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"Hago boludeces y la gente se caga de risa": la tucumana estrella de Tik Tok

Historias de acá

Laila Alí tiene 24 años, estudia danzas contemporáneas y sus videos hacen furor en las redes sociales. Sus definiciones de palabras de uso bien tucumano como ura, pingo y aca la lanzaron al estrellato virtual donde no para de sumar seguidores, aunque aclara: “Para influencer todavía me falta”.

¿Nace una estrella? Crédito: Martin Carabajal (@martinsacafotos)





Tucumanos y foráneos deliran con la comicidad de sus videos, cuando sale al centro le piden sacarse fotos con ella y ya llegaron los primeros canjes: Laila Alí es toda una estrella y la red Tik Tok es el escenario de su arte. Para explicar el fenómeno Laila quizás haya que empezar por decir que es la primera en prenderse para el karaoke en la fiesta o en la competencia de baile en el boliche. De las que danzan arriba de los parlantes, de las que hacen reír todo el tiempo, de las que parecen un personaje y lo son. A toda hora, sin darse cuenta y hasta sin proponérselo, el carisma de esta joven tucumana de 24 años parece moldeado para las redes sociales: “Me encantan las redes. Mi idea, en general, es ganarme mi público. Ahora estoy conforme con los que me siguen, pero, cuanto más, mejor”. 

Laila es hija de la actriz Carla Brun y estudia danzas contemporáneas en la Facultad de Artes. En su familia, confiesa, todos tienen pasta de artistas: “Creo que todos queremos ser graciosos, con mi hermana Iara de chicas siempre decíamos que queríamos ser famosas”. Si bien la joven estuvo preseleccionada para ser una de las bailarinas de Showmatch, encontró la fama en una pantalla todavía más chica y esta le llegó de manera inesperada. Recién en enero pasado se hizo una cuenta en la red social Tik Tok. Apenas unos meses después, sus videos ya eran virales. Sin teoremas ni sofismas, así explica ella misma su gracia: “Hago boludeces y la gente se caga de risa. Hoy en día, con el único que me identifico es como tiktoker. Para influencer todavía me falta”.

Entre sus videos que hicieron furor en Tik Tok, donde hoy ostenta más de 120.000 seguidores, los más viralizados fueron aquellos donde Laila analiza algunos de los vocablos esenciales de nuestro idioma autóctono como ura, pingo, aca, giriar, mavé: “Lo hice jodiendo, nunca imaginé que se iba a viralizar. Un día vi un video de Sofía Berretta donde explicaba el significado de la palabra ura y tenía más de 6000 me gusta y me pareció un montón. Hice el mío porque me lo pedían y le di el crédito de que ella lo había hecho primero. En ese video alguien me saltó a decir que yo le copio a Gordillo y, siendo sincera, yo no veo los videos del Oficial Gordillo. Claramente, las definiciones van a ser las mismas. Además ¿y si me quiero copiar cuál es? La gente quiere crear un quilombo donde no lo hay. El que se caga de risa que lo haga y el que no, que no lo vea al video y listo”. El diccionario fue sumando nuevas palabras y los videos comenzaron a ser replicados por usuarios de la red y en páginas de memes. Pero no fueron sólo esos videos. Otros, donde simula participar de una entrevista laboral, también fueron muy bien recibidos por el público. Sus redes explotaron, las solicitudes le llegaron de a miles por día. 

Crédito: Agustin Soria (@agocho).

Pero no todos fueron elogios en el mundo virtual, también hubo quienes la criticaron porque no se sienten identificados como usuarios de esas palabras: “Lo que más me duele es cuando me dicen sólo vos hablás así y la verdad que yo no voy a inventar una palabra. Muchos niegan que nosotros los tucumanos hablamos así. Me parece que es medio estúpido de nuestra parte si negamos que siete de cada diez personas habla así o usa algunas de esas palabras. Capaz que tiene que ver con que son malas palabras y las usa más la gente joven. Yo, al menos, las uso todo el tiempo.  Mucha gente cree que hablar así es algo malo y creen que tenemos que hablar todos igual… Tienen aires de europeos y niegan toda raíz”. Sin afán de entrar en discusiones idiomáticas, terreno de doctos hombres de letras, Laila es una defensora acérrima de esas palabras que conforman eso que se conoce como “Tucumano básico”, el lenguaje que es parte de la identidad lingüística de los habitantes de esta provincia. La controversia vino también desde otras localidades de la región, quienes la acusaron de tucumanizar palabras que también son comunes en otras provincias del norte del país. Mientras unos los niegan, otros le reclaman los derechos de esos populares apelativos: “A la palabra ura, por ejemplo, la ven muy ordinaria,y yo la tengo tan naturalizada que no me parece la gran cosa. Nos dicen que los tucumanos nos creemos el Buenos Aires del norte y creemos que todas las palabras son nuestras. Yo me hago cargo de la provincia donde vivo, si otros también las usan, cosa de ellos … Sé que acá ura se usa en todos lados”. 

Según confiesa, los videos surgen de manera espontánea y lo más importante es cómo decir lo que se quiere contar. La pregunta que muchos se harán es qué hay que tener para volverse una estrella de las redes sociales. La tiktoker tucumana tiene su respuesta: “Yo creo que lo que le gusta a la gente es que no tengas nada de vergüenza, que noten que a vos te divierte eso. Estoy acostumbrada a hacer el ridículo, cuando voy a bailar con mis amigas competimos por quien hace las cosas más graciosas. A la gente le gusta eso, que uno se suele, que este desinhibido. Por más que te vean o que no te vean, yo cuando grabo videos hago de cuenta que ya son famosos. Cualquiera te puede ver, no me importa, yo lo publico y al que le gusta, le gusta, y al que no, no”. 


En poco tiempo, el fenómeno viral se trasladó también a las calles tucumanas donde la gente comenzó a reconocerla. De un día para otro, Laila dejó el anonimato para vivir la fama que también experimentaron otros personajes célebres de nuestra provincia como Nel Godoy, el autodenominado Número Uno. “Creo que nunca me voy a acostumbrar, es una situación linda y rara a la vez. El otro día estaba en una cervecería bailando sobre una silla, me tocan la espalda y me dicen mi hija se quiere sacar una foto con vos”, cuenta la joven que ahora experimenta esa ruptura de los límites entre lo público y lo privado. “Me piden que haga participar a mi familia, no sé si es por la pandemia que la gente está muy al pedo, pero son muy cholulos y todo quieren saber”, cuenta, siempre entre risas. 

“Quiero que la gente me reconozca también por lo que hago que es la danza, si la fama viene por ahí, mucho mejor. También me gustaría incursionar en el stand up porque me he dado cuenta de que me divierte hacer reír a la gente. Si me hace gracia a mí, seguro a los demás también”, comenta sus planes de cara al futuro mientras confiesa que ya goza de uno de los beneficios de la gente famosa: los canjes, esa moneda de cambio que ningún famoso que se precie de tal osaría rechazar. Acaso una señal de que la cosa va enserio ¿Nace una estrella? A ella la idea no le disgusta, todo lo contrario. La tucumana que podría haberse convertido en una de las bailarinas del show más visto de la televisión argentina, ahora brilla con luz propia en la resplandeciente constelación local. 

Mirá los videos de Laila: