cuando escuché Diego Torres me pareció horrible, nunca me gustó, de las peores cosas que escuché. Pero que pasa, al escucharlo todo el día, el oído se acostumbra a eso y como que decís: ya no es taaan feo y forma parte de algo. Después pasa el tiempo, lo vuelvo a escuchar y pienso: que horrible que es. Era al pedo, tenía razón. Eso podría ser lo que en teoría se llama música comercial.

- ¿Pensás en el éxito o el fracaso?

- Mirá, el otro día, fue la colación de mi hija. Estaba ahí y escuchaba los discursos. Son chicos y por ahí los discursos son muy armados y acartonados. Que van a hacer de su vida y todo eso. Yo tenía 16 años y pensaba, cuando estaba en mi pieza escuchando Sumo, que quería cantar, listo. Cantar en una banda. Me levantaba y escuchaba tres veces Divididos por la felicidad a la mañana y tres veces después del colegio. Entonces, ¿qué era lo que yo quería hacer? Era inevitable, yo quería tocar, no me quedaba otra que ser esto. Y pensaba eso el día de la colación, tengo 51 años y estoy haciendo lo que quería hacer, lo estoy haciendo desde hace veinticinco años. 

- ¿Un disco tucumano?

- La magia, de Patricio García.

Jorge Piñero es el cantante y fundador de EE. Actualmente formado por: Mateo Carabajal (guitarra), José Villafañe (guitarra), Marcelo Piñero (batería), Oscar Migueles (teclados) y Cristóbal Cadierno (bajo)

Discografía: 

•    EE (2003)

•    EEEP (2010)

•    LA B NACIONAL (2013)

•    LOS FANTASMAS DE LA CANCION (2017)

•    PERVERTED BY HOMAG (TRIBUTO A MARK E. SMITH)

La charla fue un placer. Nos chupamos cuatro Quilmes de litro (sin darnos cuenta) y nos despedimos bajo la gran marquesina. Crucé la plaza Alberdi ya de noche, pensando que toda su historia había refrescado el amor que tengo por esta difícil e intensa ciudad.