Tucumán, no lo entenderías: más original que el Messi de Famaillá
Los choreos más insólitos del mundo, Manzur en modo marciano, sexo octogenario y la disputa entre tucumanos y santiagueños. Sólo acá, la sección periodística que podrán imitar más nunca igualar.

Fuaaaaa el Diego con un carpincho.
Acá no se salva nadie
Las cenizas que llueven del cielo, el olor a aca que irrumpe en la ciudad, la veneración al sánguche de milanesa y el choreo son parte de la idiosincrasia del tucumano, según el estereotipo mundialmente aceptado. Así nos ven y así nos tratan porque, ya se sabe, como te ven, te tratan. A quién no le han afanado una bicicleta de la vereda, un celular del bolsillo, un calzoncillo de la soga, un gajo de Santa Rita del cantero. Como tucumanos -y valga la tautología- convivimos con la tucumaneada desde el origen de los tiempos y nadie está exento de caer en las ávidas manos de los rapaces. Ni siquiera esta humilde sección informativa. Resulta que, en los últimos días, otro medio de la provincia se agenció, como quién no quiere la cosa, el Tucumán, no lo entenderías; en un claro exceso de impronta local. Lo sorprendente del caso no es el latrocinio en sí, dado que acá, quién más, quién menos, hemos hecho del choreo un modo de vida. Lo que nos asombra es que, habiendo tantas creaciones más prestigiosas, iluminadas, preciosas, valiosas y redituables que este espacio editorial ¡Justo esto se van a chorear! Lejos de ofendernos por el atrevimiento, lo celebramos porque ese gesto no hace más que canonizarnos como tucumanos de pura cepa. A nuestros lectores les decimos que no acepten imitaciones y que no se dejen engañar más que por nosotros. Este es el único Tucumán, no lo entenderías; más original que el famoso Messi de Famaillá.
Acá no se salva nadie II: El ladrón de chinchulines
Y ya que hablamos de choreos insólitos, lo que le sucedió a este grupo de changos en Las Talitas no tiene perdón de Dios. En un episodio que los protagonistas calificaron de tragicómico, mientras esperaban que se termine de hacer el asado que reposaba en una parrilla en la vereda; alguien se les adelantó y, en un impulso acaso irrefrenable, se hizo con un vacío completo y una ristra de chorizos comunes. No fue poca la sorpresa de los hambrientos comensales al verse despeoados de su nutritiva cena. “Mi hermano salió a buscar el asado y no estaba más. Había desaparecido de la parrilla. Con linternas lo buscábamos, pero nada, che. No estaba. Hasta que nos enteramos”, reveló uno de los afectados en una entrevista concedida a nuestro medio. El arrebato carneo quedó registrado en un video y este hecho incalificable nos invita a una reflexión que nos interpela como sociedad porque el delicioso vacío a las brasas devino en vacío existencial.
Sexo interplanetario
Todos fuimos chicos alguna vez y todos experimentamos el sexo marciano alguna vez casi sin darnos cuenta. Sucede que acá los niños y adolescentes son ávidos para la goleada y los marcianos siempre fueron muy discretos a la hora de practicar el coito. A quién no le han tocado el hombro alguna vez y acto seguido le han preguntado: ¿Vos sabés cómo culian los marcianos? Cuando uno caía en el popular chascarrillo, ya estaba culiado. Lo sorprendente del caso que nos compete es el traslado de esta práctica tan inocente como demodé a la actividad electoral, como lo percibió un usuario de Twitter que analizó la boleta del Frente de Todos para las próximas elecciones. En la misma, puede verse al gobernador Juan Manzur apoyando su mano sobre el hombro del candidato a senador Pablo Yedlin. El rostro divertido del primer mandatario provincial parece reflejar la actitud de quien acaba de gozar a su compañero de boleta. El gesto entre resignado y risueño de Yedlin parece confirmarlo. La pregunta es: ¿mensaje subliminal o mera coincidencia?
Che Pablo, vos sabés cómo culian los marcianos? pic.twitter.com/6QtTBtxjrd
— Roman Calvete (@romancalvete) August 2, 2021
Viejos pisadores
“Viejos son los caminos y todavía echan polvo”, reza un antiguo adagio de la sabiduría popular. En los últimos días se dio a conocer en las redes sociales un video que captura infraganti a dos ancianos mientras ingresan a paso lento, pero seguro, a un hotel alojamiento. “Apurada va la tía… que culiao, boludo…”, se lo escucha decir entre risas a quien filma al ver cómo la Doña apura el tranco para ingresar al telo. Movilizados por un deseo que pareciera imperecedero, los protagonistas hacen oídos sordos al paso de los años, pero no al sonido ingrato del teléfono que marca el fin del turno. ¡Quién pudiera! ¿No resulta envidiable la pervivencia de ese amor? ¿No es acaso ejemplar ese apetito carnal sin edad? Lejos del escrache de estos añejos, pero todavía vigentes amantes anónimos, vaya nuestro sincero homenaje. Su inagotable vitalidad parece decirnos, citando los famosos versos de una canción: “Ellos solos pueden más que el amor y son más fuertes que el Olimpo”.
Tucumanos vs santiagueños
Que la adicción a las siestas de un lado, que la afición por lo ajeno del otro. La tendencia al amor intrafamiliar de unos y el olor a caña de azúcar que se le atribuye a los otros. Son muchos los mitos y los relatos que enmarcan la histórica disputa entre los santiagueños y los tucumanos. Una confrontación que ha sido plasmada en los cassettes de chistes del gran Pochi Chávez y que ahora vuelve, actualizada, en las redes sociales. Esta vez fue Joselo Márquez, el famoso tiktoker tucumano, el encargado de renovar esta rivalidad entre vecinos que recuerda a la pica que existe entre Springfield y Shelbyville en la serie Los Simpsons. En la ficción animada, Jebediah Springfield se separa de su antiguo socio Shelbyville Manhattan y cada uno por su lado funda una ciudad porque este último aboga por el derecho de sus habitantes a casarse con las primas. Ahora y en un video de TickTok, el tucumano le pregunta a su amigo santiagueño: “¿Vos has estado con tu prima?”. La respuesta los sorprenderá.