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"Yo tengo un amor, un amor que tiene 20 años en mi vida": ¿Dónde está Evita?

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Ya existen la chica del dragón tatuado, el chico del pórtico, el reno de la nariz roja... En Tucumán tenemos a "La Chica de la Bici Amarilla", y necesita de nuestra ayuda: "Debe estar triste pensando que me olvidé de ella y yo te juro, Evita, que te pienso todo el tiempo"





El martes por la madrugada, todo Tucumán compartía la foto de Roque “Bocha” Decima, un monterizo de 73 años que había partido de su domicilio en el barrio Belgrano a las 19:00. Con el correr de las horas, el miedo y la angustia, Cristina Décima, su hija, informó a eltucumano que se habían comunicado desde Alberdi para confirmarle que su papá estaba en el hospital.

Bocha padece demencia senil, por lo tanto cuando se extrvió, se presumía que podría estar en cualquier lugar cercano a Monteros. Según el relato del adulto, pedaleó en la bicicleta playera de su hija hasta Concepción, 35 kilómetros al sur de la provincia. Una vez aquí, el hombre asegura haber dejado la bici en un local comercial para luego dirigirse a la terminal y abordar un transporte público hasta Alberdi.

Afortunadamente, Décima se encontraba en buen estado de salud, lo cual trajo paz y tranquilidad a la familia. Sin embargo, este jueves por la mañana comenzó a circular en las redes sociales y en los estados de Whatsapp una campaña de su hija Cristina (Kri Kri, como le dicen sus amigos y conocidos), para recuperar su bicicleta.

“¡Holiwi! Soy la Kri, o como muchos me conocen ‘la chica de la bici amarilla’. Yo tengo un amor, un amor que tiene más de 20 años en mi vida, se llama Evita, mi bici amarilla.

Cuando se perdió mi viejo, él había salido en la bici y hasta ahora no sabemos nada de ella. ¿Me ayudan a compartir para encontrarla? Estoy segura que debe estar triste pensando que me olvidé de ella y yo te juro, Evita, que te pienso todo el tiempo”, dice el mensaje de la imagen que circula en las redes.

Sin embargo, más allá de que muchos puedan pensar que quizás la bicicleta es un elemento sin mayor importancia, la realidad es que detrás de ella hay una historia muy sentimental de Cristina. Así como existe el reno de la nariz roja, la chica del dragón tatuado, el chico del pórtico, y muchos distintivos más, ella es conocida desde antes de sus 20 años como "la Chica de la Bici Amarilla": “Cuando yo era muy changuita, Roberto Pettinato tenía un programa que se llamaba “Duro de costar”, él llegaba con una bicicleta playera amarilla, yo soñaba con esa bicicleta. Nunca la pedí ni nada y no porque no quería, sino porque siempre hubo mucha pobreza en mi casa y yo sabía que no se podía así que no era de pedir cosas. Un día a la mañana, varios años después, mi viejo me llamó y me dijo que pase por su trabajo. Yo fui y él había comprado la bici para regalármela, fue una sorpresa, la amé desde ese momento. La bicicleta es piñón fijo, se frena con el pedal para atrás, desde ese entonces tengo una vida en esa bicicleta”, nos revela.

“Un día me di cuenta que lo que un quiere debe tener nombre, siempre me gustó el nombre Evita por lo que representa y desde ahí que mi bicicleta se llama así”, explica, ya que en la imagen deja en claro que su amada bicicleta amarilla se llama Evita.

“Según mi papá él se fue en bici hasta Concepción y si puede ser, él me decía ‘me duele acá’ ayer, y se tocaba las pantorrillas. También dice que la dejó en un local y pidió que se la cuiden, aunque no sé qué tan probable es eso. Me acompaña hace muchísimos años la bici, inclusive cuando me hice un Instagram me pareció copado ponerme ‘la chica de la bici amarilla’, porque muchísima gente que no me conoce por mi nombre me dice así, es como un distintivo para mí”, recuerda la hija de don Decima, recordando las dos décadas que lleva trasladándose arriba de su amada bici playera.

“Creo que andar en bici o tener una te da cierta libertad que otros vehículos no te dan, no solamente en lo que implican en salud, sino que ese vientito en la cara te hace sentir algo muy bueno, es como un motus propio de movilizarte, porque si no ponés mucho de tu parte no te movés. Por eso siempre me gustó ir en bicicleta, si puedo ir a algún lugar en bicicleta lo hago, no contamina, da salud y te da mucho desde lo anímico. No tiene nada de negativo andar en bicicleta y por eso llevo tantos años junto a Evita. El día que mi papá se extravió fue porque la de él estaba pinchada, no es que el suele usarla”, cerró Cristina.

Si tenés idea donde puede estar Evita, podés contactarte con su dueña y terminar son su angustia llamándola al 3816309027.