Top

"Ojalá no les pase": el relato de un tucumano confinado en Tierra del Fuego

HISTORIAS DE PANDEMIA

Martín nació en barrio Echeverría. Fanático del Ciruja y rodeado de Decanos, ahora reside en Río Grande, a 3 mil kilómetros. Allí regresaron a la Fase 1 después de 100 días de calma. En la nota, la foto que nadie ver en Tucumán.

Martín, ATR pese a todo.





Martín nació en el barrio Echeverría y actualmente vive en Río Grande, Tierra del Fuego. Justamente es el fuego el que enciende todas las mañanas de su vida para darle vida a su puesto conocido como El Rey de la Tortilla: “Hago tortillas de grasa, con chicharrón, rellenas de jamón y queso, pizzas a la parilla, y más vale que las empanadas tucumanas bien jugosas de piernas abiertas”.


Iba bien el trabajo para Martín y su puesto característico en la ciudad fueguina por el escudo rojo y blanco del Santo: “Aquí hay muchos tucumanos viviendo. En mi cuadra nomás tengo cuatro hinchas de Atlético y un par más de San Martín. Cuando ven el puesto pasan y me cargan: ‘¡Ciruja sucio! ¡Aguante el Deca!’ Somos todos laburantes: uno tiene una pollería, otro una peluquería, otro un polirrubro, otro un kiosco donde nos reunimos, en fin, la vida”.


Esa vida para Martín en la otra punta del país, a 3 mil kilómetros de Tucumán, traza una hoja de ruta con paralelismos inevitables a lo que estamos viviendo aquí: “Después del comienzo de la cuarentena, fuimos superando las fases. Estábamos ya tranquilos: salvo los boliches, habían abierto los bares, los pool. Pero se les fue la mano a los positivos: llegó uno repatriado y contagió a muchos. Ojalá que no les pase, pero acá ya no puede andar”.


“El viernes me desperté a trabajar, iba a prender el fuego y mi señora me dice: ‘¿Qué estás por hacer? Cerraron todo: sólo hay deliveries’. Es re triste, re feo volver a la fase 1. Estuve viendo que el miedo ese está en Tucumán. Traten de cuidarse. De salir lo menos posible hasta que pase. Usen el barbijo, respeten la distancia. Sobre todos los ancianos. Cuídense para que todos juntos salgan adelante”, anhela el tucumano que habla sobre otro de los efectos colaterales que afecta la pandemia y el incumplimiento de las medidas sanitarias.


“Después de 100 días tranquilos, ahora a los vendedores nos está yendo re mal. Cerraron los supermercados por el rebrote. Hubo más de 100 casos en las últimas semanas. Cuando se permitió viajar, mucha gente pensó que se iba de vacaciones. Se fueron al norte o a Buenos Aires, y la gente que volvió no cumplió la cuarentena. Se abrieron los vuelos, los cruceros. Y ahora estamos pagando las consecuencias. En serio: hay que cuidarse. Si no queremos vivir toda la vida con este virus, nos cuidemos entre todos. Es la única solución”.


El escudo del Decano en el polirrubro Perry.