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La historia del Tuquito de Canal 10, el primer gran personaje de la tv tucumana

RECUERDOS DE TUCUMÁN

Durante unos 10 años acompañó al logo del Canal, entre el '68 y el '78. Los inicios de la señal de la Universidad Nacional de Tucumán y el sueño postergado de convertirlo en dibujito animado.

El tuquito de Canal 10. (Foto: gentileza Pucky Carrizo)





Cuenta la historia que el rector Eugenio Flavio Virla soñó un canal de televisión universitario para encontrar nuevos canales de diálogo entre la Universidad Nacional de Tucumán y los tucumanos. Canal 10 se inauguró el 9 de Julio de 1966, en el marco del 150° aniversario de la declaración de la Independencia. Hacia 1968, la señal estaba en marcha y en franco crecimiento, pero había algo que no cerraba: "Hay que cambiar el monigote, no es representativo, los egresados no usan toga".

"Hagamos algo que sea nuestro", propuso Chacho Caso Matta, quien estaba a cargo de la escenografía del estudio, pero cuyas obligaciones llegaron mucho más allá del diseño y puesta en escena del set de cada uno de los programas de la señal. Aquel estudiante de Arquitectura que arribó a Tucumán desde Orán, Salta, fue convocado a ser parte de Canal 10 tras participar de los seminarios por áreas que organizó la Casa de Altos Estudios con el objetivo de armar el primer equipo de su flamante canal de televisión. Se desempeñaba como ayudante estudiantil y meses antes de que irrumpa la señal, ya estaba trabajando en el futuro canal.

"Tras el golpe de Onganía empiezan a cambiar algunos personajes dentro del canal. Yo estaba en la parte de escenografía, que era la más vinculada al arte. El logo del arquitecto Londana era un estudiante universitario norteamericano con una toga negra que estaba al lado del logo Canal 10 - UNT, trama original que está desde el primer día del canal. Nos dicen que eso no corresponde, que ningún universitario se recibe de toga: 'Hagamos un tuquito, muy de acá. Una luciérnaga. Un bichito que tiene luz, que podría relacionarse a la tv', propuse. Cuando el rectorado lo aprobó, llegó a la televisión", recordó en diálogo con eltucumano.

Caso Matta remarcó que se optó por un tucu-tucu porque es "típico de Tucumán". Todavía tiene con él los primeros bocetos del Tuquito que rápidamente llegó a la pantalla y se ganó el corazón de los tucumanos y tucumanas. El flamante personaje del canal protagonizaba una tira didáctica de dos minutos destinada principalmente a los alumnos y alumnas de nivel primario tucumano, pero que marcaron a generaciones enteras de familias tucumanas.

Sin titubear, el creador del Tuquito subrayó que planteó "53 temas distintos" para el micro pedagógico Teletuc, y que fue él quien se encargó de bocetar, guionar, dibujar, hacer la fotografía y el sonido y coordinar el registro de "las imágenes en formato de televisión para que la cámara lo agarre bien, y establecer una especie de movimiento en base al movimiento de cámaras, no a un movimiento como de dibujito animado". Se dibujaba cada escena, y las tomas de las cámaras daban esa sensación de movimiento. 

Como Chester J. Lampwick, Chacho explica con lujo de detalles la creación del primer gran personaje de la televisión tucumana, que podría haberse convertido en un dibujito animado de antología: "Tras inventarlo, lo registro como propiedad intelectual como personaje para dibujito animado en Buenos Aires. Si alguien hoy requiere el personaje, lo tendría que renovar", apuntó. Tenía en aquel entonces hasta proyectada toda la familia y los personajes que podrían acompañar al Tuquito en sus aventuras.

Había un Tuquito para cada momento, para cada ocasión: Caso Matta tiene con él las fotos e ilustraciones de cada uno. Se suceden así el Tukito para hacer un 'llamado a la solidaridad'; para presentar 'nuestro programa del día'; para anunciar 'nuestro próximo programa'; el 'fin de zona' que marcaba el final del horario de protección al menor; un Tukito tomando mates en pleno invierno o abanicándose en pleno golpe de calor; persiguiendo mariposas en el parque o bajo la lluvia; "Canal 10 en el mundo", es quizás el más impactante de sus mensajes. "Salvo llorar, hacia todo. Teníamos hasta el Tuquito volando", aclaró.

Siempre acompañado por su farol ferroviario, el Tuquito que reemplazó al universitario yanqui acompañó al logo de Canal 10 y a los tucumanos y tucumanas durante unos 10 años. La vida de Caso Matta dio un giro cuando prácticamente lo eyectaron del canal al proponerle realizar el mismo trabajo de forma full-time, pero por la misma paga. "Mi vida estaba circunscripta a la UNT. Me dejaron cesante sin explicación", lamentó con la misma bronca que el día que tuvo que abandonar la Casa de Altos Estudios. Dejó atrás todo el trabajo realizado también para la escenografía de programas icónicos como La Caja Número 10, Tucumán 69 o el programa de juegos de bodegas Giol, en la que muchos llaman la época dorada de la televisión tucumana, más allá de la siempre convulsionada realidad provincial entre golpes de Estado, cierre de ingenios, Operativos Independencias y demás capítulos negros de nuestra historia.

Tras recibirse de arquitecto, Caso Matto montó una empresa constructora, construyó edificios “en tiempo récord” que todavía siguen de pie incluso en el microcentro tucumano y diseñó gran cantidad de logos que todavía hoy identifican a marcas tucumanas y durante años fueron parte del paisaje urbano provincial. Admite que no le gusta el presente de Canal 10, donde considera que la Universidad Nacional de Tucumán ha perdido el rol protagónico que antes ostentaba y que considera le corresponde a un canal universitario. Además, afirmó que desde el Tuquito "no volvió a haber un personaje que identifique al canal", mientras sostiene en sus manos la carta de una mamá tucumana que le pedía al Tukito que algunas lecciones puntuales para los niños tucumanos y que guarda como un tesoro: "Esto me hace pensar que mi trabajo dejó una marca, no fue en vano".

(Fotos: Gentileza Pucky Carrizo)