Top

"Es una crítica a todo": quién es el Banksy tucumano que empapela la ciudad

historias de acá

Nadie sabe quién es, pero sus pegatinas en las paredes sacuden a los tucumanos con mensajes que invitan a pensar. Por primera vez Mc Gordon sale del anonimato y le declara la guerra a los políticos que ensucian la provincia: “Me he quedado caliente”.

Mc Gordon, el alter ego del artista urbano.





Entre la bulla de las bocinas que invade las calles céntricas atestadas de autos y el trajín de personas que apuran el paso para llegar a algún lado. En medio de publicidades que invitan a comprar un auto imposible de pagar o modelos de cabellos radiantes que promocionan el último shampoo de propiedades milagrosas y los rostros de candidatos sonrientes en los afiches, hay una pared ajada que habla y dice: “Se vos, no te pongas careta”. El mensaje llega como una cachetada repentina de realidad. Sacude. Alguien lo ve, piensa un instante y sigue en la suya. Después de todo, todavía tiene que pagar la luz y pensar qué cocinará para el almuerzo. Camina unas cuadras más, dobla una esquina y ahí lo espera, de frente, un nuevo chirlo. Ese que dice: “No maquines tanto, hacelo”. Esas y otras tantas sentencias que gritan las calles a quiénes pasan por ahí replican las palabras de Mc Gordon ¿Quién es el artista que invita a reflexionar a los tucumanos desde las paredes? Por primera vez, se devela el misterio. 

¿Quién no dibujó el escudo del Deca o del Santo con Liquid Paper en el respaldo del colectivo? ¿Quién no trazó la grotesca silueta de un portentoso pene con lapicera en la puerta del baño del colegio? ¿Quién no le hizo cuernos a la cara de algún político en un afiche proselitista? Mucho antes de ser Mc Gordon, cuando era apenas un niño, a Sebastián (nombre de fantasía que usaremos para no revelar su verdadera identidad) su madre solía reprenderlo por escribir en las paredes de la casa. Más grande, ya en la adolescencia, trasladó esas ganas de expresarse a los baños de los bares donde dejaba plasmadas frases; atisbos poéticos anónimos al alcance de cualquiera: “Creo que uno tiene esa cosa de expresar desde chico. Después, eso evoluciona. Probablemente, uno nunca deja de tener como un niño interno. Esto es algo que uno lo hace en una etapa de rebeldía, por lo general, la adolescencia… Con el tiempo, uno va madurando, va viviendo, y los mensajes van saliendo de otra forma. Los míos, ahora, no son muy poéticos, son muy directos. La idea es causar impacto de una”.


Cualquiera podrá creer que Mc Gordon es el alter ego de un artista plástico abocado de manera clandestina a las intervenciones urbanas. Pero no. Cuando no sale a desperdigar sus mensajes por las paredes ultrajadas o abandonadas del centro, de Barrio Norte o de Barrio Sur, este joven de 32 años trabaja como empleado administrativo. Nadie sospecha de su condición de Clark Kent del arte callejero local. Él mismo se ha encargado de rodear su nombre artístico de un aura de misterio y prefiere que todo siga así, que nadie le saque la ficha. Tiene sus razones para hacerlo: “La que se ve en los afiches es mi cara, pero hay mucha gente parecida a mí. Mis amigos saben y, probablemente, los amigos de mis amigos sepan, Tucumán es chico. Yo prefiero el anonimato porque eso es parte de la cultura del grafiti. Además, tiene que ver con el mensaje que uno intenta dar. Si vos ves un mensaje y sabés quién lo ha hecho vas a apuntar personalmente a quien lo ha dicho. Yo quiero que el mensaje llegue de una forma más pura.  Lo mío es algo absolutamente apartidario, por ahí veo mucha gente que comparte las frases y me causa gracia porque la gente lo toma para el lado de su propio pensamiento político. En realidad, esto es una crítica a todo”. 

Sebastián empezó a colmar las paredes de la ciudad con pegatinas y esténcil en 2018. Sin relación alguna con el mundo del arte, todo arrancó después de ver la película “Exit Through the Gift Shop” dirigida por el artista Banksy. Otras de sus fuentes de inspiración fue Frank Shepard Fairey, el artista urbano y diseñador gráfico estadounidense reconocido como Obey: “Él es un artista norteamericano que hace mucha pegatina. Empezó pegando su cara en los carteles publicitarios y se hizo conocido porque pegó su cara en el cartel de un político. Lo mío empezó muy inspirado por eso. Por otra parte, todo lo que tiene que ver con el anonimato y la parte política de los mensajes está inspirado en Banksy. Para mí ha sido un proceso muy extraño porque no tengo nada que ver con el ambiente del arte, estudio administración de empresas, pero lo que me gusta hacer es esto. Cuando uno es chico como que lo primero que querés es ser futbolista, pero ves que no llegás. Después quierés ser músico y te das cuenta de que no te da el cuero. Uno termina haciendo arte de esta forma, pero es algo que ya tenés adentro”. Aunque tiene resonancias foráneas, el apellido artístico con que se lanzó a las calles es una desviación de su apodo de la infancia: “El Mago”


“El objetivo de las intervenciones, en algún punto, es que la gente se encuentre con eso y que pueda pensar a través de eso. Creo que es lo que debería generar cualquier forma de arte, que se vea la realidad desde otro ángulo, que genere un pensamiento, una reflexión acerca de lo que pasa y de lo que nos pasa”, reflexiona el joven que se encarga de diseñar los afiches, imprimirlos y hasta de hacer su propio engrudo, todo de forma autodidacta, bajando programas de diseño gráfico de internet y viendo tutoriales por YouTube. Suele salir al menos una vez por semana por las calles céntricas, siempre de noche, junto a su novia a realizar las pegatinas. Los criterios para elegir las paredes es que estas tengan mucha visibilidad y que ya hayan sido intervenidas o sean de edificios abandonados: “Al principio, cuando recién arrancaba, he ido y pegué arriba de un grafiti que ya estaba y me han empezado a bardear, con toda la razón, y ahí aprendí. Por suerte, no he tenido problemas, sólo una vez me enfrenté con un tipo porque el vago ha venido y me ha dicho esta es mi pared. Obvio que me fui, no me iba a pelear”. 


Un paquete de ñoquis que lleva por nombre legislatura o un afiche que reza “La lucha contra la corrupción empieza por uno” o la imagen de un televisor con la consigna “La TV es cara, el lavado de cerebro es gratis” son algunas de las intervenciones de Mc Gordon con que los tucumanos pueden toparse a diario en las calles y que se pueden seguir a través de su cuenta de Instagram. Al igual que Banksy, entre sus blancos predilectos se encuentra la clase política y los medios de comunicación: “Es una crítica a la falta de crítica… a la grieta y eso de estar de un lado o del otro porque la grieta es eso, una forma de decir no me importa nada y soy un soldado de tal o cual partido político. También al rol que cumplen los medios. Hoy la gente consume una información muy corta, muy breve, y no averiguan realmente lo que está pasando. Por ejemplo, me parece una locura lo que está pasando en Israel y Palestina. Muchos ven en las redes videos que resumen en un minuto un conflicto de años, pero en la realidad hay capas y capas, es muy complejo… No podés tomar posición a partir de ese video ni podemos opinar de todo sólo porque es gratis”. 

En tiempos de campañas electorales, las paredes de la provincia suelen ser territorio de disputa y los artistas se acostumbran a ver cómo las caras de los políticos tapan sus intervenciones con sus rostros ávidos de votos. Desde su trinchera y con el arte como su principal armamento, Mc Gordon les declara la guerra: “Vi que hace unos días a la Vero Corrales le taparon un mural de un gato gigante. Todos los políticos hacen lo mismo y es algo tremendo. A mí, personalmente, eso me ha enojado mucho. Siempre le he tenido odio a las pintadas y pegatinas políticas porque entorpecen y ensucian la ciudad. Me he quedado caliente con eso, pero es jodido meterse con los punteros. Además, esa es una competencia desleal. Ellos imprimen a rolete y hacen diez pegatinas por día… Es imposible competirles”. 


“Con esto, la calle se transforma en un museo. Creo que es eso, tratar de transformar, de dejar algo cultural… en Europa hay un montón de estas intervenciones. Yo creo que acá en Tucumán debería haber muchas más. Hay muchos más murales y con las pegatinas pasa que no hay tantas, somos unos pocos y es algo que cualquiera puede hacer. Estaría muy bueno que la gente se acostumbre a ver arte en la calle porque, en otras partes, vas buscando eso. Ojalá que acá la gente también lo busque y lo pida”, reflexiona Sebastián que forma parte del colectivo de artistas urbanos independientes llamado “Colapso” y que sube videos enseñando a fabricar engrudo para que haya cada vez más Banksys locales apropiándose de las paredes tucumanas: “Me encantaría que esto se imite y que otros también puedan salir a hacerlo”. 

Mirá los videos y fotos: