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"Tá loco de la que nos hemos salvado": Sabrina toma aire y relata la historia que hay que leer

HISTORIAS DE PANDEMIA

No le entra la felicidad en la cara. Se ha llorado la vida entera, pero ya está, ya todo quedó atrás y para nunca más volver a vivir. Así lo cuenta desde la paz de su casa en Concepción.

Sabrina es feliz.





A Sabrina no le entra la felicidad en la cara: acaba de vencer al Coronavirus y por primera vez en mucho tiempo siente un alivio que se mete en esta nota cuando toma aire, respira profundo y suelta todo, absolutamente todo: “Ya terminó todo. No sé si sos inmortal o no, pero ya no me preocupo tanto porque me contagien si voy al supermercado. Claro que no te dan ganas de salir sin barbijo, pero te relajás y te dan ganas de gritar: ‘¡Estornudame que no tengo problemas!’”


“No detectable” son las palabras mágicas que ha leído Sabrina en su casa de Concepción después de ser diagnosticada positiva de covid. Lo que siente es increíble: un relato para el que toma todo el aire y suelta sin repetir y sin soplar. Es la sensación de estar viva y son palabras que inspiran a quienes luchan o temen, que alientan al que lea esta nota tan necesaria ante tanta incertidumbre: “Es un gran alivio haber vencido al Coronavirus. No tengo miedo de llevarle el virus a mi mamá. Es una tranquilidad en cada paso que das: desde que nos dieron el positivo, estuvimos un mes encerrados en mi casa. Parecieron mil días alargándose a cada hora”.


El amor que ha sentido Sabrina es el que, luego de la cacería de brujas que se ha vivido en muchos barrios y ciudades de Tucumán al principio de la pandemia, ha encontrado la solidaridad y el amor sin precedentes entre sus vecinos, amigos y familiares: “En el medio de todo esto cumplí años. Fue el domingo 20: no hice nada, pero unas amigas me llevaron unos parlantes y lo pusieron en la vereda: son de esos parlantes con luces por los que sonaba el cumpleaños. Yo del otro lado de la puerta, llorando con lágrimas así de grandes y recibiendo por debajo de la puerta los carteles que hicieron los amigos”.


“Los carteles los hicieron los hijos de mis amigos: ‘Hay virus, pero también hay sol’, ‘Hay perros’, ‘Hay birras’, ‘Hay naturaleza’, ‘Hay contacto’,  “Hay esperanza’, ‘Hay amor’. Fueron hermosos los carteles: saben que somos muy perreros, que somos de la birra. Justo para el cumple en pleno coronavirus nos trajeron un pack de cervezas Corona. Justo cuando me iba después de haber estado encerrada un mes con mi hermana, quien también ya recibió el alta, le digo: ‘Te tengo que pagar por las Coronas’. Se puso como loca: ¿¡Qué Coronas!?’”


¿Qué se siente en lo más profundo del alma y del corazón después de recibir el alta del virus? “Tengo ganas de salir a comer a algún lugar, de compartir una cerveza, un café. Estoy literalmente encerrada desde el 15 de marzo, le tenía mucho respeto a la enfermedad. Creo que nos contagiamos con mi hermana que es trabajadora de salud y ya recibió el alta también gracias a Dios. Debería haber un Club de Recuperados para festejar”.  


“Nunca me sentí así en mi vida. Nunca sentí así la solidaridad. ¿Viste que dicen: ‘Vamos a salir mejores personas’? Totalmente siento que es así: solo tengo gratitud. Siento que estoy en una cadena de amor de la cual ya no quiero salir: pese al drama, me pareció hermoso todo lo que vivimos: llorás sin motivos, no te dan ganas de levantarte, pero sentir el timbre y que te traigan una tarta, lo simple, todo el cariño que recibís es increíble. Te dan ganas de vivir”.


Antes de cortar con el tucumano este viernes a la tarde, Sabrina sabe que falta un tiempo para volver a la normalidad, pero por lo pronto ya ha empezado a prepararse: “El otro día tenía por fin que buscar una bolsa que dejé en la casa de una amiga en marzo. Le había dicho hace seis meses: ‘Vuelvo en dos días’. Nunca volví hasta ahora: me vestí, me planché el pelo para ir a buscar las bolsas y volver a mi casa. Nada más, jajaja. Los ánimos cambian. Valorás todo y pensás: ‘Tá loco de la que nos hemos salvado’. No nos ha pasado nada grave. Hay gente que la está pasando mal de verdad. A nosotros no nos ha tocado vivirlo así, más allá de los momentos más difíciles. Y ahora que te curaste te dan ganas de mandarlo al virus a ya sabés dónde, de decirle: ‘¡Dejame de molestar! ¡Ya te gané!’ Es como que saliste campeón de algo. La sensación es que saliste campeón, que le ganaste, y que no va a volver más”.


El texto completo de su publicación:

"Cuando el virus toca la puerta de tu casa se despiertan millones de emociones. Te duele la panza, te saltan las lagrimas, te moris de miedo y sentis una angustia que persiste por horas... o por dias... angustia que va y viene.. un día está, al otro te olvidas. Aunque te estuviste preparando para esto todo el año, no sabes qué hacer, cómo actuar, qué pensar o a quién recurrir, y nadie tiene las respuestas. Haces números, sumas, restas y multiplicas las fechas porque queres tener explicaciones más claras y jamas las encontras. Son millones de sensaciones oscuras que no tienen explicación. Y es ahí, que en medio de toda esa basura que sentis en tu cuerpo y tu mente aparece la SOLIDARIDAD... Personas que solo tuvieron ánimos de apoyar, de ayudar y acompañar. Personas que hoy ya les queda corta la palabra AMIGO, hoy ya son FAMILIA. Por momentos creí q nos apedrearian la casa pero no, todo lo contrario, sonaba el timbre y era una tarta, o un kilo de frutillas, un pack de birras, o una caja de alfajores... sonaba el teléfono y eran solo palabras de aliento de manera constante. En vez de escraches recibimos AMOR, amor del bueno, amor del puro. Aquí cobró sentido la frase "de esta salimos apoyándonos entre todos"... y claro q lo sentimos! No se si es correcto dar las gracias porque considero que este es el mundo que soñé, en donde existe una COMUNIDAD que da constantemente sin fijarse ni esperar nada a cambio. Pero igual les digo GRACIAS!. Ya estamos todos de alta y lo importante es que estamos todos bien. Ahora nos toca a nosotros! Obvio seremos parte de esta cadena! Queremos serlo! Porque todo ese amor que nos dieron no puede más que ser devuelto con amor. Sigamos cuidando a nuestros viejos y a los de los otros, sigamos cuidando a los más débiles porque esto no es joda. Es real. Hoy un poquito más fortalecida voy a seguir con la cadena de amor y solidaridad porque definitivamente de esta salimos apoyandonos entre todos".