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"Sé que Dios ha estado en ese momento": Érica y el Renault 12 del milagro

Historias de acá

Una familia del barrio Las Piedritas todavía no sale de su asombro por lo que vivió anoche cuando una imagen de Cristo se proyectó en el parabrisas del auto que adquirieron hace unos días: “Yo creo que ha sido una bendición”. Mirá las fotos de la aparición celestial.





Anoche, sus parientes más cercanos se llegaron hasta la casa de Érica Vergara en el barrio Las Piedritas con la intención de conocer al nuevo integrante de la familia: el Renault 12 modelo 81 que cambiaron hace cinco días por un carro a caballo. Todos conversaban animados y alegres en torno al vehículo. Y no era para menos, no sólo se trata del primer auto de los Vergara, sino también la posibilidad de nuevos horizontes laborales para esta familia tucumana que vive al día. Hacían planes, proyectaban arreglos y mejoras para hacerle, imaginaban un domingo de paseo a bordo de esa máquina cascada de años, pero reluciente de nuevas ilusiones. De pronto, el tío Roque interrumpió la charla y se acercó hasta el parabrisas del Doce sin creer lo que estaban viendo sus ojos en ese momento:

- ¿Soy yo o ahí está dibujado Dios? – Preguntó incrédulo al resto.

Lo que siguió fue la admiración de toda la familia. Efectivamente, en el vidrio empañado del auto se vislumbraba la silueta de un Cristo. No levantaba dos dedos de una mano como el Cristo bendicente emplazado en San Javier ni tenía los brazos extendidos como el Cristo redentor de Río de Janeiro, sino que tenía los brazos caídos en un gesto de quien ofrece un abrazo. “Desde que lo tengo al autito, ha hecho frío, calor, ha lloviznado y jamás ha aparecido eso. Lo limpiamos para ver si era una calco; un dibujo, pero no. Me he puesto muy contenta porque sé que nosotros necesitamos mucho de Dios y es la primera vez que nos pasa algo así”, relata Érica este mediodía de domingo a eltucumano.com mientras espera que llegue su marido de hacer changas para preparar el almuerzo.

Todavía no terminaban de dar crédito a lo que estaban viendo cuando un vecino se acercó a limpiar el parabrisas. Al principio, ni Érica ni el resto de su familia quería que nadie borrara la figura, pero después coincidieron en que había que sacarse la duda. Capaz que se trataba de los restos de una vieja calcomanía pegada en el vidrio. Antes, la joven de 21 años sacó con su teléfono una fotografía de la imagen y la subió a su cuenta de Facebook. Algunos pusieron en duda la veracidad de la aparición que los Vergara describen como milagrosa: “Mucha gente habla sólo lo negativo y no sabe lo que es hasta que a uno le pasa. Le aseguro que no tiene rastros de ninguna calcomanía, está limpito el vidrio, nosotros lo hemos limpiado. Sea lo que sea, yo creo que ha sido una bendición, algo bueno para nosotros. La gente que no cree pone cosas inadecuadas. Los que quieran creer que crean, es una cuestión de fe”.

Muchos han visto figuras de la Virgen o de Cristo en manchas de humedad que se forman en las paredes o en las nubes, pero es la primera vez que se sepa de una manifestación de este tipo en el parabrisas de un Renault 12. Érica ha tomado el singular episodio vivido anoche como una señal de buen augurio y confiesa que, desde entonces, la invade una sensación de paz: “La reacción mía cuando lo vi ha sido increíble. Esto ha sido algo que me ha puesto muy contenta. Yo siempre le pido ayuda a Dios y siento que ahora Dios se ha llegado a mi casa. Toda mi familia cree que ha sido algo bueno y que Dios nos ha bendecido. Es la primera vez que he visto algo como esto, siento como que mi alma está tranquila ahora. Siento paz, ha sido algo muy tranquilo… Espero que sea algo bueno”.



Érica vive junto a su marido Maximiliano y a Aileen, la pequeña hija de cuatro años de ambos. Maximiliano sale todos los días en su carro a caballo a rebuscársela haciendo changas y el pasar económico de la familia no es bueno. Si bien no suelen ir a la iglesia, la fe en Dios es uno de los pilares que los sostienen en momentos difíciles: “A veces estamos muy mal económicamente y yo le pido a Dios que cambie la cosa, que nos ayude. Nosotros no tenemos nada, pero, al menos, a veces tenemos para comer. Espero que, después de esto, no me vaya tan mal. Mi marido hace changuitas con el carro, el busca el pan del día. Ahora tiene pensado salir a vender masas en el auto. Espero que Dios nos ayude para que nos vaya bien y nos proteja siempre”.

“Esta es la primera vez que tenemos un autito, no es alta gama, claro, tiene sus detalles, no está muy lindo que digamos… Ya una vez que nos compongamos, lo vamos a ir a acomodando poco a poco. Yo sé que esto ha sido una buena señal para mí y para mi familia”, cuenta Érica quien se ilusiona con pronto salir a pasear en el Renault 12 junto a los suyos; un sueño que a muchos podrá sonar demasiado pequeño, pero que, para los Vergara, significa la posibilidad de una vida un poquito mejor. Maximiliano acaba de llegar a la casa y Érica sale a las apuradas a comprar para cocinar el almuerzo. Hoy habrá pollo en la mesa familiar. Ellos agradecen y esperan que, además de un Cristo en el parabrisas, el auto haya llegado con un pan bajo el asiento.  

Mirá las fotos de la imágen en el parabrisas: 



La imágen del parabrisas limpio ya sin la figura.