"En el corazón del pueblo": convirtió el living de su casa en la biblioteca Maradona
Historias de acá
Martín es tucumano y tan fanático del Diez que no sólo inventó la persignación maradoniana, sino que ahora fundó la biblioteca popular que lleva el nombre del ídolo en barrio El Bosque: “El Diego es cultura, historia, política, religión… todo”. Cómo colaborar.

A la hora del brindis de año nuevo el último 31 de diciembre, al momento de despedirse del trágico 2020 pandémico, Martín Vázquez lloró como hace mucho no lloraba; lloró por los que se llevó el virus, pero, sobre todo, lloró por él. Lloró por Maradona. Lloró y brindó por todo lo que fue y todo lo que su corazón seguirá extrañándolo: “Me puse a llorar porque para mí era un referente en todo”. Hoy toda esa nostalgia de los días más felices que tuvo el fútbol argentino se tradujo en una iniciativa que moviliza a todo el barrio El Bosque: la biblioteca popular Diego Armando Maradona. Con el Diego se llora, se festeja y también se lee.
“Al nombre no hizo falta ni pensarlo, lo elegí porque soy un maradoniano de sangre. Creo que si hay algo que moviliza los sentimientos del pueblo eso es Maradona”, revela el actor de 34 años. La idea comenzó a gestarse en diciembre del año pasado cuando Martín volvió a la casa de sus padres en barrio El Bosque y se reencontró con su vieja biblioteca que estaba cubierta de polvo y telas de arañas. Entonces pensó en compartir ese tesoro cultural con todos sus vecinos: “Me puse a limpiar y a acomodar los libros y ahí me di cuenta que había de todo… teatro, cine, política, religión, literatura… Ahí dije qué hago con todo esto y se me ocurrió hacer un lugar para que la gente pueda disfrutar de un espacio de lectura, pero no me imaginaba que eso a movilizar tanta gente”.

Por estas horas, Martín acondiciona el living de la antigua casa chorizo del pasaje Irigoyen al 800 para armar una sala de lectura a la que podrá acceder cualquier vecino de la zona. Esa casa donde creció ya alberga más de 2000 obras de las más diversas y la idea es seguir sumando nuevos títulos. Muchos festejaron la iniciativa y donaron libros y muebles para el espacio cultural que lleva el nombre del futbolista más grande de todos los tiempos: “De una mueblería me van a regalar muebles. La idea es abrir la casa como biblioteca y que la gente vaya ahí a leer. Ahora recién la estamos armando y es un quilombo de libros por todos lados. Queremos abrir por lo menos dos o tres veces por semana. Estoy sorprendido porque se acercó mucha gente a colaborar, incluso los responsables del CEPLA del barrio, el centro para la recuperación de las adicciones. Mi sueño es que la gente vaya y se apropie del espacio, creo que, a partir de esto, se puede hacer un trabajo comunitario mucho más grande”.
“Al Diego nunca lo vamos a dejar de tener presente; siempre va a estar acá, en el corazón del pueblo… en un mural, en las banderas, en la biblioteca… Su nombre es un nombre representa la vida, la gente y el pueblo; Maradona es cultura, historia, política, religión, lucha… todo”, comenta quien es el presidente de la organización impulsada por hinchas de Atlético “Deca Cultural”. Según comenta este maradoniano de ley, en las últimas horas recibió la donación de un ejemplar fundamental para toda biblioteca que se precie de maradoniana. Se trata, nada más y nada menos, que del libro “Yo soy el Diego de la gente", la primera autobiografía del ídolo publicada en octubre de 2000; una especie de viejo testamento para los feligreses del astro del fútbol mundial. Sólo restaría el viejo testamento: “México 86. Mi Mundial mi Verdad. Así Ganamos la Copa”, el libro autobiográfico editado en 2016, a 30 años de su consagración en la copa del mundo de la FIFA. Quienes deseen colaborar con esta noble iniciativa maradoniana donando libros o muebles pueden comunicarse con Martín al 3816356171.

Tan devoto del D10S del fútbol es Martín que, además de la biblioteca popular que honra la memoria del futbolista, es el creador de la persignación maradoniana; una particular liturgia que reconfigura el rito católico: “Acá lo que representa es, primero, se toca con la mano izquierda la mano de Dios arriba en la cabeza y empieza a tocarse toda la parte izquierda del cuerpo, pasa la mano por el corazón, por la rodilla, por el pie izquierdo y tira el puño que es el festejo que siempre metía el Diego”. Para el mentor de este espacio cultural, el homenaje es una forma de exorcizar el dolor de la partida del jugador al que extraña todo el pueblo; una manera de que Maradona siga iluminando desde esa vieja casona del barrio El Bosque: “Como número diez que soy en la cancha, para mí la muerte de Diego ha sido una cuestión de estar muy mal; hacía muchos años que no lloraba así, te juro que parecía un niño. Uno pensaba que no se iba a morir nunca, teníamos esa ilusión de que iba a venir desde el más allá. Esta es una forma de homenajearlo y que siga siempre presente”
Mirá la persignación maradoniana: