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"El bebé agonizaba por el frío y las picaduras de hormigas": la triste muerte de Pedrito Hallao

LEYENDAS TUCUMANAS

Muerte, tristeza y devoción: la historia de los niños "hallados" del Cementerio del Norte, que más de 70 años después, mueven la fe de los tucumanos y tucumanas.





Desde el 20 de noviembre de 1888, se hizo entrega oficial del Cementerio del Norte a la Municipalidad de San Miguel de Tucumán para que dicho terreno comience a cumplir su función de necrópolis. Es de imaginarse que cualquier espacio con 134 años de existencia, y sobre todo un cementerio, albergue historias de todo tipo en su interior. El mistisismo que envuelve este tipo de lugares llaman la atención de más de una persona, y en algunas tumbas y altares, la fe y los mitos populares se hacen eco de la devoción de quienes eligen, por sobre todo, creer.

Este es el claro caso de los “hallaos” del cementerio, niños que quizás sin ser nada, terminaron emparentados por la circunstancia de sus muertes. El más conocido, es “Pedrito Hallao”. Dentro del cementerio, existe un monumento blanco tapado en placas de agradecimiento a “Pedrito ayado”. El comienzo de la leyenda data del 29 de junio de 1948, cuando el sereno del cementerio encontró a un recién nacido abandonado en el predio. El niño, agonizaba a causa del tremendo frío de la época y también por las innumerables picaduras de hormigas que tenía en todo su cuerpo. Con el pasar de las horas, el recién nacido murió. Según cuentan en el libro “Almas milagrosas, santos populares y otras devociones” de María de Hoyos y Laura Migale, el sereno afirmó que había escuchado el llanto de un bebé durante la noche, pero que creyó que se trataba de un “ánima” que rondaba las tumbas, y no salió a investigar pues el miedo le ganó.

El pequeño fue bautizado en la capilla del cementerio y fue nombrado Pedro, en honor a San Pedro y San Pablo (29 de noviembre). “Hallao” fue el apellido que le pusieron, tal cual suena, y que quiere decir hallado, encontrado. Otro dato y no menor es que las vestimentas de Pedrito habrían sido finas y caras, por lo que podría haber provenido de alguna familia acaudalada de la capital tucumana, que en ese entonces  eran muchas. Poco a poco, aunque nadie sabe cómo comenzó, los vecinos tucumanos visitaron la tumba del bebé y le dejaron ofrendas, por lo cual las autoridades de la necrópolis decidieron levantar un monumento.

La mayoría de los estudiantes con el tiempo se tornó en estudiantes universitarios que piden suerte en sus exámenes, y madres de niños pequeños. Cada lunes, el histórico día de la visita a los difuntos, es común encontrar nuevas ofrendas y placas en el monumento de Pedrito, quien a pesar de la tristeza y misticismo de su muerte, sigue presente en muchas personas que inclusive le han dejado placas de bronce y mármol, en señal de agradecimiento.

Los otros “Hallaos” del cementerio, aunque datan de tiempo anterior al de Pedrito, son menos conocidos por la mitología popular.

Se trata de los hermanitos “Lucas Hallao”, unos mellizitos desconocidos que fueron encontrados el 18 de octubre de 1943 en el parque Avellaneda con sus cuerpos mutilados, como carbonizados. Ambos fueron bautizados como Lucas por el día en que fueron encontrados, y también llevan el apellido Hallao. La tumba de los mellizos, durante un buen tiempo fue muy visitada pues muchos les atribuían poderes sobrenaturales. La misma, tiene una imagen de la virgen en su parte superior y un gran florero. Pero lo que realmente apena y llena de tristeza, es leer las inscripciones que hay en esta tumba: Madre! ¿Por qué nos privaste de tu cariño y del derecho a vivir?". "Frutos de un amor fingido y malsano fueron en el vientre indigno que los concibiera eliminados de la vida los dos hermanitos hermosos y de cabellera dorada que en la noche de San Lucas recogieron como un vulgar desperdicio arrojado desde el exterior. El personal de esta necrópolis” y finalmente la frase del administrador del cementerio de ese momento: "¡Madre! nombre sagrado, conjunto de amor, abnegación y sacrificio ¿pudiste por sólo egoísmo o prejuicio social haber olvidado y ahogado estos principios quitándonos la vida aún en formación y arrojándonos a este solar de pax y de justicia suprema como inmundos desperdicios?". A pesar de que poco se sabe de la familia y las muertes de estos niños, la creencia popular del momento ha sido la de culpar a las respectivas madres, a pesar de que una de las versiones fue que el padre de los mellizos los había enviado a comprar vino en un día de tormenta, y que por eso fueron alcanzados por un rayo. ¿Conocías las historias?

@icmancilla Pedrito Hallao (Encontrado) el niño del cementerio del norte. #tucuman #argentina #fyp #fypシ #leyendas #misterio #cementerio ♬ Bloom - j^p^n