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Historias del conurbano tucumano que se ven y se escuchan

Cuentos de acá

El barrio de La Ciudadela, la noche tucumana y su desenfreno y la vida dentro de un psiquiátrico son algunos de los paisajes que retratan los audiocuentos animados que buscan plasmar a una ciudad que se expande: “Son historias que surgen en los márgenes”. Mirá los primeros capítulos.

Una de las ilustraciones de la serie animada.





Hay una ciudad voraz, violenta y entrañable que se expande más allá de las cuatro avenidas con sus casas chorizo de paredes raídas, con sus mitologías barriales, con sus héroes anónimos y sus villanos tristemente célebres. Ese Tucumán de los bordes que el racismo de Pablo Sirven describiría como territorio africanizado; ese Tucumán populoso, popular y prolífico de historias es el que retratan los cuentos animados de la serie “Conurbano tucumano” que reúne relatos de esa provincia de los márgenes desconocida para muchos. Literatura, ilustraciones y animaciones se conjugan en este ambicioso proyecto. 

“A la idea de conurbano estamos acostumbrados a escucharla sólo cuando se habla de Buenos Aires, pero pensamos que acá hay situaciones que se replican a escala como el caos del tránsito y la violencia propia de una ciudad que crece. Estas son historias que surgen en los márgenes, algo relativo a cómo se ha ido formando la ciudad; historias que van más allá de la caña de azúcar, del limón, de los valles… las cosas de las cuales se habla generalmente cuando se habla de Tucumán”, comenta Maximiliano Torres, el ilustrador que es uno de los artífices de la serie de cuentos animados producida por Fóvea estudio de la que también participan Facundo Iñiguez como productor y el actor Samuel Cortez con su voz en la interpretación de los relatos. 

Una historia de disputas futbolísticas infantiles y barquitos de papel que naufragan en las calles inundadas de La Ciudadela en el cuento “Maceta” de Blas Rivadeneira. Las hormonas bullendo con el ritmo y las luces de la noche festiva tucumana en “Salir de fiesta” de Samuel Cortez. La vitalidad que encierran las paredes de una institución psiquiátrica en “Sala E” de Facundo Iñiguez. Esos son los tres relatos animados que abren esta serie donde los cuentos cobran vida con las ilustraciones y la voz del narrador. “Siempre lo hemos pensado al conurbano como aquello que, por estar en los márgenes, a veces queda fuera del discurso oficial. Sin embargo, son historias que nos atraviesan. Aquellas personas que han vivido en un barrio seguro se identificarán con el personaje de Maceta. Algunos que fueron a El Abasto de fiesta posiblemente tendrán un reconocimiento con el cuento Salir de fiesta. Aquello que quizás está muy lejano cuando se habla del conurbano bonaerense, acá también lo tenemos muy presente porque atravesamos las mismas dificultades y problemáticas sociales. Por ahí uno se queda con la idea de Tucumán como ciudad histórica, la cuestión del folclore con los ingenios y la caña de azúcar… El gran San Miguel de Tucumán como una ciudad que se sigue pensando pequeña, pero que ya se ha convertido en una gran ciudad”, se explaya Torres acerca de la serie estrenada hace unos días. 


El proyecto se gestó el año pasado en plena cuarentena estricta. La idea original de Samuel Cortez fue crear un podcast, pero fue virando hacia el audiocuento animado en el que trabajaron junto a Maximiliano y Facundo. Los artífices ahora buscan seguir sumando cuentos de autores tucumanos y nuevas series que aborden eso que, a falta de mejor nombre, podríamos denominar como la tucumaneidad: “Los tres somos psicólogos, pero tenemos intereses en las artes y en el diálogo entre las artes. Creo que generar espacios donde se pueda apostar a las distintas manifestaciones artísticas es muy importante, tenemos la idea de que se vaya sumando más gente. Queremos seguir trabajando con autores tucumanos y abrir la puerta para que se vayan sumando otras manifestaciones artísticas; otras voces que le den voz a las historias”. 

“Me parece que hay una falta, digamos. El de estos cuentos es un Tucumán que no está del todo contado y eso me parece muy interesante porque son cosas que, para mí, no están lo suficientemente abordadas”, comenta Blas Rivadeneira, autor del cuento que abrió la serie. En su caso, la historia contada en “Maceta” lo remite a su infancia en el barrio Floresta donde los descampados eran escenario de virulentos partidos con equipos procedentes de otros barrios: “Para mí la literatura es la adolescencia y la infancia y creo que este cuento es parte de mi infancia. Soy del barrio Floresta y hay una mirada construida a partir de eso”.

Según comenta el escritor, este cuento es parte de un proyecto mayor que compila historias vinculadas al fútbol en la provincia que surgió a partir de una serie de fotografías futboleras de Adrián Lugones y a la iniciativa de la editora Rossana Nofal: “La historia de maceta está en constelación con otras historias donde abordo de una manera muy propia el futbol desde la mirada de los hinchas. Es parte de un proyecto donde quiero trabajar el universo del futbol”. Además, adelantó que está trabajando en el guion para llevar otra de esas historias al cine. 

¿Hay un conurbano tucumano? ¿Cuáles son las particularidades de esa geografía suburbana y de los protagonistas de las historias que allí suceden? Blas da su mirada al respecto: “La idea del conurbano tucumano me parece que está muy buena. Ese conurbano barrial de Tucumán me parece está reflejado en la crudeza de los relatos, en Maceta, por ejemplo, están los botines de tierra, la creatividad popular, la corporalidad de meterse en el agua y también la fragilidad que te da otro tipo de fuerza. Algo de todo eso está en esos relatos y en esas espacialidades que están buenas para ser contadas”. 

Por su parte, Maximiliano Torres destacó la identidad local que proyectan estas historias y que han generado la identificación del público tucumano: “Hubo una devolución muy interesante de quienes lo vieron. Muchas personas se han sentido identificadas con lo que se han ido encontrando en los cuentos, con algo que es, a la vez, muy cercano y vívido. Ha sido muy gratificante esa respuesta”. 
 
Mirá los primeros capítulos de Conurbano Tucumano: