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Tucumán, no lo entenderías: capítulo tres

Planeta aparte

Un loro que toma cerveza artesanal, una camioneta que parece un Transformers, el efecto que puede hacer que los tucumanos se parezcan a felinos extraterrestres, el epidemiológico que está al pedo, pero empingao y la cuarentena que tiene más fases que Gokú porque esto es Tucumán y esta vez hay videos y memes.





Dicen que no hay dos sin tres y la nueva edición de esta estrambótica sección de noticias es prueba contundente de ello. De eso y de que en Tucumán nunca dejan de pasar cosas que nos llevan a preguntarnos quién es el guionista de nuestra exuberante realidad. Es que por aquí siempre hay motivo para la sorpresa, sino cómo se explica que las aves exóticas se sumen al boom del porrón artesanal y que hasta los monos se amontonen en las cervecerías. Como establece un sabio autóctono citado en este compilado de informaciones surtidas: “Realmente, Tucumán es un planeta aparte compadre”.  Y vos: ¿De qué planeta viniste?

 
Los Thundergatos tucumanos
 
El sol veraniego que pega como Bordolino terciado con Manaos y el uso del barbijo, herramienta clave en nuestra lucha cotidiana contra el coronavirus, amenazan con convertir a nuestros rostros en rostros marmolados como los populares budines. De eso se trata el tan mentado “Efecto Thundercats”, en honor a los felinos humanoides extraterrestres que animaron muchas infancias en la década del ochenta desde los televisores. ¿Quién no pidió una espada del augurio a los reyes magos para hacerse el León-O y convocar a la changada del barrio con la señal que te hacía ver más allá de lo evidente? Y aunque las caras bicolores quizás se conviertan en el último grito de la moda pandémica, convocamos a la opinión de expertos para saber mitigar las consecuencias del “Efecto Thundercats”.
 

¿Cuarentena? Acá sale hasta el loro
 
“Era como un viejo pirata, sin el parche, pero con el loro”, cuenta aún sorprendido Julio Hashiguchi la extravagante escena que le tocó presenciar en la previa al feriado del 12 de octubre. Resulta que, con la llegada de la pandemia, él y su pareja, Milagros Lazarte, se volvieron fanáticos del gin tonic y ese viernes por la noche se habían quedado sin hielo. Cuando salieron en el auto a buscar dónde proveerse, al llegar a la esquina de 9 de Julio y Rondeau donde hay una cervecería artesanal de esas que abundan por todos los rincones de la provincia, Milagros le advirtió: “Hay un vago sentado tomando con un loro en el hombro”. Su reacción fue de incredulidad: “No puede ser”. Entonces, resolvieron volver a pasar despacio y, mientras ella manejaba, él tomó su teléfono y registró el video que ahora sirve de prueba irrefutable. “Tucumán da para cualquier cosa. Gente de acá y amigos de Buenos Aires me decían: no puede ser que la gente salga a tomar con el loro”, relata Julio desde la tierra donde nada parece imposible. 



Campeón mundial del Tetris
 
Quién no vició alguna vez al Tetris, el popular juego de figuras geométricas diseñado en la Unión Soviética en 1984. El conductor de la camioneta Ford que fue retratada por el fotógrafo Walter Monteros en la ruta 38 bien podría ser nuestro representante en el certamen mundial de la disciplina. Entrenamiento no le falta, según se traduce en la imagen. “Lo que hago siempre es estar con la cámara en la mano buscando cosas interesantes y esto me llamó la atención”, cuenta el fotógrafo de 49 años que aclara: “El ánimo no era escrachar, no me quería poner en el papel de gorra”. Y tiene toda la razón porque el autor de la camioneta que parece un Transformers a punto de convertirse merece nuestra sincera admiración. Un crack capaz de mudarte un museo completo de un solo viaje. 

 
Y vos ¿en qué fase estás?
 
Uno de los grandes misterios de esta pandemia es en qué fase del aislamiento social, preventivo y obligatorio estamos los tucumanos. Es que el pasado 12 de octubre, cuando se esperaba un anuncio de mayores restricciones en la cuarentena, Lisa lloró y yo lloré y Magie rio y todo fue una confusión. La cuestión es que el martes 13, nadie sabía si tenía que ir a trabajar, quedarse en la casa, ir al bar o prenderle una vela a San Expedito. Lo único concreto en materia de restricciones era que no había que casarse ni embarcarse, según manda el conocimiento popular. Ante tanta incertidumbre surgieron memes y la necesidad de explicar por qué la nuestra es una Fase 1 que parece 3 y que tiene sabor a Distanciamiento Social. 

 

Más claro, echale agua
 
Dicen que la letra con sangre entra y muchos contestarán que allá está entrando porque acá no se necesita de sangre, sino de buenos pedagogos que apelen a un lenguaje llano y accesible a todo el mundo. Alguien que nos hable sin demasiados sofismas, palabras enrevesadas y la moralina a la que apelan muchos columnistas de la tele que le hablan a la pantalla levantando el dedito. Alguien que nos hable de tucumano a tucumano, sincero y directo, sin Covid en la lengua como este epidemiólogo popular (no, no es Miroli) que da en la tecla y nos dice: “No respetan un pingo… no les importa un pingo el distanciamiento, hermano. Imaginate que a esta altura hay que explicarles cómo lavarse las manos… cómo tendrá el orto entonces, un mosquerío”. Claro, sin vueltas ni prejuicios idiomáticos, el mensaje apela a la sensibilidad de los comprovincianos con el afán de que todos tomen consciencia acerca de la pandemia: “Hacen lo que se les canta el pingo ¿entendé? Así, como decía el médico ese: me importa un re choro. Así son. Hijos de puta empiecen a ser más solidarios, se están meta morir médicos, enfermeros, gente que está hecha pingo culiao… andan todo olor a vela en los hospitales si los culiaos estos hacen marchas por la libertad”.