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"Son muy buena gente": el primer trabajo de Marina y la historia que conmueve a Tafí Viejo

HISTORIAS DE ACÁ

Tenía 15 años y acababa de terminar las clases cuando vio un cartel de 'se busca moza' en Rigoletto y no dudó. Se convirtió en su 'segunda casa' y allí aprendió todo de la 'cultura del trabajo'. Su historia se volvió viral el Día del Trabajador y hoy quiere "darles una mano a Daniel y Silvana".

Foto tomada de Facebook.





Es diciembre de 2009 y Marina Yubrín acaba de terminar primer año del polimodal en el Instituto Nuestra Señora de la Consolación, donde estaba becada. No se había llevado ninguna materia y "se pegaba unos emboles" el verano, más allá de acompañar a su mamá a preparar y vender tartas dulces y lemon pie o a su papá carpintero. Todo cambió cuando pasó por Avenida Alem 302 y vio en un cartel de "Se busca moza" en la puerta de Rigoletto, icónico bar de Tafí Viejo.

"A mi primer laburo formal lo tuve a mis 15 en un conocido bar de Tafí Viejo como moza. Desde ahí y hasta mis 20, vacaciones, findes y feriados trabajé en ese lugar que hasta el día de hoy es mi segunda casa. Daniel el dueño, mi otro papá, me trató siempre con cariño y respeto", reza el primero de los 14 tweets del hilo que publicó el 1º de mayo, el Día del Trabajador nada menos, que tuvo miles de reacciones y que emocionó especialmente a los taficeños.

"Más que nada quería ayudarlo a Daniel y Silvana con el bar, darles una mano a ellos que me han dado una mano a mí en su momento. No esperaba que se viralizara tanto, todo el mundo me mandó mensajes", le confiesa Marina a eltucumano días después de que propios y extraños han descubierto que ella es Perséfone del Valle en Twitter y han conocido a fondo su historia en Rigoletto.


"'¿Qué vas a trabajar vos?', se me reía Daniel. Yo era muy chiquita, no podía ni levantar una bandeja. Silvana me dice 'venite a la tarde y yo te voy a enseñar'. Fui re nerviosa y Silvana me enseñó, me explicó cómo agarrar la bandeja, cómo atender a la gente. Me dijo 'vení mañana a las 9'. Todos entraban a las 7: como era más chiquita trabajaba menos horas cuando recién empecé", recuerda 12 años después de aquel primer día que cambió su vida.
Tal como cuenta en su hilo, trabajó en Rigoletto hasta los 20 años: allí la cuidaron, la mimaron, le enseñaron y siempre la acompañaron y alentaron a seguir estudiando.

"No sé por qué pongo todo esto acá, seguramente porque recuerdo con mucho cariño el lugar que me dio, valga la redundancia, un lugar. Mi otra familia. Hoy en día sí necesitara trabajo sé con seguridad que si toco esa puerta se va a abrir. Hoy los voy a visitar y Daniel se acuerda de la pendeja que tuvo que domesticar, con toda la adolescencia y rebeldía que traía encima, y retar como a una hija, aguantarme llorar cuando me peleaba de los noviecitos, putear porque siempre en el mostrador había cuadernillos míos de la facultad o libros tirados. Hoy ya de Más grande, no sé si más madura jaja hoy agradezco a ese lugar que me dió tantas enseñanzas. Ese bar que amo como si fuera mío me enseñó casi todo lo que hoy en día se sobre administrar un negocio, creo que no hubiera tenido nunca un negocio si no fuera por lo que ahí aprendí", se lee en su publicación.

Tras dejar Rigoletto, Marina empezó a vender sorrentinos y luego joyas de acero: hoy es dueña de Yubrín Joyas (Crisóstomo Álvarez 849, San Miguel de Tucumán) y considera que puede progresar "gracias a toda la experiencia que adquirí sobre el trato con la gente y muchísimas otras cosas". Dejó sus estudios de Ingeniería, pero hoy estudia Derecho y está orgullosa: "Sigo entre libros y el negocio, como en el bar", se ríe.


"Aprendí mucho vendiendo con mi mamá pero de ellos aprendí todo. La gente sataniza mucho a los patrones y yo tuve suerte de dar con ellos que son muy buena gente: yo no sabría todo lo que se sobre la cultura del trabajo si no lo hubiera tenido de patrón a Daniel y Silvana , ninguna otra persona me hubiera enseñado todo eso y hoy se acuerdan con mucho cariño de eso", afirmó.

¿Les llegó la publicación? ¿Dijeron algo? Marina responde: "No tengo idea, me da vergüenza mandarles jaja. Puse que la gente vaya a comer ahí, no esperaba que se viralice. 

Tras compartirse en el Día del Trabajador, la publicación volvió a circular por las redes sociales ayer, 3 de mayo, al conmemorarse el 121º aniversario de la fundación de Tafí Viejo: "Tafí es una cosa muy que 'te tira'. Si sos taficeño se te nota, más allá de decir araca. Por ahí los taficeños se pelean entre ellos pero hay una cosa de unión, uno va a tirar siempre para ayudar a un taficeño", analiza Marina.

"Estas cosas pasan en Tafì Viejo porque somos un pueblo: yo iba caminando y le dije a alguien que me conocía de chica que quería trabajar y me ha tomado por eso, en la ciudad no te pasa porque hay más gente, no está eso de que nos vemos todos. A Daniel y Silvana los conocía de toda la vida y por eso me han tomado al toque", enfatiza.

No todas fueron buenas para Marina: "Algunas compañeras me discriminaban y me decían 'moza vení'. Mis profesores me decían que debía estar estudiando cuando iban al bar los fines de semana. A mis amigos de siempre nunca les dio vergüenza que trabaje tan chica, al contrario".

A la distancia, mira hacia atrás y valora más que nunca que en Rigoletto "nunca me han tratado mal, siempre me han cuidado" y confiesa que "no sé si dejaría a mi hija de 15 años ir a trabajar a un bar, a menos que sea justamente alguien que conozca como Daniel y Silvana".