Directo al corazón: así cantaba Gary en Tucumán

Es domingo y afuera no hay velocidad. No pasa nada ni nadie. El barrio se despereza, los pájaros cantan, los perros son los dueños de la calle y los primeros carbones ya se encienden. No hay ningún manual que explique cuál es el momento preciso para quebrar esa pacífica monotonía, eso es algo que el buen vecino intuye y usted es un buen vecino. Lo sabe. Entonces, relojee una vez más el paisaje, tomelé al pulso al día y, cuando sienta la corazonada, saque el parlante a la vereda y, mientras se sirve el primer vermut de la jornada, preparesé para viajar en el tiempo. Ajústese bien los cinturones, no vaya a ser que semejante cimbronazo de nostalgia le sacuda demasiado el corazón. Ahora sí, haga click y déjese llevar en las alas sonoras del ángel que canta, el de la voz de terciopelo, el Frank Sinatra del cuarteto: Gary. En el recuerdo y para toda la eternidad. Por siempre vivo y en Tucumán. Carnavales de 1996, el templo es la Carpa Tropical de Lastenia y usted ya está ahí.

Entre el cuarteto y la balada romántica, Gary es un auténtico ídolo de la canción, temas como “Con la música en la sangre”, “Si no voy al baile me muero”, “En aquel rincón”, “Sé que te quieres marchar” o  “Elizabet” son parte ineludible de cualquier compilado de cuartetos en el recuerdo. Esas canciones que al sonar en cualquier celebración o ranchada circunstancial son como afilados puñales cargados de romanticismo, nostalgia y ritmo. En 1996, el cantante estaba en la cresta de la ola, lo que confirmaría apenas un año después al recibir el premio Golden Award al  Mejor Cantante Latino en Nevada, Estados Unidos. Ese explica la euforia de un club Social Lastenia repleto de público en aquellos carnavales de 1996. Hombres y mujeres lo reciben eufóricos y con banderas en alto. Él, impecable como siempre, camisa negro y chaleco, el peinado impoluto y la voz; esa voz que es una de las gemas más preciosas de nuestra música tropical, un lujo exuberante y sensual como el terciopelo. Y como si esto fuera poco, la banda a pleno y las coristas que suman sus voces también angelicales. Entre tema y tema, una catarata de alaridos femeninos celebra al cantante y hasta que pareciera un recital de los Beatles o de Elvis  ¡Qué show! ¡Qué recuerdos! ¡Qué emoción! Más de una hora con lo mejor de su música en vivo. 

Edgar Efraín Fuentes, tal el nombre real del cantante nacido en la localidad cordobesa de Amboy a quien conocerían como “El ángel que canta”, entre otras bandas en las que participó, fue la voz de Trulalá y después se lanzó a su carrera como solista en 1990. Fueron 10 años de una carrera que trascendió el ámbito del cuarteto cordobés para instalarlo en la vanguardia de la canción latinoamericana. Por desgracia, la enfermedad y la muerte lo encontraron a la temprana edad de 39 años. Falleció en 2001 dando lugar al mito. Pero su voz no ha dejado de cautivarnos desde entonces. 

El video que recupera su show en Tucumán fue publicado por la cuenta Mega Carnaval hace apenas unas horas y ya tiene más de 1200 reproducciones. Así recuerdan los artífices del video aquel recital memorable: “Gary fue un clásico que deleitaba con un show de primer nivel. ¡El despliegue era impresionante! Banda, coristas, sonido, luces y por supuesto la inigualable voz de Gary. Llegaban con muchas horas de anticipación a armar y probar sonido. Y después de la presentación, se quedaban en la casa de La Carpa a comer empanadas y parrillada. Debajo de una Santa Rita se sentaba a ver cómo el público se retiraba caminando por las veredas”.