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"Todavía no caigo": la historia de Renata, la mujer trans que ingresó al Poder Judicial de Tucumán

AVANCE

Renata Torres es una de las personas que aprobó el examen de ingreso al Poder Judicial de Tucumán.

Renara Torres.





Hace dos meses, personas travestis, transexuales y transgénero de la provincia de Tucumán tomaban el primer examen de ingreso diferenciado al Poder Judicial, en donde mediante un trabajo de articulación de distintas oficinas de la Corte, el 85% de las personas postulantes aprobaba la totalidad de dichos exámenes redactados en lenguaje inclusivo persiguiendo la consigna de respetar la identidad de género. Esta semana, en el Poder Judicial Monteros comenzó a practicar quien quedó en segundo lugar del orden de mérito: Renata Torres.

Renata vive en la comuna rural de Río Seco con su papá, su mamá y sus cuatro hermanos: dos varones y dos mujeres. Cuando tomó este examen, Renata estaba en condición de desempleo: “Aún no caigo en la realidad”, reconoce la futura trabajadora del Poder Judicial de 28 años, quien ha sido ubicada en la recepción de casos de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD): “Yo soy la primera persona que ven quienes van a hacer una denuncia”.

Gran parte de la importancia de que las personas travestis, trans y transexuales ingresen al sistema público tiene que ver con la visibilidad que tienen desde estos espacios para romper con los prejuicios y los estereotipos de género en los que estamos tan inmersos.

Renata también le cuenta al diario eltucumano sobre la imposibilidad de un trabajo formal desde su lugar. Antes de esta inmensa oportunidad laboral, Renata trabajaba en una tienda de ropa en Concepción, lugar del que denuncia que fue despedida cuando se percataron de su identidad de género autopercibida: “Me corrieron al enterarse de mi condición, nadie me lo podía creer. En ese momento me levanté y dije: ‘No, no me voy a quedar ahí’”.

Con ese mismo impulso esta joven, que vive en una pequeña comunidad en donde todos se conocen (para suerte o desgracia), se preparó sola en casa de tal manera que quedó en segundo lugar en el orden de mérito, pudiendo comenzar a practicar tan solo dos meses después, a la espera de la acordada, o sea, de su nombramiento.

Dicha acordada llegaría a mediados de la semana entrante, como un contrato que Renata Torres firma con un futuro mejor, en donde –por lo menos- la cuestión económica y laboral estaría resuelta: “Es bueno pensar que te están dando una oportunidad muy grande, tener un trabajo hoy en día es muchísimo, y más para una persona trans”.

Por su parte, el Juez de Instrucción de dicho estamento público, Dr. Mario Velázquez, se refirió a esta incorporación como un paso sumamente necesario para “romper ciertos patrones y parámetros que todos tenemos”. El magistrado habló sobre la manera en la que se comenzaron a hacer exámenes de ingresos diferenciados hace mucho, para saldar esas deudas pendientes con la sociedad:

“En primer lugar me parece muy importante rescatar la decisión de la corte, de que así como en alguna oportunidad se decidiera que el ingreso de las personas al Poder Judicial fuera por concurso. En una segunda etapa se empezó a tratar de respetar el cupo de las personas con discapacidad. Ya tenemos a una persona trabajando hace años después de este cupo. Hoy nos encontramos con una hermosa oportunidad que tiene el Estado de tener a una persona perteneciente al colectivo trans trabajando con nosotros, capacitándose en la oficina de violencia doméstica”.

Además, Velázquez retrató los resultados de este ingreso: “Los exámenes han sido de altísima calidad intelectual, con notas altísimas”. La importancia además de que Renata ocupe un lugar de visibilidad plena (la OVD es una de las oficinas que más personas recibe), es fundamental: “Nunca es tarde para empezar a cambiar esto, que desde el Centro Judicial hoy haya una compañera que haya ingresado le da un plus a nuestro trabajo”.

“Ella va a estar en contacto con ciudadanos y ciudadanas de esta jurisdicción que en distintas cuestiones sufren o han sufrido situaciones que lamentablemente Renata seguro las ha padecido en Tucumán, y definitivamente su presencia le va a dar un plus distinto a la oficina”, cuenta.
Mientras se espera la acordada de Renata, y en tanto avanza la construcción de las nuevas oficinas, distintas personas que han quedado en los primeros números del orden de mérito ya están siendo ubicadas en distintos espacios del Poder Judicial en Tucumán, convirtiendo a esta provincia en la primera que incorpora en sus oficinas estratégicas a personas trans, travestis y transgénero.