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Apareció: "¿Encima que estoy solterito sabí qué? ¡A ganase mujeres a lo loco!"

HISTORIAS DE ACÁ

Exequiel Monserrat iba a ver a Damas Gratis a Ranchillos junto a su amigo Franco cuando se cruzó con la cámara: "No me olvido más". Esta noche cuenta todo lo que pasó antes, durante y después de aquel fin de semana inolvidable y un video inédito.

Exequiel y Franco, altos compadres.





La previa de los 27 segundos inmortales en la vida de Exequiel Monserrat empezaron, claro, el día anterior. Amanecido como todo tucumano de bien, el joven que por aquel entonces tenía 18 años había terminado de colocar el último ladrillo de la obra en construcción junto a su amigo del video y del barrio Franco, se miraron y lo entendieron todo: "Él me dice: '¿Qué vamos a salir? ¿Qué vamos a tomar algo?' '¡Y más vale!', le digo yo. Cada uno se fue a bañar y arrancamos. Esa noche nos fuimos al frente del Cristo, donde era Los Ángeles, y amanecidos nos fuimos a Ranchillos".


Con los claritos bajo la gorra blanca y la camisa a cuadro roja ya inconfundible en cualquier captura de pantalla de uno de los videos más conocidos de Tucumán, Exequiel bajó con Franco del remis ese domingo y vio a un periodista con un micrófono en mano haciendo notas a los jóvenes que enfilaban endiablados al show de Damas Gratis ese domingo a las cuatro de la tarde bajo el glorioso galpón del Rey del Carnaval.

Sin dejar de sostener en ningún momento con la mano derecha al vaso como si fuese un trono, con cada dedo incrustado en cada grieta de la base verde de la botella de Sprite arremangada con vodka, Exequiel codeó a Franco, quien ya tenía dada vuelta la vincha de Damas Gratis, y le dijo: ‘¿Querés que vaya a hablar?’


"Estaba de moda el vodka con Speed o con Sprite o con cualquier cosa hace siete años. Franco me decía que no hablara. Hablamos fiero los tucumanos, chango. Pero yo estaba inspirado ese día. Y justo estaba con la arremangada. Siempre trabajaba y cobraba quincenal. La plata iba para la casa y un vueltito para la pilcha y para la salida. Termina la nota, nos vamos, hacemos la cola, entramos y para qué: lleno de cervezas, lleno de mujeres, ¡como loco!”


Lo que Exequiel cuenta por primera vez este viernes a la noche, siete años después de aquel video, esta noche de lluvia, ya a la medianoche sin bares, de pandemia, tan pero tan distinta al Tucumán de aquella época, es que el carnaval estaba lleno de mujeres y entre ellas estaba Yessica Gramajo, su actual pareja y madre de sus dos nenes, Mateo Exequiel y Tomás Thiago: "Ella siempre fue la original. Es más, cuando se hizo famoso el video, nunca se puso celosa ni nada. Lo único que me decía es: 'Mirá que no estás solterito, ¿no?'"


Lo otro que cuenta Exequiel por primera vez es que a ese video nunca lo vio hasta que se encontró, dos años después de aquel domingo, con el mismo notero en una fiesta de 15 de una prima: "No sabía nada, te juro. Hasta el momento no se había viralizado. Una noche me cruzo con el mismo notero y me dice: '¿Vos sos el solterito?'. Y un tiempo después viene un amigo con el video de República de Tucumán y me dice: ‘Mirá, Exequiel, estás en un video’”.


“Desde que me hice famoso hasta el día de hoy que me sorprendo. En su momento la gente me paraba, se sacaba fotos. Me quisieron contratar de Ranchillos, pero nunca me subí al escenarios. Querían hacer lo mismo que hicieron que con El Luiis de La Mari. Ahora ya no, ya estoy tranqui, ya estoy más gordo. Ya estoy en la cama, esperando para comer unas milanesas con papas fritas. Esta noche no salgo. Aparte acá en Lastenia andan levantando como looooco”, dice con la misma voz del video que lo hizo famoso junto a su amigo Franco, quien falleció en un accidente de moto, y a quien lo recuerda cada vez que mira el video.


Claro que lo extraño a mi amigo. Te voy a pasar un video más que todavía conservo con él. Estamos bailando y somos felices. La verdad que aquellos tiempos son la juventud a pleno. Está todo raro ahora, ¿no? Pero siempre lo voy a tener a Franco conmigo. Y cada vez que salga. Cuando hay carnavales, con mi señora y mis hermanos nos vamos a bailar. Eso no se pierde: cuarteto, guaracha, cumbia. La previa es con cerveza o vino. Y adentro ya es con algo más fuerte, ¿sabí qué?"







Exequiel, hoy. Y sus hijos: Mateo y Tomás. "Ya estoy juntadito".