"Lo que tiene mi bebé lo siento desde que estaba en la panza, pero ahora no sé qué más hacer"

Son las cinco de la mañana y Carolina, de seis meses, no para de llorar desde anoche. Su mamá Brisa, de 20 años, tampoco. Sin pegar un ojo, prepara las cosas y camina a pie los cinco kilómetros hasta la ruta 9, en Puma Pozo, Leales: “Espero el primer colectivo de las 6 de la mañana, el Rutas del Sur, para ir al Hospital de Niños. El caps abre tarde: a las ocho y media, nueve, y no puedo esperar”.“Lo que tiene mi bebé lo siento desde que estaba en la panza, pero ahora no sé qué más hacer. Tiene los riñones chiquitos. Ninguno le funciona bien, pero el más comprometido es el derecho. Eso me salió en la primera ecografía, pero ahora todos los días me hace un cuadro de fiebre, o anginas. Ahora la tengo aquí, está hervida, con vómitos. Estamos en la Terminal esperando el colectivo para volver a la casa”, le cuenta Brisa a el tucumano hace instantes, después de salir del Hospital de Niños, adonde el miércoles debe volver.“El miércoles tenemos que ir a la nefróloga y nos va a decir si Carolina necesita un trasplante o una operación. Cada dos tenemos que viajar a la ciudad y el problema es el boleto que sale 300 pesos de ida y 300 pesos de vuelta. Son casi 3 mil pesos toda la semana y no llego, no sé qué hacer. Yo desde chica trabajo en la cosecha del limón, pero ahora no puedo con todo este problema y mi marido no me acompaña en el colectivo para no gastar en otro boleto: él está haciendo todo lo que puede, changas, lo que sea, nos conocimos en el limón, pero ahora no tiene trabajo. No sabemos qué más hacer”.Mientras habla con el diario, Brisa le da un beso en la frente a Carolina y nos dice: “No me le baja la temperatura y sigue con vómitos. Le dieron cefalexina para que no le agarre fiebre, pero está muy molesta con los dolorcitos, llora todo el tiempo. El hermano de mi marido tiene el riñón chiquito, creemos que puede venir por ahí su problemita".

"Mientras tanto lo que más que necesitamos es un trabajo para mi marido o si alguien puede darnos un pase para no gastar tanto en el boleto. Usted ha visto cómo son los gastos con los chicos: lo que más gastamos son con leche y pañales, tres bolsones de ese grande de 750 usa. Hasta que nos digan qué le van a hacer, es difícil todo este tiempo la verdad, la verdad que todo tiempo este difícil”, se quiebra Brisa, la mamá de Carolina, antes de subirse al colectivo con su hija en brazos: “Ahora se durmió. Shhh… Shhh... Hasta luego, hasta luego”.