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"Mi vieja está aislada así que le preparé comida a la carta": el menú covid de un hijo a su mamá en Tucumán

SOCIEDAD

Analía estaba con algunos síntomas, se hisopó y confirmó el resultado positivo. Pero vive con su hijo Augusto, quien la cuida y le cocina con ingenio y amor. Cómo funciona el restorán casero, qué contiene la carta, cómo vienen las propinas y qué van a salir a comer cuando reciba el alta. “A nuestras madres hay que devolverles un poco de todo lo que nos dieron siempre”.

Analía y Augusto, madre e hijo.





No está el clima para encender el horno ni para uniforme de mozo, pero ahí está Augusto Gronda, al pie del cañón, al frente de la situación, desdoblándose en funciones desde el lunes porque además de su trabajo remoto, cuida y cocina para su madre Analía todos los días. "El sábado a mi vieja había empezado a dolerle la cabeza, después hizo un poco de fiebre, y para sacarse la duda fue a hisoparse y confirmó el resultado: positivo".

Hasta un resfrío de la madre es lo que menos queremos. Es lo que deja todo en segundo plano y nos lleva a hacer todo lo que esté al alcance de nuestras manos: desde larguísimas colas en la farmacia hasta arrimarnos a la cocina, revisar qué hay en la heladera, relojear las alacenas, leer las instrucciones, cómo se cocina un arroz blanco sin que se pegue y conocimientos básicos que no siempre están incorporados a esta vida tómbola.

"Sí, cuando le dieron el resultado positivo a mi vieja lo primero que me generó fue preocupación. No querés que nunca les pase nada. Es más: mi tía había estado grave el año pasado y por suerte se pudo recuperar, pero esas cosas que viviste te vuelven a la cabeza inevitablemente. Uno se pone mal, pero ahora la situación es distinta: sí, se ve a mucha gente contagiada, es verdad, pero ves que en general se lleva el aislamiento sin mayores problemas, sin sobresaltos". 

Analía por un lado, Augusto por el otro, cada uno en su habitación, cumpliendo con el aislamiento debido, madre e hijo comparten los días hasta que llegue el alta y con un desafío para Augusto: qué prepararle de comer a su madre con lo que había a disposición. Así nació el Menú Covid que Augusto publicó en Twitter, un abanico de platos sencillos, honestos, sinceros, algunos más ricos que otros, pero con todo el amor del mundo.

Son platos a la carta que no se consiguen en cualquier restorán, sobre todo con la presentación del menú (diseñado con el Canvas) y la descripción a la altura de Masterchef. ¿Qué dice la carta? Veamos la primera opción: "Napo con puré: deliciosa milanesa recalentada con puré (el puré tiene pinta de ser de papa real)". Luego: "Sorrentinos: dudoso estado, están desde el domingo". Otra opción: "Kipe: yyyyy algo de pinta tiene". Más: "Arroz con pollo: nada que agregar". Y por último: "Sándwich de fiambre: pan y fiambre". 

Habla el chef: "No soy muy habilidoso con el tema, pero a mi mamá le encantó el menú. Ayer eligió una mezcla de dos platos: kipe con puré en el almuerzo y a la noche sánguche de fiambre. Y ahora se inclinó por el arroz con pollo. Cocino, le doy una calentada, le armo la bandeja, le golpeo la puerta de la habitación, le aviso que está la comida y me voy. Por suerte no perdió el olfato ni el gusto y tiene apetito. Más allá del menú, la idea de publicar la carta en Twitter fue para ponerle un poco de humor a la situación, para que la cabeza no te juegue en contra. Con todas las repercusiones del menú, con todos los comentarios y las notificaciones, ayer el día se nos pasó volando".

En las repercusiones en las redes sociales, los paladares más exigentes querían saber por cuál plato del menú se había decidido Analía en primera instancia y cuya elección fue el mencionado kipe con puré. "Pero lo que más me elogiaron fue la sinceridad de los platos y la descripción de los mismos. Yo le armo la comida y a ella no le queda otra: no tiene derecho a quejarse de la atención, pero viene flojo el tema de las propinas", se ríe Augusto, quien ya tiene preparada la recompensa para cuando su mamá reciba el alta y, de paso, deja un consejo para los hijos que estén en la misma situación.

"Cuando ya esté todo bien, le pedí a mi vieja que salgamos a comer empanadas. Es importantísimo estar de buen ánimo y reírse en estos momentos para llevar adelante la situación. Y si hay que cocinarles a nuestras madres lo más importante es animarse a meterle mano y después vos viste cómo es: haga lo que haga un hijo, a ellas siempre les va a gustar. Son momentos para estar juntos, para cuidarlas y para devolverles un poco de lo que tanto nos dieron. ¿O cuántas veces ellas nos cuidaron a nosotros? ¿Cuántas veces nos dijeron que ya estaba la comida?".