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Una cirugía salvó a Naranjín, el pececito que conmueve a los tucumanos

HISTORIAS DE ACÁ

Fabián se asustó cuando a Naranjín, la carpa dorada que tiene de mascota, le salieron unos tumores que lo hacían nadar dado vuelta. El veterinario Facundo Gómez se animó a realizar una operación única hasta ahora en Tucumán para curarlo. Conocé su historia y mirá el video de la intervención.

Naranjín en el quirófano.





Hace siete años, el peluquero Fabián Mercado compró tres pececitos Goldfish, también conocidos como carpas doradas. Al más pequeño, por su color naranja estridente, lo bautizó como Naranjín. A otro le puso Piraña porque terminó comiéndose al tercero. Hace un año y medio, Piraña saltó de la pecera y Naranjín se quedó solo. Pero en febrero pasado, Fabián percibió que le comenzaron a salir unas bolitas en una de las branquias, en la cola y también en el lomo. En poco tiempo, el pez empezó a nadar de forma errática y a desplazarse en el agua cabeza abajo. También comía menos. Entonces, le preguntó a su sobrino Maximiliano, que estudia veterinaria, cómo podía ayudar a su mascota. Maximiliano fue a la veterinaria donde trabaja y contó del cuadro, cada vez más grave, de Naranjín. Así se gestó la cirugía hasta ahora inédita en la provincia con la cual Facundo Gómez le salvó la vida.

“Cuando vino Maximiliano y me contó lo que le pasaba a Naranjín, le dije medio en broma: tráelo y lo operemos. Tengo entendido que es la primera vez que en Tucumán se opera un pececito”, cuenta Facundo Gómez, el veterinario santiagueño de 32 años que desde hace doce vive en Tucumán. El tono jocoso no era por la situación del paciente, claro, sino porque Facundo no tenía mucha idea en qué se metía. Según explica, ni en la currícula de la carrera de veterinaria de la UNT ni en la de otras facultades del país hay formación sobre animales exóticos por lo que debía acceder a la información de forma autodidacta para poder hacer la intervención. “Ha sido toda una hazaña empezar a buscar información y buscar los fármacos necesarios para la anestesia. Busqué bibliografía y vi videos en YouTube, casi que no tenía a quién preguntarle, ni siquiera los colegas de Buenos Aires sabían bien porque allá tampoco son comunes este tipo de intervenciones, la mayoría de los casos son de otros países”, relata el veterinario en diálogo con eltucumano.com minutos después de salir del quirófano donde acaba de castrar a un conejo.

Fueron diez días de aprendizaje intenso buscando videos y revisando distintos casos de cirugías similares hasta que la operación se programó finalmente para el martes pasado. Según explica, Naranjín tenía tres tumores: en la aleta caudal, en la aleta dorsal y cerca de la branquia izquierda. Esto le producía dificultades para nadar y corría el riesgo de que los tumores continuaran creciendo y le impidieran alimentarse con normalidad. El pececito llegó en un táper y con un aireador conectado. “El mayor desafío era la anestesia porque nadie sabe cómo anestesiar un pez. Después, la extracción del tumor es bastante sencilla. Lo que hicimos es poner tres tipos de estanques: uno con la preanestesia que es para atontarlo. Otro con la anestesia total que lo mantiene y un tercer estanque para cuando se recupere, ya sin droga, para que se despierte”, describe Facundo. En el segundo de los estanques, a Naranjín lo esperaba una camilla flotante hecha con una esponja. Ahí le conectaron un tubo a la boca desde donde le bombeaban agua hasta las branquias. Todo el procedimiento ha demorado una hora y media, sobre todo, la preparación. La intervención de quitar los tumores con el bisturí ha demorado un poco más de diez minutos.


La operación de Narajín ha sido todo un éxito y ya ha vuelto a nadar en su pecera sin nada que le impida su alegre transitar en el agua. Según cuenta el veterinario, el pez continúa con un tratamiento de antibióticos mientras las muestras han sido enviadas a la provincia de Salta para que le realicen la biopsia. No es la primera vez que Facundo interviene a mascotas exóticas, ya les ha realizado cirugías a cobayos, erizos, conejos y aves. Recuerda que una vez ha tenido que abrirle el caparazón por abajo a una tortuga sacarle un huevo que tenía retenido. En cuanto a peces, este es su tercer paciente, pero el primero al que le realiza una cirugía, procedimiento del cual no se tienen antecedentes en la provincia.  

Consultado respecto si ha sentido algún temor o dubitación a la hora de encarar una operación de ese tipo, Facundo se sincera: “Uno se acostumbra, es el mismo miedo me ha dado operar a mi primer erizo o mi primer conejo. Me gusta poder atender a este tipo de animalitos que no tienen tantas opciones y uno dice que alguien los tiene que poder ayudar. Me parece importante que la gente sepa que hay opciones terapéuticas y tratamientos también para los peces, que los peces también se enferman y que no tengan miedo de llevarlos al veterinario, que no sea un pececito más que se muere y después compremos otro”. El veterinario de la clínica Casa Campo vino desde Santiago a estudiar a Tucumán hace doce años y se quedó a seguir acá con su profesión; una profesión donde no se puede dejar de lado el cariño que las personas sienten por sus mascotas: “Yo aprecio muchísimo el valor afectivo, así que la parte onerosa pasa a un segundo plano. En este caso, el dueño sólo pagó los insumos quirúrgicos”.

“Ahora va y viene, va y viene… está más vivaracho”, cuenta el peluquero de 47 años con una alegría que no le cabe en el pecho por tener otra vez sana a su mascota, el ágil y vigoroso Naranjín. El pececito es una de sus cuatro mascotas junto con el tortugo Bartolito, la pequeña Yorkshire Daisy y una perra labradora llamada Fiona: “Yo a Naranjín lo cuido mucho, siempre le estoy encima, le doy lo mejor, sino, no lo tendría. Cuando conté que estaba enfermo y había que operarlo, la gente me decía: ¿qué sos tonto? Comprate otro. Yo lo que quería es que pueda vivir y que tenga una mejor calidad de vida. Me han dicho que pueden llegar a vivir hasta veinte años”.


Fabián pasó horas de angustia y zozobra con la enfermedad de su querido Naranjín, ahora, sólo tiene palabras de felicidad y de agradecimiento para Facundo Gómez: “Primero me habían dicho que no me ilusione porque era una operación que nunca se había hecho y que tenía su riesgo, pero gracias a Dios ha sido fuerte él y ha salido bien de esta. Siempre voy a estar agradecido con mi sobrino y, sobre todo, con Facundo. ¿Has visto el video de la operación? el pulso que tiene ese chico es impresionante, tiene mucha precisión. Me gustaría decirle a la gente a la gente que se anime y que los cuide a los pececitos, que no es cuestión de que se muera y comprar otro”. 

Mirá el video de la operación quirúrgica:


Naranjín ya recuperado: