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"Aquí empieza todo": los hermanos Serrano, el tío Julio y el gran sueño de los chicos tucumanos con la pelota

HISTORIAS DE ACÁ

Pablo fue titular en la Primera de Lastenia, se quebró y dejó el fútbol profesional. Alejandro, su hermano mayor, le devolvió el alma al cuerpo y juntos crearon mucho más que un trabajo.

Dany, orgullo de barrio 4 de Junio. las fotos son gentilezas de los hermanos Serrano.





Si detrás de cada tucumano y tucumana hay una historia, imaginen detrás de dos hermanos que juntos comenzaron a construir un sueño en el barrio 4 de Junio. Son Pablo Serrano y Alejandro Serrano. Pablo cumplirá 26 años en agosto y Alejandro tiene 28. Pablo llegó a la Primera de Lastenia, a la lista de buena fe del Glorioso en el Argentino B, pero una tarde de un campeonato de barrio lo quebraron, necesitaba operarse, ponerse clavos, ganarse el reto de la mamá, bajonearse, pero también a la vez encontrar en Alejandro el apoyo de un hermano, el que le devolvió el alma al cuerpo y ahora juntos crearon mucho más que un trabajo.


“Nosotros ya trabajábamos con las empresas que cargan el papel higiénico en la estaciones de servicio, pero hace dos años íbamos con mi hermano en la moto a visitar a mi tía y nos enteramos de Julio, un señor de unos 50 años, con quien pegamos tan buena onda que, como vive cerca de mi tía, ahora le decimos El Tío”.


- ¿Qué opinás si vamos a buscar a Julio y empezamos a trabajar juntos?

La pregunta de Alejandro a Pablo en la moto surtió efecto y juntos se pusieron manos a la obra y desde hace dos años así andan, juntos, a veces con Alejandro laburando en una casa de ropa en Alderetes, con Pablo pintando una casa, pero juntos, recibiendo los pedidos de las madres y de los padres del Este, todo lo que es la Banda, Lastenia, barrio 4 de Junio, La Jorge Luis Borges, Los Leones del barrio Piloto, Barrio Sur Fútbol Club, El Palomar, el Gauchito Fútbol Club, la Fundación Mapa, en Polígono, todo el Este de Tucumán, con todos los chicos como los Lautaro, los Gael, los Dany, los que ya pasan los 10 años y también los que todavía están aprendiendo a caminar y ya patean una pelota a cuadras del Hospital del Este hasta cruzar la Eva Perón.


La amistad de los hermanos Serrano con El Tío Julio arrancó con la pandemia y, al compás de los tiempos de la pandemia, fue avanzando: primero empezaron a hacer las mochilas para los deliverys como Kayros: empanadas y pizzas; Guillermina: cervezas premium; “Dany” sandwichería; Tradiciones: sabores caseros; Shalom, la casa de la empanada; o Félix delivery en Fase 1.


Después empezaron a pedirles las mochilas para los alumnos cuando volvieron las clases presenciales y luego ya empezaron a salir muchos botineros porque los chicos volvieron a jugar a la pelota en el barrio y también en los clubes. Son los que sueñan con llegar a Primera, chicos que entrenan tras ese sueño de ser un día como Messi, más allá del resultado, porque de eso se tratan los sueños: de intentar convertirlos en realidad. Pequeños grandes cracks que juegan en Club Ejército Argentino, en San Juan, en Lastenia, en Argentinos del Norte y en Central Norte, y en Cruz Alta también.


Cuando entregamos los botineros sabemos que aquí empieza todo: que ahí empiezan los sueños, donde un chico que quiere ser futbolista guarda los botines, el tesoro más grande para un chico de la Banda: los botines. Cuando se los entrego, como yo sé lo que es jugar en campeonatos de barrio, les recomiendo que si quieren ser profesionales el día de mañana, entrenen duro y jueguen en sus clubes porque en el barrio, cuando crezcan, los pueden quebrar y les pueden arruinar la carrera". 

"Yo siempre he jugado al fútbol: he jugado en San Juan, después en Lastenia, puedo ir a cualquier cancha. Quizás creo mi propia escuela, mi mamá me recomienda que lo haga porque sé dirigir, pero por lo pronto estamos en este sueño con mi hermano. Soñamos con abrir nuestro local propio y ahora estamos contentos porque estamos haciendo una cancha para los chicos: el fin de semana compramos las redes para los arcos”.


Luego de tomar los pedidos, Pablo sale a la calle a repartir los pedidos, a ver cómo se les ilumina las caras a los chicos y a los grandes, a los hinchas con sus gorras, bien perros, como la gloriosa L.J.L.B: La Jorge Luis Borges: “Ese es el equipo de nuestra calle, ese es mi equipo y en la esquina de mi casa estamos por terminar la cancha. Después está el equipo del barrio 4 de Junio, que es del que soy hincha si me preguntás. Y están los changos, con los que compartimos la vida y los sueños, la banda que alienta, con la cual compartimos los buenos y los malos momentos, y a los chicos, siempre alentando a los chicos”.

Los hermanos Serrano hacen cosas buenísimas para los chicos y los grandes también: llámenlos al 3816 31-1081 y encarguen sus pedidos. ¡La rompen!