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"Ahora más que nunca": la fórmula secreta del Nene, el hombre ruda de Tucumán

HISTORIAS DE ACÁ

Este viernes 31 de julio marcado por un clima tan especial en las calles de la provincia, asoma como el sol este querido vendedor ambulante de barrio El Cruce, cargado de buena energía y sabios consejos que no pueden faltar mañana 1º de agosto. Para leer y aprender.

Nene, el hombre ruda de Tucumán.





Esos ojos que se achinan de frente a todo el sol de toda la peatonal Muñecas este mediodía de Tucumán son los mismos ojos de aquel nene de barrio El Cruce: un par de bolones negros encandilados como los de un niño ante las llamas del fuego creado por las manos de una madre cada 1º de agosto, todo un ritual en la familia Lanzor.


Un ritual que, ya con el fuego encendido, seguía cuando la madre sacaba el jarro del mate cocido, ponía a hervir el agua, pero en lugar de yerba, tamborileaba los dedos como si sacara una pócima mágica del saquito de lana, hocus pocus, abracababra, tatatachán, kusilla kusilla y zas: un sorbo y adentro. “Mi madre ponía el agua a calentar, tiraba los yuyitos, nos daba a todos un sorbo, y listo. Cuando sos chico no te gusta, pero es un sorbito nada más. Cerrás los ojos y no lo sentís”.


El hombre que habla conserva la tradición de sus primeros años, la misma casa en El Cruce y el apodo: Nene. Es este vendedor que de verdad brilla bajo el sol, que canta entre las floristas de la peatonal, que entona a la altura del Sportsman, que forma parte del coro ambulante que este viernes 31 de julio son las calles de nuestra ciudad, un viernes 31 de julio especial, con mucha gente en los bancos, con los bares no tan llenos como el viernes pasado, y con barbijos, ruda, barbijo y ruda.


Es detrás del barbijo blanco que sale la voz del Nene, quien algunas cosas ha vivido en 40 años de vendedor ambulante en Tucumán y reconoce que este viernes es especial, que más que nunca hace falta meterle un buen sorbo de ruda mañana en ayunas, que no tiene la vacuna para el innombrable que anda brotando como un helecho feo, negro y seco, pero al que hay que arrancarlo de raíz y prenderle fuego si hace falta.


Tucumanas y tucumanos, vamos a relajar el cuello, a sacudir el balero, a despejar un poco el anco, a sacudir el mate, a mirar al sol, a pensar en positivo, a alejar a los pesimistas del gol, a atajar a la realidad con responsabilidad, a tararear una de Don Carlos, de Los Avelinos (“Arriba corazón arriba…”), de Las Minifaldas, de Gladys, y sobre todas las cosas vamos a leer qué dice el Nene: el hombre ruda de Tucumán.


“Hoy comienza la venta de ruda, amigo. Siempre es un día antes. Es una tradición que viene de años. Todas las familias toman, pero algunas ya no saben cómo es el tema. Sobre todo las generaciones nuevas. La gente grande siempre toma y lo inculca: un sorbito a la mañana el 1º de agosto a la mañana en ayunas. Se toma sola. La tradición es un sorbito. Después desayunás normalmente. A las hojitas se las pone a hervir en un jarrito 3 ó 4 minutos. Cuando ya se pone oscura el agua, listo”.


Una niña que vende obleas Smack las cuatro por 100 pesos para comprarse la torta porque hoy cumple los 15, los vendedores de bolsas negras las dos por 100 para que limpiemos la casa y el alma y se vaya toda la basura junta, una hermosa pareja de otakus con el pelo azul y verde como la ruda, hermafroditas como la ruda ni macho ni hembra, todos miran a este señor que sonríe como un sabio que sabe que confirma que no tiene en sus manos ninguna vacuna, pero sí un yuyito que suma para estar bien, mejor.


“La tradición indica que se toma para que tengamos buena salud, para la buena onda, contra la envidia, para un montón de cosas. Se la toma el 1º de agosto porque, antes, se decía que agosto es un mes malo, que moría mucha gente. Agosto tenía esa fama por el cambio de clima, siempre ha sido así. En estos tiempos tan complicados que vivimos, hay que tomarla: ahora más que nunca. Viene bien la venta. Es un año especial, pero el tucumano siempre compra ruda. Necesitamos entre todos tener buena onda”, explica el Nene, quien se prepara de manera especial para este viernes y mañana sábado.


“Compro bolsitas plásticas nuevas y en vez de ponerles los cds, le pongo la ruda macho. Son más prácticas, ¿ve? Trae la cosita que se despega y listo. Es más práctico. Eso sí: cada año es más difícil conseguir la hoja. Es una planta muy delicada. Por ejemplo, tenés una planta grande y de la noche a la mañana se seca. Es muy delicada. En el campo crece mucho, para el sur, sobre la ruta, en las casas tienen. Ahí parece que no tienen problemas. Están así de grandes”, levanta la mano hasta el hombro el Nene, quien agrega: “Todos los años voy por mi cuenta a comprar al sur para diferentes lados. Donde vemos que hay plantas, compramos”.


A 50 pesos cada bolsita, las señoras pasan y se las llevan. Los gordos que fuman con el cigarrillo debajo del barbijo también. A la espera de que no pase nada más, de que todo vuelva a la calma lo más rápido posible al menos en Tucumán, y que el fin de semana haya asado, poquitos, no más de 10 personas, sin multitudes (las multitudes pueden esperar, no nos hagamos los bobinas), pero asado al fin: todo en su justa medida y, si se va la mano con una achura, aquí el último consejo: “Esto es muy digestivo porque a veces de noche te duele el estómago, tomás la ruda y te compone. Es muy digestiva la rudita. Es para todo lo que está pasando y para otras cosas también. Con un sorbito, ya estamos. No hay que tomarse una taza entera. La cosa es que uno tome un poquito este sábado en ayunas. Esa es la regla. Esa es la regla”.