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Renacer del dolor y hacer podio: la historia tras la fisicoculturista que deslumbró en Buenos Aires

PASIÓN

“Me caí más de un año sin levantarme pero volví. El cuerpo tiene memoria, este deporte es una terapia tremenda”: la historia detrás de la tucumana que quedó en el tercer lugar del Campeonato Argentino IFBB de fisicoculturismo y fitness.





El fisicoculturismo es una actividad física encaminada al máximo desarrollo de hipertrofia muscular del ser humano. En ese sentido, comparte algunas características con algunas disciplinas deportivas, pero con finalidades totalmente distintas.

Para lograr esta hipertrofia, es necesario que la masa muscular esquelética tiene que estar regulada por el balance de síntesis de proteínas y su degradación, aumentado por la actividad física inducida por el ejercicio. Sabrina Gómez (30), es una mujer tucumana que vive por y a través de este deporte.

Con la participación de 450 atletas de toda la Argentina, se llevó a cabo el domingo 7 de noviembre el Campeonato Argentino IFBB de fisicoculturismo y fitness en Buenos Aires. La competencia es la más importante del país, y entre los y las participantes de Tucumán, esta monteriza hizo podio, fue la única mujer del norte del país en hacer podio en un torneo de gran envergadura.

Entrevistada por eltucumano, descubrimos que detrás de los músculos y los logros, hay una gran mujer, responsable y con mucha disciplina en Sabrina: “Hace diez años que hago esto”, nos cuenta.

“No me esperaba llegar al podio el 7 de noviembre, venia de una derrota en Salta que me desenchufó y no me animaba a otro palazo de esos, había atletas de todo el país. Fue Mendoza, Santa Fé, y el tercero para Tucumán. Muy lindo, voy al Mercosur en febrero en Mendoza, me estoy preparando por todo para traer el primer puesto de Mendoza sí o sí”, cuenta, segura de sí misma.

En su gimnasio, Sabri trabaja desde las 8 hasta las 12 del mediodía, y entre las 3 de la tarde y 10 de la noche, encuentra la hora y media necesaria para entrenar su musculatura intensamente: “Lo más exitoso en mi vida no es el podio, para mí el éxito son mis chicas. Tengo casi 70 personas a cargo, muchas chicas grandes, con obesidad, que creen que no lo van a lograr y eso no existe en mi calendario, no existe el 'nunca jamás'. Ver el cambio día a día es impresionante. Acompaño en cada cosa que puedo, es muy difícil hacer una dieta, sé no es fácil para nadie, sobre todo cuando uno desea comer. Yo les digo siempre que se puede comer sano y dedicar una hora por día de lunes a viernes Eso me lleva a mí a seguir, ver el logro de ellas y la cara de decirme ‘no puedo creer, me encanta verme sin celulitis, bajé el rollito que tenía acá’ por ejemplo. Es fundamental no compararse con otras o vivir de las críticas de los demás, mis propagandas me las hacen mis alumnas solas con sus cambios, todas pueden”, nos dice Gómez, inspirada en hablar sobre las personas a las que ayuda.

“El día que menos ganas tienen de entrenar yo les digo a las chicas que dejen acá toda esa energía pesada y negativa, esto debe ser un cable a tierra. Salís totalmente relajado y hacés un deporte tremendo, es una terapia tremenda, terrible”, reflexiona.

Lo que muy pocas alumnas de Sabrina saben cuándo llegan a su gimnasio, es que ella guarda un dolor en su corazón: hace tres años, sufrió la muerte de su primer y anhelado hijo. “Perdí mi bebé en un parto, ahí caí abajo, tengo un excelente compañero que es mi marido Julio Cesar Perea, me acompañó hasta el último, es lo mejor que yo tengo después de mi madre. Me caí más de un año sin levantarme, pero él me dijo, ‘vamos, volvé, tenés que volver’, caí en un mundo donde no sabés donde estás parado cuando me pasó esto. No entrené nada cuando estaba embarazada, volví un año después de mi pérdida. Empecé de a poco con un entrenador de Tucumán, fui a una competencia y quedé en noveno lugar, y ahí volví con todas las ganas”, revela.

Y es que esta experiencia tan dolorosa y privada, ha servido a esta especialista en musculación para entender que a pesar del dolor, de los días malos y todo lo que pueda pasar, el deporte sigue siendo un antidepresivo natural: “Yo quedé embarazada entrenando, lo deseaba tanto, me pasó lo que me pasó en el parto, y digo que mi duelo lo llevo por dentro pero nada es tan difícil si nos esforzamos, todo se puede. Siempre remarco ‘vos no sabés por lo que yo pasé’ cuando mis alumnas se frustran y me dicen que yo tengo buen cuerpo y todo me resulta más fácil”.

Sobre el proceso de volver al cuerpo previo al de un embarazo, Gómez tiene fe en que “Todo vuelve a su lugar”: “Todo se acomoda con correcto proceso, con amor y dedicación, mucha disciplina de dieta, descanso, esfuerzo personal. Hay que saber hacer bien los ejercicios”, explica. Además, en el mismo camino refutó el comentario popular que dice que haciendo muculación, las mujeres lucen como hombres: “No me molesta ese comentario, yo amo ir a la tienda y comprarme el vestido más corto, amo andar mostrando los resultados del esfuerzo porque me amo, mucha gente piensa que ando extravagante, pero siempre les digo a las clientas que aman una prenda pero no les entra o no les gusta cuando se las prueban, que transpiremos juntas hasta que les guste el resultado. Hay que amarnos mucho. Actualmente las mujeres ocupamos el 90% del tiempo en la casa entre hijos, la familia, el trabajo, las enfermedades, llevamos tanto adelante, y siempre les digo que no se olviden de ellas mismas, que se amen, algo que es posible con el deporte y con la dieta, es salud, es amarse”.

El primer día les duele todo todo todo, muchas chicas que no conocen del deporte te dicen “voy a quedar como hombre”. No me molesta ese comentario, yo amo ir a la tienda y comprarme el vestido más corto, amo andar mostrando porque me amo, mucha gente piensa que ando extravagante. Siempre les digo a las clientas que aman una prenda y no les entra, que transpiremos juntas hasta que la podamos usar. Hay que amarnos mucho. Las mujeres ocupamos el 90% en la casa entre hijos, la familia, el trabajo, las enfermedades, llevamos tanto adelante, y siempre les digo que no se olviden de ellas mismas, y les digo que no se olviden de ellas mismas, que se amen con el deporte y la dieta".

Además, la entrenadora remarca que sacarse los ideales es lo mejor que se puede hacer hora de entrenar pues “cada cuerpo es distinto”. “No hay que frustarse. El primer mes me enfoco de lleno en mis alumnas, les mando mensajes, todo el día hasta que tengan un hábito, se necesita ese apoyo, nadie te lo da. Les insisto mucho así logran lo que tanto desean, las personas necesitan ese apoyo”, nos revela.

“Recomiendo a la gente que haga musculación, tengo por ejemplo una alumna que tiene 69 años, es terrible, la verdad que la tipa se las come a todas vivas, la actitud y el amor que le pone es impresionante. Hasta se quitó el dolor lumbar con un ejercicio. No hay edad para amarte. No es solo hacer deporte, es ir a darse amor a sí mismo, la salud es muy importante, no es lo físico, sino sacar la mejor versión de cada uno al quererse y dedicarse tiempo”.

El sueño de Sabrina es poder participar de la competencia Sudamericana. Este año, quedó dentro de la misma para poder participar pero no podrá hacerlo, por lo tanto, será para el año que viene.