Top

"Mis viejos no sabían leer ni escribir, pero me amaron igual": la verdad del cartel que conmovió a Famaillá

FAMILIA QUE ACOMPAÑA

"Mis viejos pelaban caña, eran del campo y humildes, pero aun así nos enseñaron la educación, el respeto, me aceptaron y me amaron siempre. Soy demasiado privilegiado": la emotiva historia detrás de la frase que hizo brotar las lágrimas en la marcha del orgullo en Famaillá.

Leandro y su mamá Rosa.





El domingo 21 de noviembre, en el municipio de Famaillá se vivió un momento muy especial para la comunidad LGTBIQ+, cuando se realizó en sus calles la primera marcha del orgullo gay, que a pesar de no ser la primera de Tucumán, si es la primera de su tipo y de tal convocatoria en el interior de la provincia.

Entre los presentes, hubo un cartel que resaltaba por encima de muchos otros y que conmovía a muchas de las personas que estaban ahí “Orgullosa de mi hijo”. El mismo, era sostenido por la aguilarense Rosa Lazarte, orgullosísima mamá del licenciado en artes Leandro Moreno Lazarte, de 45 años.

En comunicación con eltucumano, este artista nos habló un poco sobre la relación que tiene con sus padres, y cómo pudo crecer en su vida gracias al amor: “Para mí, es muy importante el apoyo de mi familia, y si bien yo soy una persona grande ellos me acompañan en todo. Mis padres para ser personas grandes, ser del interior, del campo, nos han enseñado a mis hermanos y a mí (somos 5), que la libertad no tiene precio… vengo de una familia extremadamente humilde, mis viejos pelaban caña y no sabían leer ni escribir, pero aun así nos enseñaron la educación y el respeto. Mis padres son la base de todo en lo que me he construido. También es cierto que en Aguilares la comunidad gay es tratada con mucho respeto por gente mayores como nosotros y por gente mucho más mayor que son los que han allanado el camino”.

Usar el arte para trabajar, superar obstáculos y visibilizar

Leandro, se formó en la Universidad Nacional de Tucumán como licenciado en artes, camino que, según relata, le ha llevado a superar distintos obstáculos y además, ha sido su bastión de batalla para visibilizar distintas problemáticas sociales: “Trabajo para la municipalidad de Aguilares como tallerista, y para la UNT en la secretaría de Extensión Universitaria, ambos trabajos en planta permanente, y tengo premios nacionales e internacionales, viaje fuera del país muchas veces visibilizando problemáticas sociales con el arte, hice dirección de fotografías que visibilizaban transfemicidios, desfiles, trabajo con varias agrupaciones sociales de manera solidaria. A través de las acciones culturales que hicimos con mi familia, los artistas y las chicas trans hemos podido mostrar todo eso”, nos cuenta.

“En Argentina hay una población de 3500 chicas trans, imagináte todas las que mataron en el camino, para el Estado todas las personas gay o trans somos sobrevivientes, en estadística el promedio de vida es de 35 años con las chicas. Yo no soy trans, soy un gay varonil como se dice, pero he usado el transformismo como una herramienta artística para expresarme y superar obstáculos”, revela para el medio. “Sentía tanta presión por no saber lo que me pasaba y segundo por tener una sociedad de mierda alrededor, que el arte fue una salida a todos esos miedos”.

Sobre la famosa “salida del closet” que muchas personas le consultan a Leandro cuando ven el apoyo de su familia, el aclaró que nunca hizo falta una “salida” formal: “Me acuerdo que la primera vez que me travestí a los 16 años para salir en un show en Navidad, mi papá me vio así, fue tremendo, recuerdo que me preguntó ‘¿Estás por salir a algún lado?’, le dije: ‘si, voy a salir con un amigo, y él me dijo ‘bueno, se cuidan’. Ellos no tuvieron educación, pero si mucho amor. Soy un privilegiado, me siento totalmente amado, no solo por mi papá y mi mamá, sino por mi familia en general, mis tíos, mis primos, por mis hermanos. Soy un bendecido de tener la familia que me ha tocado. Con contarte que tengo una amiga que es trans que vive con mis padres, vive conmigo porque los de ella la corrieron. A los años que ella vivió conmigo, yo me fui a una casa propia mía y ella se quedó con mis padres”, revela.

"Cuando yo les pregunté ‘papá, mamá, cuando supieron que yo era gay’, mi papá me contestó que desde que yo nací se dio cuenta que yo era diferente, aunque no sabía el por qué”. Sobre esas diferencias, es que Rosa se paró en el escenario mayor de la marcha de Famaillá el domingo, y brindó un mensaje para todos los presentes: “Ella cayó con el cartelito. Le preguntaron en el escenario qué opinaba del amor, ella dijo que había que ser libres en el amor. Dijo que yo era su creación y que los padres deben amar a sus creaciones, que todo está hecho en base al respeto. Ella dijo que somos la viva imagen de la familia”.

Mexico, Brasil y Perú son algunos de los lugares en el extranjero a los cuáles ha llegado Leandro con el arte, y por sobre todo, con el apoyo familiar: “Si la familia te expulsa a la calle no esperés que la calle te reciba con los brazos abiertos y te pueda contener, tenés que tener mucha cordura emocional y espiritual para poder sobrevivir en la calle sin la familia. El año pasado hice un cortometraje llamado ‘Transformando Realidades’ y le hice entrevistas a 6 mujeres de distintas edades y realidades, y cuenta un poco la historia de generaciones de mujeres trans, y todas tienen eso en común la repetición de la historia, de la expulsión de la familia, y en base a esa expulsión debieron salir y prostituirse. Pero esto también es culpa del Estado. Si tuviéramos respuestas inmediatas, muchas de las chicas trans no estarían muertas, hoy podemos decir ‘nos matan’, antes ni eso podíamos hacer”, reflexiona el artista aguilarense, recordando un episodio doblemente violento que le tocó atravesar en los años 90: “Me hicieron re cagar en un boliche ‘por ser puto’, y cuando fui a denunciar no me tomaron la denuncia, la policía se me reía. Mis padres fueron y se pararon en la comisaría y si no tomaban la denuncia iban a prender fuego el lugar. Yo tenía 18 añitos”.

Pese a que Leandro en sus 45 años se reconoce privilegiado familiarmente, y, sobre todo, socialmente al reconocer que en el Municipio de Aguilares la comunidad es tratada con muchísimo respeto, sabe que la visibilización de los problemas del colectivo a través del arte es una de las tareas pendientes que no puede dejar atrás para transformar su entorno: “Mi mamá me enseñó que todos somos diferentes y que hay que construir en base a esas diferencias. Tenemos charlas y discusiones tremendas, no todo es color de rosa. Yo en lo laboral tuve desde acoso hasta tener que tomar valor, he vivido de todo desde mi lugar así que imagínate aquellos que no tienen formación ni educación ni familia. Tiene que haber sido muy difícil para ellos. Con amor de familia, se puede llegar muy lejos”.

A continuación, dejamos algunas de las obras y actividades en las que este artista plástico ha participado y coordinado a lo largo de los años:

Dirección en fotografía de Leandro, exposición "Femicidio Mujeres Trans".

Concurso internacional de artistas de Aguilares.

Concurso de pintura corporal de Aguilares.