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"De aquí salen grosos": un artista tucumano enseña dibujo y pintura en La Bombilla

artistas de acá

A los 14 años, Ezequeil Villa supo que quería dedicarse al arte. Hoy tiene 34 años y desde su estudio en La Bombilla enseña dibujo y pintura a los niños del barrio. "Si veo que a alguno le interesa de verdad le digo: ‘si no tenés un mango venite igual’".





En La Bombilla, uno de los barrios más populares de Tucumán, Ezequiel Villa le pone color y humor a la cotidianeidad del barrio. Desde su trinchera, una casa humlide de techos altos con paredes atiborradas de cuadros, este artista plástico, diseñador, caricaturista y humorista gráfico de 34 años enseña arte a los niños de la barriada y los forma como verdaderos artistas. 

En una nota con eltucumano en Vivo, Villa contó cómo es vivir del arte y cómo surgió la idea de entrenar a los más chicos para potenciar el artista que llevan dentro. “Aquí vienen chicos de 12 a 17 años. Ellos no tienen muchos recursos económicos, entonces les doy una mano con la parte artística y si les gusta, los afilamos”, comenzó Villa, portador de un carisma inigualable. 

A este artista tucumano el bichito del arte le picó desde muy chico, cuando comenzaba a descubrir el mundo. “Esto empezó como una aventura, nunca pensé en vivir del arte. A los 14 años ya empecé a trabajar en una revista, donde me pagaban muy poco”, recordó. “Actualmente trabajo y vivo del arte, por eso le doy gracias al barba”, celebró.

A Villa las cosas no le resultaron fáciles cuando entendió que el arte era lo suyo. Por eso, y en base a su propia experiencia como autodidacta, decidió enseñar a dibujar y pintar a los niños de su barrio, para allanarles el camino que a él tantas veces se le presentó pantanoso. “Yo cuando era chico no tenía un profesor o tutor, entonces me golpee muchas veces. Por eso decidí ayudar a los chicos el barrio”.

Por la pandemia, Villa tuvo que modificar la disposición del espacio en su taller y dictar las clases a grupos reducidos. “Este es mi antro, como le digo yo. Es mi lugar, así, bien popular. Con arreglos simples. En un principio pensé en remodelarlo pero dije: ‘no, quiero tener la marca villa y el concepto’”, enfatizó. 

Y aunque siempre supo que quería dibujar y pintar, Villa nunca se imaginó dictando clases de arte. “Yo no me veía como profesor. Cuando iba al secundario tenía mala conducta, pero el tiempo me fue llevando y hoy yo tengo alumnos con mala conducta, pero con muchas ganas de aprender. De aquí saqué muy bueno valores, y eso me enorgullece”, relata con el pecho inflado. 

“Los padres de los chicos vienen porque lo toman como un hobby. Yo hablo con los chicos, y si veo que a alguno le interesa de verdad le digo: ‘si no tenés un mango venite igual’. A mí me pasó lo mismo, mis padres lo tomaban como un hobby. Es que es difícil pensar que alguien pueda dedicarse y vivir de esto”, finalizó.

Para tomar clases de dibujo y pintura con Villa, los interesados deben contactarlo a través de su perfil de Instagram (@arteporvilla). Hay que solicitar turnos, ya que el artista tiene pocos atriles disponibles para poder respetar el distanciamiento social por la pandemia.