"Esquilamos ovejas, cocinamos como nuestras bisabuelas, muchos vivimos así": la verdad del video viral de Celeste
Así es la vida real de Celeste Condorí, la joven que se está haciendo viral en TikTok gracias a un video en el que muestra cómo se vive en lo más lejano del cerro tucumano, a 5 horas a caballo de una localidad cercana: "Tenemos aire puro, agua limpia. Hay muchas dificultades, pero es una vida linda".

Celeste y sus animalitos.
Una de las posibilidades que ha otorgado la aplicación TikTok, es que sin querer queriendo, los algoritmos nos dejen ver videos de personas de distintos puntos geográficos del mundo, como es el caso de María Celeste Condorí, de 26 años, cuyo video sobre su forma de vida en lo más lejano de los cerros tucumanos, ha despertado el amor y ha activado los recuerdos de personas de todo el País.
“Hoy les vamos a mostrar cómo es vivir en las serranías del norte tucumano. Aquí, nuestro hogar. Las paredes están hechas de pircas con rusticas puertas de madera, los techos están hechos de vara de aliso con caña, paja y alambre, que se cambian periódicamente”, comienza el dulce relato de esta tucumana de 26 años en la aplicación más descargada durante la cuerentena.
“Los catres son de madera y tiento, las frazadas son de lana de oveja tejida artesanalmente. Para tener agua cerca de casa colocamos una manguera, pero antes teníamos que hacer un recorrido como 150 metros para tener agua. Hace pocos años tenemos instalados paneles solares, son para cargar nuestros equipos. Antes solíamos usar estos mecheritos a querosene. Para cocinar y mantener nuestro hogar cálido vamos en busca de leña, que por lo general es de aliso, jarilla, sauco, entre otros. Con nuestro atado listo es hora de regresar a casa, avivar el fuego y poner la pava para tomar unos ricos mates”, cierra la historia de Celeste, que parece ir camino a hacerse todavía más viral.
Muchas veces, desde las urbes y las capitales más grandes, viviendo dentro de un departamento o con el estrés que conlleva el trabajo de oficina, o la corrida que involucra llegar del trabajo (cualquiera que sea) a la casa en medio del caos del transporte público o el tránsito, sentimos que vivir de otra manera es una posibilidad muy distante, y que ese estilo de vida ancestral ya ha quedado atrás. Sin embargo, la familia Condori demuestra y visibiliza que todavía hoy, mucha gente de los valles tucumanos y de distintos puntos del NOA, vive muy similar a como lo hacían sus abuelos o bisabuelos, y quizás por eso es que el relato de esta joven ha resultado tan positivo para mucha gente.
“Soy Celeste Condorí, tengo 26 años y vivo en el Departamento Trancas. Nuestra casa queda en San Pedro de Colalao al Oeste, al poniente, tengo 5 horas a caballo hasta la casa, la zona se llama Ranchillos de los Saucos y vive muy poca gente, seremos unas tres familias en total. Mi vecino mas cercano es mi tío, y vive también a 40 minutos a caballo de donde estamos nosotros”, le cuenta Celeste a eltucumano.
“En casa siempre está mi papá y hermanos. Con mi hermana con quien vamos y volvemos al puebli (San Pedro de Colalao), tenemos otras responsabilidades ahí porque trabajamos haciendo changuitas y cuidando a una tía abuela que ya es muy mayor y casi no la dejamos sola, pero vamos y volvemos al cerro”.
Un día normal en lo más lejano del cerro tucumano
En la casa de Celeste, según nos cuenta, son varias generaciones las que han crecido allí. Actualmente quien está en esa casa es su padre, hermanos y sobrinos: “Vive mi papá, mis tres hermanos varones y mi hermana mujer con su marido y sus hijos, aquí en San Pedro todos trabajamos en changuitas, obras de construcción, vamos y venimos a cuidarla a mi tía abuela. Nosotros en el campo tenemos ovejas, vacas, caballitos, en esta época mi papá se levanta al alba, suelta las ovejas, porque las hacemos dormir encerraditas por el daño de los pumas y otros animales, las llevamos a pastar, juntamos leña, vamos a ver otros animales”, detalla la tucumana más dulce de los últimos tiempos, según los comentarios de las redes sociales. “Lo importante es siempre campear, siempre se anda en el campo, hay que ver si no se murió ningún animal, sino estamos en casa arreglando muebles, fabricando las cosas, trenzando, cada cuatro años cambiamos el techo, eso nos lleva mucho trabajo. La familia corta la paja, llevamos el alambre, se tiene la caña, pero también se cortan otras varillas de un arbusto que le decimos perilla”, remarca.
Otro de los elementos más notorios en el video de la joven, son las coloridas frazadas de lana de oveja tejidas artesanalmente, y por ello la entrevistada explicó el origen de las mismas al medio: “Usamos frazadas que hacemos nosotros en casa, algunas son herencias de mis bisabuelas, otras las hizo mi hermana en telar. Esquilamos las ovejas, hacemos los hilos, todos sabemos tejer en telar. Todo lo que está en la casa la hicimos solos, algunas habitaciones fueron hechas por mis bisabuelos, de las cuales algunas fueron renovadas por mis hermanos”.
Al compartir el video de Celeste en las redes, la duda de muchas personas apunta a su nivel de estudios, teniendo en cuenta que la localidad más cercana queda 5 horas a caballo. Ante la pregunta, la joven nos explicó que ella y su hermano mayor terminaron el secundario, quedándose a vivir en días de clases en casa de su tía en San Pedro de Colalao, pues sino, es imposible. Dos de sus otros hermanos, están terminando de estudiar en la escuela nocturna.
A pesar de que muchas personas aseguran que serían incapaces de vivir tan alejados de todo, Celes tiene su propia opinión al respecto: “De estar de paseo en la ciudad (San Miguel de Tucumán) si lo hago, pero creo que vivir continuamente con lo acelerada que es la vida ahí y los peligros que hay, con todo tan compactado y encerrado, no sé si podría. Me encanta el cerro, me cuesta venirme a san Pedro cuando voy, por ahí por compromiso me tengo que venir. En mi casa siento la libertad, aunque hay complicaciones, hay cosas que no se pueden hacer fácilmente como la salud y la educación, pero sentir aire puro y agua es algo que no podría tener en la ciudad, en San Miguel abro la canilla y el agua es horrible, el aire se siente contaminado, no lo cambiaría por mi casa nunca”, nos confiesa.
La herencia ancestral y la herencia de la invasión española
“Nosotros tenemos raíces originarias, tenemos costumbres muy arraigadas, hablando en lo que es la serranía de la zona de Trancas, Tafí del Valle y el Norte de Tafí del Valle, Jujuy, Catamarca, hay cosas que se comparten, cuestiones culturales y herencias ancestrales, la forma de nuestras viviendas, las construcciones, comidas como la mazamorra, el charqui, la papa andina que comemos con el queso que lo hacemos nosotros, de vaca, de cabra, tenemos herencias que nos han dejado nuestros antepasados”, relata la tranqueña, aunque sin dejar de tener en cuenta que el catolicismo es lo que pesó más fuerte en las mujeres más inmediatas de su familia. “En mi familia mi mamá y mi abuela eran muy católicas, muy creyentes del catolicismo, pero aparte conservaban la espiritualidad de los originarios en los rituales de la Pachamama, el respeto al sol y a la tierra, a la naturaleza y todo lo que nos rodea. Celebramos a la Pachamama, respetamos nuestras deidades o creencias ancestrales y a esa filosofía de vida, tenemos mucho respeto a la naturaleza, hacemos ofrendas. También al sol, lo respetamos mucho, a los astros, al viento, a toda la naturaleza”.
Camino a ser viral en TikTok
Cada día, los comentarios en el video de Celeste aumentan en TikTok, y sobre esta idea de dejar ver su estilo de vida, ella explicó las razones: “No estaba muy segura de compartir nuestra vida y mostrarme, vi que en la aplicación hay mucha discriminación cuando uno tiene aspecto indígena, hay muchos comentarios feos y no estaba segura, pero creo que es importante visibilizar la existencia de nosotros aquí en Argentina, no soy un caso excepcional, hay muchas familias o jóvenes que viven como yo, que viven o tienen familia en el cerro, tienen que estar yendo y viniendo, hay gente que se va buscando un nuevo futuro y quiero que recuerden como vivían”, opina Condorí, coincidiendo con los cientos de comentarios que dicen haber recordado su infancia de sopetón con su video.
“Hay gente que me comentó que se emocionó de recordar cómo vivían. Tengo pensado de más grande quizás quedarme allí en el cerro. Ya se han hecho muchos avances en nuestra comodidad, siempre buscamos mejorar un poquito la calidad de vida, no es una mala vida, siempre se puede progresar un poco más. Ser niño ahí es ser feliz y sacrificarse, los niños ayudamos mucho con los animales y los quehaceres de la casa, uno no se lo toma como trabajo, sino que es una rutina de acompañar a los grandes en todo. Si tuviera un hijo no lo privaría de vivir ahí, pero en época de escuela estaríamos en una ciudad o cercana a alguna. Por la escuela muchas familias dejaron el cerro y se trasladaron para mandar chicos a estudiar. Yo quiero conservar al cerro”.
La familia musical
Como si la iniciativa de mostrar la vida en los cerros no fuera suficientemente viral, Celeste nos da una gran sorpresa en medio de la entrevista: ella y sus hermanos son músicos y tienen una banda de música tropical: “Con mis hermanos varones tenemos un conjunto musical que se llama ‘Los Principales del Ritmo’, hacemos música bailable, yo toco las timbaletas. Hacemos de todo. Antes de la pandemia íbamos a fiestas familiares o shows en la plaza. También fuimos a tocar a El Tala, a El Jardín, a Catamarca en un lugar llamado Fabalasto, es en medio del desierto, no hay ni señal, de repente se llenó de gente del campo dispuestas a bailar”. Sobre el origen de esta iniciativa, la tranqueña nos explica que la curiosidad comenzó en los hombres de la familia, y que ella pasó por un estilo de ‘casting’ familiar para ser parte del conjunto musical: “Mi hermano más grande le agarró la guitarra de mi papá para que no la venda y aprendió a tocar, después mi otro hermano con un acordeón viejito aprendió a los 18 a tocarlo, ese fue su regalo de cumpleaños. A mí, de chiquita con las latitas de conserva me hacían instrumentos de percusiones para que yo toque, mi otro hermano también tocaba. El mayor también toca el bajo y primero ellos dos tenían la banda, con cañas hicieron en un güiro artesanal y sumaron al otro hermano, y luego me compraron a mí las timbaletas, aunque pasaron por toda la familia a ver quién tenía mejor ritmo y quedé yo, a los 16 años”, nos confiesa.
La iniciativa multimedial de la tucumana, seguramente tendrá muchos videos virales más, ya que en su mismo canal de TikTok (@yosoymariaceleste), ya ha compartido su milenaria receta de charqui con huevos caseros revueltos, y también la de la tortilla a la parrilla o, como le decimos muchos, “tortilla al rescoldo”. Ante la consulta sobre las visitas inesperadas, Celeste nos aclara que prefieren no vivir esa situación, pues la llegada de grupos de enduristas genera que sus animales se asusten y se separen, por lo tanto, es mejor respetar la zona. ¿Qué opinás de su estilo de vida?
@yosoymariaceleste "atao" atado de leña.##vidadecampo ##argentina ##tucuman ##Salta ##jujuy ##campoargentino ##fyp
♬ A moist healing song - Nez Tunes